AGUAFUERTES II. RESUMEN Y CRÍTICA DE GENTES, CIUDADES Y RIQUEZA
 La transformación de la sociedad tradicional, del neomalthusiano Edward Arthur Wrigley

AGUAFUERTES II. RESUMEN Y CR?TICA DE GENTES, CIUDADES Y RIQUEZA LA TRANSFORMACI?N DE LA SOCIEDAD TRADICIONAL, DEL NEOMALTHUSIANO EDWARD ARTHUR WRIGLEY

Edgardo Adrián López

Volver al índice

 

 

11.6. Historia de la población regional francesa

Tres advertencias iniciales. Primero, hay que realizar estudios minuciosos a los fines de esquivar el “peligro de composición” por el que los cuadros pueden ser el resultado de cómo son tamizados los datos, en lugar de revelar los ritmos de un proceso. Segundo, dicha barrera no puede anularse por completo puesto que para conseguirlo necesitaríamos que los análisis fuesen casi infinitesimales, y ya Pierre Chaunu demostró que en las localidades galas existe una “estructura molecular” que lo impide: las variaciones son tan importantes que cada sector se comporta como si fuese una “región demográfica” muy peculiar (1992: nota 30 en pp. 399-400). Tercero, los departamentos que no fueron incluidos en el siguiente estudio de caso son Seine, Ródano, Bocas del Ródano, Mosela, Meurthe, Bajo Rin, Alto Rin y Córcega (1992: 399).

Se particionó a Francia en 11 regiones, sin que ello pueda justificarse más que por las necesidades que impuso el análisis (1992: 400). Y aunque resultó difícil englobar en una misma zona a departamentos que presentaran una evolución comparable en los patrones de mortalidad, natalidad y fecundidad, sea por separado o en el conjunto, intentamos agruparlos de acuerdo a esos criterios de homogeneidad.

A continuación, presentaremos algunos puntos de partida:

Definamos “tasa bruta de reproducción” como la media general de las tasas de fecundidad de la serie de edades fértiles que abarca desde los 15 a los 45 años. La “tasa neta de reproducción” es igual a la ( en los análisis del capítulo 11, cuando nos referíamos a “tasa de reproducción” sin más, se trataba siempre de la “tasa neta” –cf. supra).

Para obtener un índice del número de hijos que son niñas, se procede tomando la tasa de fecundidad universal para mujeres hutteritas de 15 a 49 años (12, 44). Esta cifra se divide por 2, 05 puesto que el índice para un grupo de sexo determinado es el porcentaje del total, que casi siempre es la mitad (1992: 401), lo que da 6, 068 (1992: 402). Para un grupo de 10 novias y teniendo en mente que las mujeres francesas tardaban en contraer nupcias, el índice de féminas que pueden embarazarse de esa muestra ó Fm es (6, 068 / 10), lo que arroja en términos redondeados 0, 600 (es decir, 6 –seis). Una Fm de 0, 6 se corresponde con 3, 64 niñas [en efecto, se realiza (Fm x 6, 068) ó (0, 6 x 6, 068)]. Es decir, de los descendientes que una única esposa puede dar a luz, elegida de un grupo de 10 novias, es probable que 3 (tres) sean herederos mujeres.

Fm y la edad media al instante de la maternidad en el siglo XIX, fueron más zigzagueantes que Tnu, de manera que para decidir las fronteras de las regiones hay que prestarles mayor atención a ellas (1992: 403). Sin embargo, la esperanza de vida en general y la calculada para las mujeres, son números más conocidos que la edad típica al momento del embarazo.

Las fechas para los cálculos son 1831 y 1871, tomadas de las presentaciones efectuadas por Van de Walle. El límite es 1871 porque antes de ese año, Francia empleaba como estrategia propia el control de los alumbramientos en el seno de la pareja, en tanto que alternativa al modelo malthusiano vigente en Europa (empero, insistimos en las reservas –cf. infra). Después, la regulación de la fecundidad matrimonial siguió los patrones generales.

En lo medular, los óptimos de nacimientos fueron muy estables en la Francia del siglo XIX (1992: 414). La mortalidad podía vibrar brutalmente de una región a otra y de un año a los subsiguientes (ver infra).

Baja mortalidad, escasa fecundidad y elevada cantidad de compromisos tienden a asomar interconectados (1992: 414, 422; cf. infra). Asimismo, Fm positiva, decesos frecuentes y nupcialidad reducida se asocian (1992: 422).

Los departamentos agrupados son los siguientes (1992: nota de cuadro 11.8 de p. 408):

a- región 1: Eure-et-Loir, Loir-et-Cher, Loiret, Seine-et-Marne, Yonne, Aube, Haute-Marne, Cote-d’Or;

b- región 2: Orne, Mayenne, Sarthe, Maine-et-Loire, Indre-et-Loire, Vendée, Deux-Sevres, Vienne;

c- región 3: Finistere, Cotes-du-Nord, Morbihan, Ille-et-Vilaine, Loire-Inférieure;

d- región 4: Manche, Calvados, Eure, Seine- Inférieure, Oise;

e- región 5: Pas-de-Calais, Nord;

f- región 6: Somme, Aisne, Ardennes, Marne, Meuse;

g- región 7: Vosges, Haute-Saone, Doubs, Jura, Ain, Isere;

h- región 8: Charente- Inférieure, Carente, Dordogne, Lot, Tarn, Landes, Haute-Vienne, Creuse, Indre, Cher, Allier, Puy-de-Dome, Nievre, Saone-et-Loire;

i- región 9: Gironde, Lot-et-Garone, Gers, Tarn-et-Garonne, Haute-Garonne;

j- región 10: Loire, Haute-Loire, Ardeche, Lozere, Cantal, Correze, Aveyron, Ariege, Haute-Pyrénées, Basses-Pyrénées;

k- región 11: Pyrénées-Orientales, Aude, Hérault, Gard, Vaucluse, Drome, Haute-Alpes, Basses-Alpes, Var.