ALGUNAS PAUTAS Y CONSIDERACIONES PARA APRENDER DE UN TEXTO EDUCATIVO DE CIENCIAS

3.5.1.3. TRABAJOS PRÁCTICOS

La mayoría de profesores considera que los trabajos prácticos son de importancia vital en el currículum de las asignaturas científicas. Sin embargo, Gil y Payá (1988) muestran en un estudio que los trabajos prácticos habituales no familiarizan a los alumnos con la metodología científica, sino que suelen dar una visión simplista y empírico-inductivista del trabajo científico.

En los trabajos prácticos se suelen seguir guiones o modelos, también llamados “recetas” (Martínez y Parrilla, 1994), en donde el alumno se limita a una reproducción de un fenómeno bajo condiciones controladas. Como apunta Manjares (2000), esta orientación que se le da al trabajo práctico indica que es común entre los profesores separar la práctica de la teoría. Así, se constata que aunque normalmente los trabajos prácticos son considerados como un indicador de calidad y de motivación, no contribuyen necesariamente a un aprendizaje eficaz (Sanmartín, Márquez y García Rovira, 2003).

Payá (1991), concluye en su tesis doctoral que los trabajos prácticos, tal y como son orientados por los profesores y libros de texto, no contribuyen al aprendizaje significativo de la ciencia. Propone este autor que las características más importantes a tener en consideración en relación con los trabajos prácticos (T.P.) son:

• Plantear los T.P. cuando surja su necesidad dentro de un contexto de aprendizaje de conocimientos.

• Dar oportunidad a los alumnos de desarrollar capacidades asociadas al razonamiento hipotético-deductivo (emisión de hipótesis, control de variables, etc.) y de proponer sus propios diseños experimentales.

• Se tiene que efectuar siempre el análisis de los resultados obtenidos.

• Comparar los resultados obtenidos por diferentes grupos de alumnos que hayan realizado el mismo T.P.

• Mencionar nuevas líneas de investigación o nuevos problemas que podrían surgir después de haber llevado a cabo el T.P.

• Pedir una memoria del T.P. realizado.

Solaz Portolés (1990) ofrece un trabajo práctico con el péndulo simple, que se convierte en una pequeña investigación de un grupo de alumnos, donde se recogen muchos de los puntos planteados anteriormente. Esto es, convierte un trabajo práctico en una ocasión inmejorable de aplicar la metodología científica.