ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

Víctor H. Palacio Muñoz
Miguel Ángel Lara Sánchez
Héctor M. Mora Zebadúa

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1.2 La crisis de 1971-1973

Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se caracterizaron en general por una expansión de la economía capitalista.

Dos fueron los motores principales que explicaban esta situación: el proceso de reconstrucción de los países europeos y el japonés, que fueron los escenarios de la guerra imperialista y donde la economía norteamericana era la principal fuente de exportación de mercancías y de capitales; y el desarrollo de la automatización de los procesos de trabajo llevada a su máxima expresión con el fordismo, que se propagó a escala mundial en las principales ramas económicas y corporaciones multinacionales.

La fase expansiva del ciclo de larga duración llegó a su punto máximo en la segunda mitad de la década de los sesenta del siglo XX.

La crisis que se avecinaba comenzó a manifestarse en el descenso de la producción en Francia, en 1963-1964; también lo hizo poco después y hasta 1967 en Alemania, cuando cayó en -0.2% produciéndose la devaluación de la libra esterlina en ese año.

Asimismo, cae la producción en Inglaterra e incluso en la potencia hegemónica, los Estados Unidos en un orden del 2.6 y 3.6 puntos porcentuales, respectivamente.9

Es entonces cuando el imperialismo norteamericano recurre nuevamente a la guerra para revertir tal situación, desatando la mayor de las invasiones militares en Vietnam des pués de Segunda Guerra Mundial, induciendo una nueva fase expansiva de la producción que duró hasta mediados de 1969, con lo que artificialmente prolongó el crecimiento de la producción.

Esta situación no pasó de ese año, pues ya para 1970 la economía norteameri cana tuvo una contracción severa que la llevó a invertir su crecimiento, pues cayó al -0.05%.

Sin embargo, para la economía capitalista en su conjunto el auge económico se pre sentó en 1967, lo que produjo la creación de numerosos excedentes que inmediatamente se destinaron hacia las actividades especulativas, que cobraron impulso desde 1968.

Para ese momento la tasa de ganancia ya había comenzado a desplomarse en las principales economías capitalistas y se abandona la paridad del dólar, comenzando un período de revalua ción de algunas monedas europeas y del yen japonés, las que entran a un régimen cambia rio de flotación.

El sistema monetario entra en crisis cuando finalmente cae el dólar de mane ra pronunciada durante 1970-71, al registrar la economía norteamericana un déficit de cerca de 10 mil millones de dólares.10

Tras un ligero repunte de la producción mundial en 1973, nuevamente se produce una caída mayor y el estancamiento más pronunciado durante 1974-75, que lleva a la tasa de ganancia mundial al mayor de sus colapsos desde la crisis de 1929-33.11

Por vez primera en la historia del desarrollo capitalista las crisis productivas de las economías imperialistas se sincronizan en el tiempo, para convertirse en una crisis general de la reproducción del capital; también se produce una crisis de las materias primas, deriva da de los altos precios del petróleo y del desplome de la producción agrícola y minera.

El estancamiento de la producción mundial esta ocasión va acompañado de un fuerte proceso inflacionario que empobrece los niveles de vida de las clases trabajadoras y merma significativamente su poder adquisitivo, conocido como estagflación.

La sobreproducción de mercancías que se fue acumulando desde los años de prosperidad y auge de mediados de los sesentas se acentuó con las políticas inflacionarias, pues redujeron aún más los niveles del consumo masivo de la población.

Y, al igual que en la crisis de 1929-33, el impacto en el desempleo fue mayor, pues su tasa brincó del 3.5% en 1969, al 6% en 1971, lo que elevó el número de obreros desocupa dos a 15 millones de trabajadores a partir de 1974.

Por el lado del sistema financiero mundial, se desploma la base de su sustentación al abandonar el dólar la convertibilidad con el oro, arrastrando tras de sí al sistema monetario.

La especulación, iniciada desde el año 1968, cobró fuerza en 1972-73, provocando crisis en los mercados de valores; “… se ahonda el desequilibrio monetario y de balanza de pagos y aumentan en espiral el rédito bancario y las deudas públicas (y) privadas.”12

De esta crisis generalizada se consolida la empresa multinacional como la nueva célula de la reproducción del sistema capitalista, se ponen los cimientos para la integración planetaria de las principales ramas de la economía, se produce el tránsito hacia una nueva revolución del proceso de trabajo, que va abriéndose paso entre el agotamiento de las for mas tayloristas y fordistas, cuyo pivote lo tenemos en la creciente automatización del trabajo mental y de manera particular en las tareas de control de la producción a base de computadoras.

Fuera de la órbita de la producción, tras entrar en crisis el sistema monetario basado en los acuerdos de posguerra, comienza la reconstrucción de un nuevo sistema basado en la libre flotación de las monedas y que se convertiría posteriormente en un mecanismo formi dable de extracción de plusvalía de países y regiones enteras a los centros imperialistas, sobre todo a los Estados Unidos.

Las variaciones del tipo de cambio serán en adelante otro de los instrumentos esenciales manipulados desde estas potencias.

Asimismo, producto de la crisis de los años setenta del Siglo XX, el capital financiero, y de éste sobre todo su com ponente especulativo, crece en tales magnitudes, que rebasa con creces el capital dedicado a la producción.

Se convierte en una potencia económica autonomizada que periódicamente domina y somete a su capricho la esfera de la producción, como lo vimos posteriormente en la crisis financiera de 1997.