ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

Víctor H. Palacio Muñoz
Miguel Ángel Lara Sánchez
Héctor M. Mora Zebadúa

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TERCERA PARTE. LA ECONOMÍA MEXICANA BAJO LA ADMINISTRACIÓN PANISTA

Este apartado se ha destinado al análisis de la economía mexicana, la crisis que en su inter ior viene gestándose desde hace algunos años, producto de un largo periodo de estanca miento económico, y el esbozo de algunas alternativas ante la misma.

1. Balance económico de siete años de “cambio”

1.1 La producción

El crecimiento anual promedio del PIB entre 2001 y 2007 fue de 2.3% (INEGI, 2008).

Este crecimiento fue posible con una TMCA (tasa media de crecimiento anual) de acumulación de capital de 3.7% entre 2001 y 2007 (INEGI, 2008).

Para que la economía tenga capacidad de crear empleos y generar niveles de bienestar social adecuados, se necesita un crecimiento anual de 7% del PIB, con tasas incrementales de más del 10% en la acumulación de capital.

Evidentemente esto no pasa por los cerebros de las autoridades de Hacienda.

El crecimiento sectorial en promedio anual en los mismos años fue como sigue: sec tor agropecuario, 2.0%; sector industrial, 1.1 %; y sector comercial y de servicios, 3.1% (INEGI, 2008).

Véase como lo prioritario siguen siendo el desarrollo de las actividades im productivas.

Pero, al mismo tiempo, la actividad agropecuaria sirve de palanca para jalar, aunque sea mínimamente, al resto de la economía.

Este crecimiento, vinculado a la política macroeconómica de estabilidad fundamenta da en disciplina fiscal, política monetaria restrictiva y apreciación cambiaria, ha traído como consecuencia una caída del mercado interno y generación de distorsiones en la tasa cambio y en la tasa de interés, con lo que se actúa a favor del capital financiero en detrimento del ámbito productivo, afectando así la competitividad de la producción nacional y su rentabili dad.

En este sentido, deben destacarse dos elementos fundamentales: la primacía del capi tal financiero, como ocurre en todo el mundo, y un estancamiento económico de 8 años de gobierno de la derecha que no atina por dónde caminar y, ante la crisis que se avecina, tam poco genera los mecanismos que permitan sortearla con menos dificultades.

De esta manera, las importaciones desplazan a la producción nacional: las importa ciones crecen más que el PIB y, por tanto, aumenta más la importación de todo tipo de bie nes: la TMCA del PIB en el periodo fue de 2.3%; en tanto que el total de las importaciones creció 7.2%, las importaciones de bienes de consumo lo hicieron en 11.5%, los bienes inter medios en 6.9% y los bienes de capital 5.7% (Banxico, 2008).

Al mismo tiempo, se frena la producción manufacturera nacional, la cual tuvo una TMCA de 1.3% en el mismo periodo (INEGI, 2008).

Por otra parte, las exportaciones han fungido como el sector más dinámico y al que más le ha puesto interés el gobierno en turno: su tasa de crecimiento anual fue de 7.5%, apenas por arriba del 7.2% de las importaciones.

Sin embargo, esto no se ha traducido en mayor producción manufacturera, ni en mayor empleo, ni en mayor dinámica económica; al contrario, se da un proceso de transferencias hacia el exterior dado que el crecimiento por bienes de consumo e intermedio es mayor que el de las exportaciones

Ello ha llevado a que las exportaciones no se traduzcan en aumento de la inversión (4.3% de TMCA), ni del consumo (3.1%), ni del PIB (2.3%) (INEGI, 2008).

Las importaciones de bienes de consumo aumentan más que las de bienes de capi tal, con lo que se actúa en detrimento de la producción nacional de estos bienes, por lo que se desestimula la inversión, de ahí que caiga la demanda por importaciones de bienes de capital.

Con todo esto no se aseguran efectos multiplicadores internos a favor de la esfera productiva, ni se incrementa la productividad, la competitividad, no hay sustitución de impor taciones, ni se disminuye el déficit del comercio exterior manufacturero, y los requerimientos de entrada de capitales.

Así, al rezagarse la industria manufacturera y la agricultura, la economía se coloca en una situación de mayor fragilidad, pues no tenemos niveles de producción y competitividad frente al exterior, lo que obliga al predominio de políticas monetaria y fiscal restrictivas para frenar el crecimiento de la demanda, para evitar fuertes presiones sobre precios y sobre el sector externo que puedan desestabilizar el tipo de cambio.

De esta forma, la economía se ha reestructurado en contra de la esfera productiva y de la llamada economía real (formal), dando paso a una gran expansión del sector financiero y de la economía informal y del nar cotráfico, lo que atenta sobre el crecimiento económico en el corto, mediano y largo plazo dado que nos coloca en un contexto de menor competitividad frente al exterior y de mayor vulnerabilidad frente a las variables externas.

Si de un sector beneficiado en 7 años de gobierno panista se trata, lo encontramos en el capital financiero al observar que el importe de las transacciones realizadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvo una tasa anual de 18.4% (INEGI, 2008).

O sea, el capital ficticio, especulativo, fue el ganador en estos años.