LOS IMPUESTOS COMO INSTRUMENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA EN MÉXICO

LOS IMPUESTOS COMO INSTRUMENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA EN MÉXICO

Luis Alberto Jiménez Trejo (CV)

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CAPÍTULO III. LOS IMPUESTOS EN AMÉRICA, EUROPA Y ASIA.

En este capítulo se retomarán conceptos generales de los impuestos para caracterizar al sistema tributario en algunos países de América, Europa y Asia, concluyendo este trabajo, en el siguiente capítulo, con el caso de México.

Empezando con la argumentación teórica, podemos decir que cualquier gobierno cuenta principalmente con dos fuentes de ingreso: los ingresos tributarios y los no tributarios. Dentro de los primeros destacan contribuciones como: • Impuestos (como el impuesto a las bebidas alcohólicas, el impuesto al valor agregado y el impuesto al ingreso).

• Derechos (como los pagos que se hacen por extraer petróleo, o al adquirir un permiso por alguna concesión).

Dentro de los ingresos no tributarios, destacan: • Venta de bienes y servicios que provee (gasolina, agua, electricidad, etc.).

• Deuda o ingresos por financiamiento, que se tienen que pagar en un futuro.

Partamos de la idea de que conocer la forma de obtener ingresos por parte de un gobierno nos dice mucho sobre la relación entre éste y la sociedad, pues ilustra qué sectores sociales y bajo qué condiciones lo financian mayoritariamente, analicemos algunos casos particulares:

3.1.-Los Estados Unidos de América.

Los gobiernos federal, estatal y locales en Estados Unidos son estructuras inmensas que requieren montos muy grandes de dinero para operar y mantenerse. Es por esta razón que existe un complicado sistema de impuestos que se debe pagar nacional y localmente.

El sistema impositivo del Gobierno Federal de Estados Unidos es de naturaleza progresiva, esto quiere decir, que mientras más dinero se genere, más impuesto se pagará.

El cumplimiento del pago de impuestos es tomado muy seriamente ya que es una obligación de todo ciudadano o residente, temporal o permanente, que genere ingresos. Es administrado y controlado de manera muy estricta a través del Internal Revenue Service, (IRS, por sus siglas en inglés). Su presentación anual requiere por lo general de la contratación de expertos en impuestos tanto para las empresas como para las personas físicas.

Es muy importante que se utilicen los formatos del año en curso ya que las leyes de impuesto y las planillas cambian constantemente. Si se ha vivido 180 días seguidos en territorio norteamericano, independientemente de la situación migratoria que se tenga, el IRS interpretará que para efectos de imposición, se es residente y por lo tanto se deberá pagar impuestos de cualquier ingreso que se haya obtenido.

De la misma manera como funciona en muchos países, si se trabaja para otra persona o para una compañía es obligatorio hacer el estimado de retención que se irá pagando cada mes, además de la declaración anual.

Los porcentajes anuales que se pagan varían según el monto total de los ingresos obtenidos. Por ejemplo, si se obtuvieron menos de US $25, 750 se pagará un 15% de impuesto, mientras que quien obtuvo ingresos por encima de US $283, 150 pagará un 39,6% de impuesto.39 Se pueden declarar deducciones por número del grupo familiar, pago de impuestos estándares, gastos médicos, intereses de hipotecas, donaciones caritativas, pago por cuidado de niños, pérdida en inversiones, pago de matrículas educativas, intereses sobre préstamos educativos y gastos de negocios.

Adicional al impuesto federal, en la mayoría de los estados se deberá pagar el impuesto estatal y en algunas regiones se pagan impuestos locales o municipales. Alaska, Florida, Nevada, South Dakota, Texas, Washington y Wyoming no cobran impuestos locales.

También existe el denominado “Sales Tax” o impuesto a las ventas, que varía en sus condiciones y porcentajes en cada estado. El promedio se ubica entre 5 a 8.75%, dependiendo de la ciudad o el tipo de producto o servicio adquirido. Alaska, Delaware, Montana, New Hampshire y Oregon no cobran este impuesto.40 Es importante considerar que además de todo lo anterior, la empresa o empleador retiene un 6,2% del sueldo para el Seguro Social, un 1, 45% para el Medicare y que en los Estados Unidos de América el impuesto al consumo es en una tasa general del 6%, no se manejan productos con tasa cero ni exentos.41 39 Página web del Internal Revenue Service, Department of Treasure, US Federal Goverment.

http://www.irs.gov.individuals/index.html 40 http://www.mequieroir.com/vivir/usa/descripcion.html 41 Op cit, www.irs.gov.us

Un ejemplo de la falta de conocimientos de la legislación fiscal federal de la población residente en Estados Unidos, es el caso en que millones de personas pagan a sus nanas, niñeras o a instituciones especializadas para que cuiden a sus hijos, pero no todos aprovechan los alivios fiscales que la ley fiscal norteamericana prevé para el consumo de estos servicios.

