EMPRENDURISMO, CULTURA, CLIMA Y COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL Y SU APLICACIÓN A LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA EN LA ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA, MÉXICO

EMPRENDURISMO, CULTURA, CLIMA Y COMUNICACI?N ORGANIZACIONAL Y SU APLICACI?N A LA PEQUE?A Y MEDIANA EMPRESA EN LA ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA, M?XICO

Coordinador: Rigoberto Soria Romo

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3.2. Evidencia empírica: Mujeres emprendedoras y empresas cooperativas

Se puede afirmar que las cooperativas se configuran como un espacio adecuado para el desarrollo profesional de las mujeres; la cooperación permite que las mujeres se ganen la vida en un mundo en el que se ven más afectadas que los hombres por la pobreza y el desempleo.

En el estudio de Ibargüen (2006) sobre una cooperativa rural enfocada a la elaboración de productos herbolarios en el estado de Veracruz, la autora parte de dos enfoques o aproximaciones al fomento de micro empresas femeninas; el de mercado y el concerniente al empoderamiento (empowerment). En el primero, el apoyo ha consistido en estimular las capacidades empresariales individuales de las mujeres en virtud de lograr crecimiento económico y solucionar problemas de pobreza. Este tipo de iniciativas tienen como objetivo aquellas mujeres más aptas para convertirse en empresarias exitosas en sectores dinámicos de la economía. En el segundo enfoque, llamado de empoderamiento, el objetivo principal no es solamente incrementar el ingreso femenino, si no de manera más importante elevar el poder de negociación de mujeres pobres y estimular la formación de grupos como medio para crear presión y cambiar las inequidades más generalizadas de las mujeres.

Esta distinción es importante, ya que el estudio de caso arroja como conclusión preliminar, la idea de que a pesar del relativo éxito económico de la microempresa, a través de los años de trabajo resulta para las mujeres más importante el apoyo que se han dado mutuamente al trabajar en equipo y el poder de negociación que el pequeño ingreso les ha dado en relación a sus maridos y familiares. En este sentido y como lo señala la visión de empoderamiento mencionada anteriormente, resulta de igual o mayor importancia la posibilidad de incrementar el poder de negociación de las mujeres frente a su familia y el resto de la comunidad, que el monto del ingreso proporcionado por la microempresa.

La posibilidad de incrementar su conocimiento a través de la participación en varios talleres, el contar con el apoyo de un grupo de compañeras donde platicar y compartir problemas familiares, y el fortalecimiento de la autoestima por medio de una actividad productiva fuera del hogar, ha creado las condiciones para que por lo menos este grupo de mujeres vea mejorada su calidad de vida. Estos avances sin embargo no dejan de hacer evidente el poco impacto en la economía familiar que la creación de la microempresa ha arrojado. En un análisis preliminar esto parece deberse, al escaso apoyo financiero que han recibido, a la falta de una capacitación de carácter empresarial, a la problemática de certificar sus productos para incrementar su acceso al mercado, y a la falta de asesoría legal y financiera constante.

Por su parte un trabajo realizado en la en la región de Málaga –España- por Nieto (2006), cuyo objetivo fue determinar el impacto de las cooperativas y las mujeres empresarias en el desarrollo local; se constata que las empresas sociales –cooperativas y sociedades laborales- han creado espacios de oportunidades laborales, educativas y de desarrollo para las mujeres, a la par, el efecto positivo que estas empresas sociales han favorecido la derrama económica en toda la región. Entre las conclusiones más relevantes podemos resaltar que una de las ventajas que fueron señaladas con mayor frecuencia tiene que ver con la posibilidad de conciliar las responsabilidades familiares y las profesionales; la organización cooperativa permite superar obstáculos relacionados con los prejuicios de género tal como la infravaloración de la capacidad femenina al frente de un negocio; brinda y amplia las posibilidades de formación y capacitación; ofrece flexibilidad laboral en horarios, pero ante todo el fomento al espíritu empresarial de las mujeres, es materializado mediante la decisión de emprender y la gestión diaria, la toma de decisiones y la realización de tareas como el trato con la administración, el acceso a los canales financieros, la negociación con clientes y proveedores, entre otros asuntos.

De esta forma, todos los aspectos señalados en los párrafos anteriores dan cuenta de aspectos particulares en empresas constituidas por mujeres, lo cual indudablemente tiene repercusiones en la cultura de este tipo de organizaciones, situación que se expone en el siguiente apartado.