ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

Víctor H. Palacio Muñoz
Miguel Ángel Lara Sánchez
Héctor M. Mora Zebadúa

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3. Las Crisis Financiera y productiva actuales

3.1 Período de incubación

De las crisis anteriormente expuestas se confirma que las actividades especulativas al seno del capital financiero se producen en las épocas de prosperidad y auge del ciclo del capital productivo.

Sus burbujas estallan justo cuando la economía se encuentra entre la caída estrepitosa de la tasa de ganancia y el estancamiento productivo20.

Y esta ocasión no fue distinta.

Veamos:

Cuando la economía mundial entró en la fase recesiva después de la crisis de 1929 33, bajo la administración de Roosevelt y en el contexto de su política económica llamada New Deal, que ponía el acento en la intervención gubernamental para incentivar la econom ía, se fijaron las bases para evitar que los ataques especulativos del capital financiero daña ran nuevamente la reproducción del capitalismo en lo sucesivo.

De esta forma surgieron el Acta Glass-Steagall de 1933, la Home-Owners Loan Corporation (HOLC), también en ese año; “la Securities and Exchange Comision en 1934, la aprobación de la Social Security Act en 1935 y el establecimiento de la Federal National Mortgage Association, ahora familiar mente conocida como Fannie Mae, en 1938”21.

Todos estos acuerdos e instituciones tenían como propósito la regulación del funcionamiento del capital financiero para evitar un colapso como el presentado en esos años y fueron eficaces hasta que se presentó la crisis general de los años setenta, porque el abandono de la convertibilidad de las monedas (del dólar, principalmente) por oro (rompimiento de los acuerdos de Breton-Woods) colapsó el sistema monetario internacional y rompió parte de las ataduras para la notable expansión del capital financiero.

Por otra parte, las dimensiones de este capital para los años 80 del siglo anterior comenzaron a ser extraordinarias, de modo tal que desde entonces rebasan con creces el valor global de la producción mundial, fenómeno al que se le bautizó como financiarización.

Para fines del siglo XX el peso del capital financiero mundial empujó hacia la demoli ción de las barreras legales que impedían su libre movilidad.

Tocó al Congreso de los Esta dos Unidos bajo la administración de Bill Clinton la derogación de las barreras a la especula ción financiera que se levantaron en la Gran Depresión de los años treinta.

En 1999 fueron sustituidas por el Acta de Modernización de los Servicios Financieros (Gramm-Leach Bliley Act), que concentraron un gran poder en los grandes capitales que controlan la bolsa de va lores de Nueva York.

“Los bancos comerciales, las firmas de broker, los inversores institucionales y las compañías de seguros podían invertir libremente en cualquier negocio e integrar completamente sus operaciones financieras”22, e incluso podían moverse en los mercados financieros minoristas, donde se podía diversificar la actividad especulativa, de tal suerte que este puñado de gigantes financieros tiene ahora en sus manos la capacidad de control del capital financiero no sólo de los Estados Unidos, sino además una incidencia determinante a nivel mundial.

Con estas reformas de 1999 la capacidad regulatoria y de supervisión de la Junta de la Reserva Federal de los Estados Unidos se desvaneció y ahora está virtualmente dominada por Wall Street; ahora son estos capitales quienes determinan la estructura de las tasas de interés a su medida y se valen de este poder para entrar en los mercados de servi cios financieros de los países en desarrollo y consolidar una posición hegemónica en la ban ca mundial, eclipsando y finalmente desestabilizando los sistemas financieros de Asia, Lati noamérica y Europa Oriental…”23 Un ejemplo claro de ello lo tenemos en México, donde la banca comercial y los servicios financieros en general pasaron a ser propiedad de las corporaciones financieras multinacionales y donde se vendió el banco más grande al Citigruop sin pago de impuestos.

Estas reformas a la legislación estadounidense le dieron nuevos bríos a lo que ya en los hechos se presentaba desde años atrás: la concentración y centralización del capital en un puñado de grandes empresas financieras.

A las reformas de 1999 sobrevino la crisis de 2000-2001, que reveló una fuerte actividad especulativa cuando colapsaron los valores de las acciones (los índices NASDAQ) de las empresas tecnológicas.

Corporaciones como EN RON y algunas del sector de telecomunicaciones salieron raspadas en esa ocasión.

Y desde entonces se fraguaron los cimientos del nuevo ciclo especulativo: el aliento de la construcción inmobiliaria.

Al igual que en la crisis de 1929-33, se comenzó a especular con los títulos hipotecarios de los bienes raíces.