"Un crédito de impuestos muy bueno, y que desafortunadamente no es muy utilizado por las familias hispanas, es el de Gastos de Cuidado de Menores y Dependientes", explica el administrador y asesor de impuestos Fabián Vengoechea42, de la firma ABS Income Tax, con sede en Houston.

No obstante, como los mismos gastos no pueden aplicarse a la vez para este crédito y para deducciones por gastos médicos, el contribuyente debe escoger cuál manera resulta más ventajosa para sus impuestos.

Pueden considerarse como gastos los pagados a jardines de infancia, guarderías y programas de cuidado en horario extraescolar.

Algo que muchos desconocen es que los pagos para campos de verano que toman los niños en vacaciones mientras los padres trabajan pueden contemplarse para este crédito, aunque no aquellos campos donde se quedan a dormir fuera de casa.

Pasando a otro punto, la política fiscal de la administración de George W. Bush ha estado marcada por tres reducciones de impuestos. En el terreno de la economía ha sido casi su principal y casi única política económica. Se considera desde la perspectiva oficial que estas disminuciones deben estimular el crecimiento económico, si los recortes de impuestos se traducen en inversiones y mayores gastos de consumo, en lugar de reducir el crecimiento 42 ARN, Richard, ABS Income Tax, Artículo de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE), USA, 2004.

de la economía debido a la posible subida de las tasas de interés, que podría ocurrir si el tamaño del déficit y la deuda federal con respecto a las dimensiones de la economía desvían financiamiento del sector privado43.

El último programa de reducción de impuestos, firmado por el Presidente Bush el 28 de mayo del 2003, --denominado “paquete de crecimiento de 350 mil millones de dólares”-- aprovechó la victoria militar en Irak para reducir la resistencia de los críticos en el Congreso y aunque el éxito fue apretado, debe considerarse como un primer paso en el camino de su campaña electoral. Se ha estimado que debe aportar indirectamente unos 210 mil millones de dólares entre el 2003 y el 2004, dándole un impulso adicional al mercado.44 En esta reducción de impuestos se considera que el Presidente se ha interesado más en reducir impuestos, que en realizar cambios estructurales en el sistema impositivo.

Las corporaciones del llamado complejo militar industrial, financiadas por el Estado mediante fabulosos contratos que abarcan la investigación, desarrollo y producción de armas.

Además, en términos macroeconómicos un aumento en el gasto de defensa significa un estímulo al crecimiento, más importante aún por las debilidades presentadas por el sector privado.

Desde el punto de vista de la política económica, la administración de Bush tiene limitados márgenes de maniobra. Las tasas de interés se encuentran a niveles muy bajos y tampoco puede pensarse en agregar otros recortes de impuestos a los ya realizados, que por demás no han estimulado la recuperación como para alentar suficientemente la creación de empleos.

Los aumentos en los gastos para la defensa, en más de 15 mil millones en el año fiscal 2004 con relación al ejercicio anterior son importantes en términos relativos, pero apenas impactan el crecimiento del PIB en el último trimestre del 2003 en 0.16 por ciento.47 Por el momento, los gastos de defensa de 348 mil millones de dólares en el 2002 y los estimados de casi 400 mil millones en el año fiscal 2004, constituyen magnitudes relativamente tolerables por una economía del tamaño de la norteamericana.

Según los cálculos de la Oficina de Administración y Presupuesto del Departamento del Tesoro estos gastos representan entre 3.4 y 3.5 % del PIB de Estados Unidos, mientras el déficit sería -2.8 y -2.7 % respectivamente con respecto al mismo macroindicador del producto.48 47 Department of Treasury. The Budget for Fiscal Year 2004. “Summary Tables”. Washington D.C., p. 311; Business Situation. Survey of Current Business, March 2004. Table 1, p.1.48 Ibidem.

