ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

Víctor H. Palacio Muñoz
Miguel Ángel Lara Sánchez
Héctor M. Mora Zebadúa

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2.3.2 Costos laborales, productividad e ingresos

A pesar de que la información con que contamos es oficial y adolece de rigor, la tendencia general de los salarios para las economías desarrolladas es hacia la baja, como se puede observar en el Cuadro 3, que registra el costo unitario de la fuerza de trabajo en la industria manufacturera; esto no hace sino confirmar la tendencia ineludible del capitalismo hacia la reducción de las percepciones salariales de la clase obrera.

Sólo en 2001, año de crisis, los costos salariales de la industria manufacturera au mentaron el 2%, para caer en lo sucesivo hasta 2005, con tasas negativas.

En el auge económico de 2006 aumentaron ligeramente y volvieron a caer en la crisis de 2007.

Durante la crisis de 2001 los costos salariales en este sector aumentan en las economías imperialis tas.

Se reducen en los períodos de reanimación y prosperidad, incluso a tasas negativas y vuelven a aumentar ligeramente en el auge de 2006, para nuevamente disminuir al año si guiente.

Para el caso de los Estados Unidos, los costos de la fuerza de trabajo caen durante la crisis y el estancamiento 2001-2002, aumentan ligeramente en 2003 y registran tasas nega tivas en los dos años siguientes.

Aumentan ligeramente en la fase más dinámica del ciclo productivo y caen de nuevo en la crisis de 2007.

En los años de crecimiento económico de los Estados Unidos se reducen los costos de la mano de obra y aumenta la productividad del trabajo (con excepción de 2004, que cae).

Para el auge productivo de 2006, los costos laborales aumentan notablemente, cae a su ni vel más bajo la productividad y en consecuencia, los ingresos fueron menores y el Producto Interno Bruto se desacelera, incluso en este año de auge en la economía mundial.

En el caso de las economías imperialistas europeas, desde 2002 hasta 2006 ocurre una expansión continua de los niveles de productividad, con la consiguiente reducción de los costos de la fuerza de trabajo.

Francia registra una tendencia hacia el aumento de los costos laborales, pero debido a que en el periodo anterior a la crisis de 2001 estaban muy bajos (-2 9% en 2000).

Aún así, aumentan sus niveles de productividad hasta 2005.

En Alemania los costos laborales aumentan hasta 2002 y caen dramáticamente hasta llegar a niveles de -3 y -4% desde 2004 hasta la fecha.

Sus niveles de productividad aumentan notablemente, a grado tal que de ser una de las más grandes de las economías desarrolladas desde 2005, aunque esto no se refleja en los ingresos, pues de las economías europeas consideradas, es la que obtuvo los más bajos.

Por lo tanto, si por la vía de la notable reducción de los costos laborales y del aumento de la productividad del trabajo no se consiguen altos montos en la riqueza producida, eso quiere decir que en los otros restantes factores que inciden en la producción esta nación tiene severos problemas, tales como en el bajo nivel de la fuerza productiva de la tecnología, en los métodos y procedimientos del trabajo y en la productividad de la maquinaria, por citar algunos.

En Inglaterra, con excepción de 2001 y 2002 los costos de la fuerza de trabajo se reducen o permanecen casi sin aumento; los niveles de productivi dad aumentan hasta tener su máximo en 2004 y comienzan a declinar de ahí en adelante.

Sus niveles de ingresos por hora se mantienen relativamente estables, con un aumento en el auge del ciclo (2006).

En el caso de Japón hubo una grave reducción de los costos laborales en 2000, lo que supone una degradación notable del poder adquisitivo de la clase obrera japonesa.

Du rante la fase de crisis de 2001 aumentan los costos laborales pero nuevamente caen dramá ticamente hasta 2004, a tasas negativas mayores de -4%.

Eso impulsó el aumento de la productividad del trabajo y de la riqueza producida.

Durante el auge baja nuevamente el costo de la fuerza de trabajo, con el consiguiente aumento de la productividad y de los ingresos por hora.

Una relación inversa la tenemos en el año de crisis en 2007 (Ver Gráficas 4, 5 y 6).