BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


DINERO - LA AUTODESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO

Antonio Morales Berruecos y Edmundo Galindo González



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• El poder

El poder, como “capacidad para” sólo tiene sentido como “poder”, cuando este sirve para impulsar, y es susceptible de aunar energías; Estableciendo así una dinámica de creación y no de dominación, ya que el poder creador es mayor cuando la cooperación es intensa. Este análisis del poder debía ser aplicado al conjunto de los sistemas políticos.

La democracia supuestamente consiguió desmilitarizar la lucha violenta por el poder, lo que constituye un gran servicio, servicio que puede medirse por los daños que provoca la lucha por el poder cuando ésta es violenta. Pero las sociedades democráticas no han conseguido cambiar la naturaleza del poder, que sigue siendo, en lo esencial, un derecho de dominación. En el seno de los aparatos del Estado esta lucha se hace más visible, ya que el poder estatal se caracteriza por el derecho a imponer.

El mundo del poder desde tiempos remotos, se ha mantenido siempre en forma muy similar al actual. Es un mundo de mezquindad e inhumanidad. Nada detiene sus propósitos de mantener y perpetuar sus privilegios. Cualquier vileza, cualquier crimen, cualquier decisión irracional y catastrófica para los pueblos es decidida, organizada, planificada y llevada a cabo sin escrúpulos ni miramientos, con una gran frialdad. Por Dios, por el bien de la Patria, por el ¿bien común?, por la ¿democracia?, o hasta ¡en nombre de la humanidad!, se cometen actos de enorme monstruosidad. Este es el mundo del poder y este es el mundo de todos aquellos que luchan por disputarse el poder. Y tal es su mezquindad que piensan que el inmenso deterioro de la Naturaleza y de los recursos naturales que permiten vivir a miles de familias los pueden tapar con dinero. Creen que con dinero puede pagar el destrozo del mundo. ¡El mundo es una gran finca de su propiedad que están exprimiendo hasta la última gota, y sus pobladores son solamente sus siervos!

Los grandes poderes de la actualidad son: el económico, el bélico, el tecnológico, el político, el religioso y se añade a todos estos, un poder aun más peligroso, el poder de las empresas multinacionales.

La Unión Europea, Estados Unidos, Japón y próximamente China están desarrollando corporaciones muy lucrativas, ejerciendo su poder hegemónico para ampliar su presencia en todo el mundo y así dominar los mercados.

Todas las sociedades humanas han intentado construir y mejorar. El poder es capaz de hacer pedazos sin piedad, de aniquilar y destruir enormes esfuerzos humanos: Ni una sola medida constructiva es capaz de engendrar para mejorar la vida de las sociedades. Su inoperancia y su inutilidad están a la par de su despotismo.

En todas las sociedades los sectores propietarios por la fuerza de los recursos de la Humanidad se apoderaron del Estado y se sirvieron de él para conservar su poder. Así lo hizo la burguesía cuando su mundo se impuso sobre los caducos poderes de reyes, señores feudales y clérigos. El Estado de la burguesía fue por tanto la superestructura política de un desarrollo económico diferente al feudal y que se basaba en la propiedad privada de los medios y recursos, y en el asalariamiento del trabajo. Cuando las sociedades entran en crisis, su estado cambia de forma: pues ya no representa la legitimación y regulación de un sistema económico, sino exclusivamente la forma de perpetuarse en el poder.

Es entonces cuando los grupos militares-represivos adquieren más virulencia y la grieta en el conjunto de la sociedad, se agudiza. Estos grupos ya no representan nada y a nadie, ellos no pueden solucionar nada y su ineficacia es absoluta, solo se han convertido en una terrible lacra social. ¡¡Ellos solamente son el Poder!!

Hemos visto que el poder se genera y se materializa a través del trato cotidiano y las relaciones interpersonales que se dan dentro de la familia en primera instancia; donde se considera natural su ejercicio, pues desde el nacimiento de los seres humanos se les imponen una serie de reglas. Este poder llamado también disciplina, o autoridad, se aplica con el fin de producir cuerpos dóciles (es interesante señalar que dócil tiene su propia connotación educativa, pues proviene del latín “docilis” que significa enseñable).

Pero más adelante las religiones, las escuelas, el gobierno, el ejército, el trabajo, son los complementos sociales desde los cuales también se ejerce el poder, formándose en estos casos, estructuras impersonales que dan lugar a la conformación de leyes, reglamentos, prácticas y procesos dentro de las cuales deberán conducirse todos los seres humanos.

El ejercicio del poder, toma diversas formas de aplicación:

El poder coercitivo basado en el miedo o el temor a las consecuencias negativas de desobediencia. Descansa su aplicación en las amenazas, las sanciones físicas, la producción de frustración ó el control y restricción de la satisfacción de alguna necesidad fisiológica. Este poder es el más frecuentemente aplicado por gobiernos y otras organizaciones donde se manifiesta a través de sanciónes, despido ó degradación funcional.

Otros poderes son aplicables como son: El poder persuasivo donde la concesión y la manipulación dependen de la habilidad de ambos negociantes. El poder que genera el puesto o posición desempeñada. Y el poder personal o carisma, este ultimo mostrado generalmente a través de las capacidades de liderazgo y autoridad.

Pero que nadie piense que la sustitución de unos hombres por otros solucionará el problema. El estado como tal, así como la misma esencia despótica del poder, no es fruto de las malas intenciones de hombres endemoniados; es el producto de un sistema social creado por los hombres. Ni los sectores favorecidos ni los sectores explotados, ni amos ni siervos, pueden modificar individualmente su relación dentro de un sistema que funciona independientemente de su voluntad. Por lo que el único remedio seria cambiar el valor del poder.

Conclusión:

Estamos concientes que cuando el poder se corrompe, y solo es empleado para la aplicación de un autoritarismo implacable, este debe desaparecer. Situación que cada vez se acentúan más a nivel mundial, pues los países que tienen el poder “pleno” lo ejercen autoritariamente, solo para favorecer sus intereses.

Por lo que la Unión Mundial [UM], al propiciar la capacidad de crecimiento económico para todos los países del mundo mediante la aplicación de la formula de igualdad, eliminará la absurda dependencia de la que esos países han venido siendo objeto.

El desarrollo local de Industrias acabara con el enorme desempleo y pobreza que se ha venido generando con esa globalización desvergonzada, que solo le ha permitido a quienes tienen el poder económico y tecnológico, llegar a estadios de satisfacción casi total.

Acabar con el poder que emana de la aplicación del Dinero, será otro de los objetivos de la Unión Mundial.


 

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