En el ámbito de los Estados de la Unión, la política gubernamental ha derivado en una crisis presupuestaria bastante más sensible políticamente, que la administración observa con cierta indiferencia, al menos si no llega a tener mayores repercusiones en el plano electoral. De acuerdo a la “Nacional Conference of State Legislature” los Estados, de conjunto, enfrentan una carencia de ingresos ascendente a 21.5 mil millones de dólares en el año fiscal 2003, la mitad de los cuales están concentrados en dos Estados: California y Nueva York.49 Ello se debe a que excepto Vermont, todos los estados tienen que balancear sus presupuestos. Ello implica reducir los gastos estatales, o aumentar los impuestos. Las medidas son dolorosas. La mitad de las escuelas de los distritos de Oregon están pensando en reducir el año docente. Muchos Estados están considerando disminuir el financiamiento a las escuelas y aumentar el costo de la matrícula en las universidades estatales. Cerca de 1.7 millones de personas han perdido, o están por perder, los subsidios médicos estatales.50 La próxima década el problema podría ser sumamente grave y la Oficina Presupuestaria del Congreso estimaba que el déficit fiscal podría llegar a ubicarse entre 4 y 4.5 billones de dólares.51 Ahora se analizará un caso de impuestos municipales en Estados Unidos, para ello se considerará el recientemente aprobado informe sobre la reforma fiscal de la ciudad de Filadelfia.

La Comisión de Reforma Tributaria de Philadelphia fue creada, gracias a la votación de casi 170,000 ciudadanos, con el fin de recomendar métodos para la reducción de los impuestos de los residentes, empleados y negocios de la Ciudad de Filadelfia. En octubre de 2003, la Comisión votó 14 a 1 por una reforma integral de la estructura tributaria.

Los 15 Comisionados y los 23 miembros del Comité Asesor, un grupo de miembros con antecedentes y perspectivas diversas, dedicó 10 meses y más de 10,000 horas a la revisión integral de la estructura tributaria de la Ciudad.

La Comisión estuvo de acuerdo con el magistrado de la Corte Suprema de los Estados Unidos, John Marshall, en que el poder de imponer gravámenes conlleva el poder de destruir. En Filadelfia, las altas tasas tributarias y la inusual mezcla de impuestos han contribuido a la pérdida de más de 250,000 empleos y más de 430,000 residentes desde 1970.

Se piensa que la reforma tributaria transformará la economía de la ciudad e incrementará la prosperidad en la región. Para ello se proveerá una estructura tributaria justa y simple, impuestos sobre bienes inmuebles que reflejen el verdadero valor de la propiedad, impuestos más bajos sobre el ingreso personal, y la eliminación de onerosos impuestos a los negocios sobre sus ventas y ganancias. Por sobre todo, se plantea una estructura que no inhibe ni impide la prosperidad económica.

En el proceso de elaboración de estas recomendaciones, la Comisión fue guiada por los principios de competitividad, equidad, estabilidad, neutralidad, simplicidad.

Tan solo ocho de las veinte ciudades más grandes de los Estados Unidos cobran impuestos locales al ingreso personal. En Filadelfia, la tasa es del 4.4625 %, lo cual es más de dos veces el promedio. El Plan Financiero a cinco años de la Ciudad demuestra que la brecha entre el crecimiento del empleo y el crecimiento en el resto de Estados Unidos se redujo significativamente después de que la ciudad comenzara a reducir los impuestos al ingreso de manera incremental en 1996.

Uno de los varios análisis econométricos realizados para la Comisión52 indica que la reducción de impuestos locales a los negocios y al ingreso genera incrementos sustanciales en las tasas de empleo, en los ingresos de los residentes, en la actividad comercial y en el valor de las propiedades.

En resumen, existe abundante y diversa evidencia para concluir que reducir la dependencia de la Ciudad en los impuestos al salario y a los negocios podría incrementar significativamente el tamaño de la economía y mantener los ingresos tributarios suficientes para financiar los servicios públicos requeridos.

El Presidente Bush ha sido un fiel seguidor de Reagan, eliminando el impuesto a la herencia, ofreciendo amplio alivio fiscal a las grandes empresas y designando para la Junta Nacional de Relaciones Laborales y la justicia federal a funcionarios abiertamente hostiles a los sindicatos.

En estos momentos de efervescencia política en los Estados Unidos, la influencia de la situación económica sobre los resultados electorales es un tema complejo, que no sólo depende de la profundidad de los problemas y contradicciones acumuladas en el sistema, ni de la idoneidad de las políticas y propuestas enunciadas para superarlas, sino también de las expectativas formadas en la mente de los electores mediante la manipulación de la realidad ejercida por los grupos dominantes a través del control de los medios de información y el contexto político ideológico en que se realiza.

El efecto de las políticas económicas aplicadas al menos hasta la primera mitad del 2003 ha tenido un impacto limitado y quizás hasta contraproducente en lo que respecta a la necesidad de creación de empleos y la política impositiva, que al parecer ha dificultado dicho proceso.

En el corto plazo sólo la política fiscal y en particular los gastos propuestos por el Presidente pueden surtir algún efecto estimulador, si bien el ascenso del déficit fiscal puede ser objeto de críticas, como se pudo apreciar con la propuesta de 87 mil millones en gastos de post guerra para Afganistán e Irak.