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DINERO - LA AUTODESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO

Antonio Morales Berruecos y Edmundo Galindo González



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CAPITULO II - El Crimen Organizado

• Corrupción.

Escribir sobre el tema de la corrupción es para nosotros un reto enorme, dado que la palabra “corrupción” debe ser sin duda la mas leída y escuchada todos los días del año a través de los medios de comunicación de todo el mundo, incluyendo la información proporcionada por los gobiernos e instituciones tan sobresalientes como la ONU y el Vaticano; compitiendo posiblemente con la palabra “Sida”, que todos sabemos es el nombre de una de las mas devastadoras enfermedades terminales que haya azotado a los humanos en los tiempos modernos.

De acuerdo a la Declaración de Lima de 1997, surgida de la Octava Conferencia Anti-corrupción que se llevó a cabo en Lima, Perú, se señala que la corrupción erosiona la base moral de toda sociedad.

Pero ¿que es la corrupción?, Veamos algunas sencillas definiciones:

– Acción o efecto de corromper

– En las organizaciones especialmente en la pública, practica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquella en provecho económico o de otra índole de sus gestores

¿Que es Corromper?:

– Sobornar a alguien con dadivas o de cualquier otra manera, pervertir o seducir a alguien, echar a perder, depravar, dañar, podrir.

Y finalmente ¿que es corrupto?

– Quien se deja o se ha dejado sobornar, pervertir o viciar.

Este es un mal no nuevo pues existe desde tiempos muy antiguos, sin embargo nos concentraremos en ver sus causas y efectos en la vida actual de estos vulnerables seres humanos, mismos que padecen esta plaga como uno de los malignos efectos de haber inventado con las mejores intenciones, al ahora bien conocido por todos con el nombre de “Dinero”.

Sin embargo, primero es digno de mencionarse el caso de corrupción ocurrido hacia principios de la era cristiana y que llevo a cabo un hombre llamado Judas Iscariote discípulo de Jesús quien a cambio de 30 monedas de plata, mediante un beso en la mejilla, entrega a su maestro a sus enemigos, lo que trajo consigo la muerte de este importante personaje en la cruz

Otro caso notable tuvo lugar el año de 1939 cuando el Papa en turno Pío XI tuvo a bien llegar a “acuerdos” con Benito Mussolini para proteger el territorio del Vaticano en Roma, y para mediante el pago de grandes sumas de dinero, permitir el usufructo de las propiedades del Vaticano en Europa por el nuevo Gobierno Fascista de Italia.

Un tercer caso muy sonado y reconocido por todos es el llamado silencio Papal a cargo de su santidad Pío XII, que duro todo el periodo de la segunda guerra mundial y hasta su muerte en relación con las atrocidades de Hitler y sus socios en toda Europa, cuya única explicación posible es que el precio de este silencio, fue la no violación de los intereses del Vaticano en Europa por parte de Hitler, sin que preocupara visiblemente a su Santidad la masacre de millones de inocentes Judíos y no Judíos.

Volviendo al tiempo presente, el Sida lleva cobradas 26 millones de vidas humanas en 24 años, mas otros 47 millones hoy enfermos de ese mal; mismo que será probablemente erradicado de la lista de las enfermedades en extremo crueles e incurables en poco tiempo, pues hay laboratorios prominentes compitiendo abiertamente por encontrar la cura y así ganar un mercado expectante que gustosamente pagara con mucho dinero el ansiado medicamento que generan incalculables ganancias al laboratorio ganador. Habrá solo que esperar que los gobiernos empleen estas vacunas en forma gratuita para aliviar a los enfermos desprovistos de “dinero” que son la gran mayoría. ¡Hay una esperanza!

Pero en cambio es muy difícil tener alguna esperanza para encontrar remedio para la corrupción galopante que reina en todo el mundo incluyendo narcotraficantes, operadores de cuello blanco, gobernantes, políticos, burócratas, y lavadores de dinero. A la vista no se percibe cura alguna, al contrario su avance es multiplicador e imparable. No se trata de un problema de un país o dos sino de 225 países que a la fecha se han identificado como participantes de éste cáncer de la economía global derivada del manejo frió, calculador e indiscriminado de intereses personales sobre los intereses de naciones enteras, sin que los gobiernos puedan hacer nada pues en la mayoría de los casos son parte del mal en sí.

La corrupción desconoce fronteras, religiones, gobiernos, y personas de todos los niveles sociales y opera como una infalible herramienta para abrir o cerrar puertas privadas o públicas, adquirir permisos para realizar actos ilegales, vender o comprar dentro o fuera de un país productos y servicios legales o ilegales, pero con prebendas favorables para un grupo o empresa en particular, para hacer la paz o la guerra, aniquilar pueblos enteros por hambre, asesinar en masa, provocar enfermedades contagiosas, envenenamientos masivos y hasta para legalizar ante la iglesia divorcios de matrimonios casados previamente por la misma, del mismo modo que la iglesia reconoce gobiernos dictatoriales, corruptos y sin escrúpulos, así como para admitir en hospitales a personas que quitan su lugar a otras con mas derechos a hacer uso de estos servicios, a vender en el mercado productos o medicamentos nocivos para la salud publica. La lista es tan basta que existen tomos dedicados a identificar todas las formas habidas y por inventar para defraudar y sobornar; mismas que son utilizadas por despachos de auditores y sectores de vigilancia y control del gobierno de EU.

Hoy en día existen multitud de organizaciones no gubernamentales ONG¨s, que dicen estar luchando a brazo partido para resolver muchos problemas que tienen los humanos, y así existen organizaciones de este tipo para el Sida, para los niños pobres, para los incapacitados, para los huérfanos, para las enfermas de cáncer de mama, para los solitarios y los viciosos etc. Y por supuesto existe también una organización para luchar contra la corrupción rampante, que lleva el cristalino nombre de “Transparencia Internacional” [TI]. Quienes apenas iniciaron actividades en el año de 1995 manteniendo información sobre el comportamiento de la corrupción en 102 países, publicando un índice anual donde se listan por orden del menos al más corrupto de este grupo; haciéndose evidente que donde hay mayor pobreza hay más corrupción, ocupando siempre los primeros lugares los países ricos, lo que no implica que estén limpios de culpa, simplemente la corrupción esta más controlada.

Mientras tanto las élites políticas y sus camaradas continúan aceptando sobornos a la menor oportunidad y junto con empresarios corruptos, están atrapando a naciones enteras en la pobreza, obstaculizando el desarrollo sostenible. Se perciben niveles peligrosamente altos de corrupción en lugares pobres del mundo, y también en muchos países cuyas empresas invierten en naciones en vías de desarrollo.

Los políticos usan cada vez más retórica en la lucha contra la corrupción, sin embargo no consiguen actuar en la implantación de medidas drásticas contra este flagelo, para lograr romper el círculo vicioso de la pobreza y el soborno. De estos 102 países, el 70% de ellos obtuvo una calificación menor a 5 sobre una escala de diez en el 2002, reflejando lo anterior el altísimo nivel de corrupción entre políticos y funcionarios públicos.

Las élites corruptas en los países en vías de desarrollo, trabajan de la mano con los ávidos empresarios e inversionistas sin escrúpulos, anteponiendo su interés al del bienestar de los ciudadanos y del desarrollo económico de sus países. Desde talas ilegales, hasta diamantes manchados de sangre. Podemos ver con gran amargura el brutal saqueo de la tierra y de su gente sin importar su futuro.

Como ejemplo, se perciben altos niveles de corrupción en Indonesia, Kenya, Angola, Madagascar, Paraguay, Nigeria y Bangladesh, países que obtuvieron una calificación menor de 2. Con menor nivel de corrupción y una calificación por encima de 9 están en su mayoría naciones ricas, como Finlandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Islandia, Singapur y Suecia teniendo una característica común, cuentan con un número muy limitado de habitantes.

Durante el año 2002, se pudo observar que la confianza en la democracia, sufrió un gran revés. En gran parte de Sudamérica, el soborno y el mal gobierno le restaron credibilidad a las estructuras democráticas que aparecieron después de gobiernos militares; Argentina donde se hace visible que la corrupción ha aumentado, se une a Panamá, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Haití y Paraguay todos ellos con una calificación menor de 3.

Mientras que algunos países en transición del comunismo, se perciben menos corruptos en particular Eslovenia que obtuvo una mejor calificación, otros de la antigua Unión Soviética continúan agobiados por la corrupción en gran escala. Las recientes medidas tomadas por el Presidente ruso Vladimir Putin para introducir reformas fiscales y nuevas leyes para luchar contra el lavado de dinero, comienzan a mostrar la posibilidad de una disminución en la corrupción de su nación. Pero esta aun tiene un largo camino que recorrer pues sigue a la par de Uzbekistán, Georgia, Ucrania, Kazajstán, Moldavia, y Azerbaiján con una calificación de 3 sobre 10.

Es importante subrayar que este índice a pesar de incluir solo 102 países, es únicamente una fotografía momentánea que cubre apenas la mitad de las 208 naciones “soberanas” que hay en el mundo, por lo que no se cuenta con información suficiente sobre los 106 países restantes que muy probablemente son bastante corruptos.

Además este índice se complementa con las fuentes de soborno que señalan a las compañías exportadoras que son propensas a sobornar economías emergentes como son Rusia, China, Taiwán y Corea del Sur, seguidos de cerca por Italia, Hong Kong, Malasia, Japón, Estados Unidos y Francia, a pesar de que estos países firmaron en la Convención Anti–soborno de la OCDE, la cual califica de ilegal el soborno de funcionarios públicos extranjeros.

Los 102 países que monitorea TI [Transparencia Internacional], cubren 5,674 millones de seres humanos o sea el 90% del total del mundo.

Todo parece indicar que la corrupción es parte del cuerpo del hombre así como su piel es su envoltura, lo que nos lleva a concluir que esta seguirá existiendo mientras viva el elemento que la nutre y la fortalece cada día, el “maldito dinero”.

Es por otra parte muy injusto que todo un país completo se le liste como corrupto cuando los que delinquen son un minúsculo grupo de los malos ciudadanos de los mismos.

Son muchos los hombres ilustres que se han expresado literariamente en relación a la corrupción, mencionamos a continuación a Jaime Balmes en un párrafo de su obra El Criterio:

“El hombre presenta a cada paso tan extraña mezcla de nobleza y degradación, de grandor y pequeñez, de bien y de mal, que no es fácil concebir como un ser de tal naturaleza haya sido obra de Dios”

Ernesto Sabato El escritor argentino advierte del rumbo de una sociedad moderna elevada sobre el desprecio a los valores comunitarios, sesgada por el individualismo, habitada por un hombre "angustiosamente perdido entre multitudes cuyos valores no conoce, o cuya historia apenas comparte." Se manifiesta como testigo de un mundo en el cual, la dignidad, el desinterés, la honestidad, el honor, la solidaridad, la belleza, el respeto por los demás, la palabra del hombre y la vergüenza, conforman un cúmulo de valores en desuso; donde la pérdida de esta última contribuye a esfumar los límites entre el bien y el mal.; donde la cultura se encuentra empobrecida y la imaginación atrofiada; donde el dinero ocupa una posición preponderante entre los valores de la sociedad, configurando un ámbito próspero para la corrupción.

Ahora bien, todo lo anterior es muy general e insuficiente en tratándose de un pecado - delito - universal, cuya existencia es permanente, aunque no siempre es reconocida su corrupción por todos los practicantes o victimas del mismo. Por lo tanto es necesario ilustrarlo todo con muy selectos pecados – delitos, específicamente originados o respaldados por el dinero, dado que se cuenta con infinita variedad de delincuentes.

Cabe mencionar que cada minuto que marcan los relojes del mundo nacen 245 bebes inocentes, simultáneamente a este hecho; seguramente esta cantidad será sobrepasada por los delitos de corrupción, ya que no hay nadie en el mundo que lleve un registro de estas corruptelas.

Entonces se requiere establecer una guía o línea para la discusión de este pecado - delito, que abarque los más monstruosos efectos por su dimensión geográfica y/o dimensión económica o por el número de bajas o muertes causadas, siempre sobre la perspectiva del uso corrupto del dinero.

Así las cosas, podemos identificar o demarcar globalmente, los siguientes grandes grupos de corrupción:

Genocidas, Guerras, Defraudadores Financieros, Políticos corruptos, Lavadores de Dinero, Narcotráfico, Crimen Organizado, Prostitución de hombres, mujeres y niños.

Si el 67% de los países del mundo son considerados corruptos por Transparencia Internacional ¿Cuantas personas podrían identificarse bajo el mismo rubro dedicadas a, participantes en, dirigentes de, o simplemente cerebros malignos de este pecado – delito?

Pues son muy pocas o casi insignificantes en proporción a los 6,500 millones de humanos existentes o sobre el numero total de las victimas de sus atrocidades.

La cantidad de Atilas, Gengis Khans, Hitlers, Mussolinis, Stalins, Husseins, Cadafis, Francos, Pinochets, Capones, Castros, malos Papas, infinidad de presidentes y gobernadores, incluidos los bandoleros de cuello blanco de los cuales es muy difícil su identificación individual pues aun conociendo y publicando sus nombres no significan nada para el común de las personas incluyendo sus victimas, ni nada dentro del total de habitantes del mundo; Sin embargo todos ellos y algunos más, han provocado la desaparición, muerte y corrupción de grandes grupos humanos.

Conclusión:

Si damos por cierto que la corrupción es parte del cuerpo del hombre así como su piel es su envoltura, la posibilidad de extirparla es todo menos que imposible. Sin embargo, nosotros no creemos en tal afirmación, creemos que la corrupción en la vida del hombre, que nace inocente, es una educación, por cierto una muy mala educación que aprende de otros ya inmersos en ella sin importar su edad, o condición social o económica.

Son infinitos los ambientes y condiciones para que el hombre se contagie del mal, así, como la cantidad de razones ciertas o falsas que lo hacen auto justificarse ante otros o ante sí mismo de los daños morales y materiales que ocasione su mal proceder.

Se cambia la honradez que se posee de nacimiento, por la corrupción que se aprende en la vida, perdiéndose fatalmente en este proceso, peor aun, contagiando a otros que pueden ser solo una familia o sumar miles o millones de gentes. Este contagio afecta no solo el orden moral de la sociedad, sino que repercute en la perdida de vidas humanas provocadas por la desmesurada ambición de dinero, pues hemos aprendido que éste por si mismo no vale nada.

La única posible cura promovida por la Unión Mundial para esta calamidad inventada por el mismo hombre, será la erradicación de la causa, el maldito dinero, para que como consecuencia de ello se elimine su efecto, la corrupción.

Más no debemos de olvidar que el hombre al no tener ya el dinero que lo motive a corromperse, con su imaginación e inteligencia, será capaz de reconvertir sus malas andanzas.


 

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