HERENCIA Y CIVILIZACIÓN: UN ENFOQUE CRÍTICO A LAS HEGEMONÍAS IMPERIALES

HERENCIA Y CIVILIZACI?N: UN ENFOQUE CR?TICO A LAS HEGEMON?AS IMPERIALES

Maximiliano Korstanje

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La herencia de las Filgiur Kultur en el cine

En los años 60, para ser más exactos en 1968, el director de cine estadounidense George Andrew Romero, estrena su film La noche de los muertos vivientes. Si bien ha habido intentos anteriores de vincular el mundo de los muertos al cine hollywodense, Romero ha sido bautizado como el “padre del cine zombie”. El discurso de la película muestra como los muertos retornan a la vida, devorando a los vivos quienes a su vez se trasforman en zombis. Al margen de la violencia y los actos de canibalismo, el éxito de taquilla llegó a ser tal, que diez años más tarde en 1978, Romero estrenará El amanecer de los muertos, film que cuenta la historia como un centro comercial se transforma en el refugio de un par de sobrevivientes que son atacados constantemente por una multitud de zombis. Producto de un extraño virus -transmisible por contacto directo con la saliva o la sangre- esta especie de muertos caminantes, sólo son vulnerables si se les dispara o se les corta su cabeza. Esta última obra terminó recaudando unos cuarenta millones de dólares y se convirtió en la inspiración de toda una nueva camada de filmes tales como Tales from the Darkside (1985), el día de los muertos (1985), la noche de los muertos vivientes (1990), Cementerio de Animales (1989) y las tres adaptaciones del video juego Resident Evil al cine.

Todas estas películas tienen aspectos que las hacen comparables en su estructura discursiva: a) un virus que se rápidamente se propaga por medio de seres que se encuentran muertos en vida o la idea de un retorno de la muerte sin alma, b) la capacidad de eliminar a estos seres sólo con la decapitación o la incineración, c) un hambre voraz de estos zombis por la carne humana, d) una última lucha entre el bien (los humanos) y el mal (los zombies) por la subsistencia e) la presencia de un héroe mítico cuyo valor y habilidad (macht) lo lleva a evitar el exterminio de la humanidad (Valhalla) y e) una zona neutra en donde ni zombis ni humanos pueden entablar batalla (hospitalidad).

Todo mito, diría Malinowski (1993:98) lleva implícito en su discurso el innegable miedo a la muerte y la necesidad de trascendencia. Es posible, que en este sentido exista una tensión entre la vida y la muerte como formas antiguas de organización; y no una tensión bipolar entre la cultura y la naturaleza como ha sugerido Levi-Strauss (2003). Según esta propuesta entonces, el miedo que presupone la presencia de la muerte, no es un sentimiento en sí mismo hacia la muerte, sino hacia su naturaleza disgregadora, repentina, caótica y destructiva. En el mito, se revive una y otra vez, la posibilidad de alejarla (aunque más no sea temporariamente) o reducir la ansiedad que generaría su nueva aparición. Esta tensión existente entre el mundo de los muertos, el cual invade el mundo de los vivos, tiene relación análoga con la forma en que el germano comprendía su mundo; así los Vanes invaden también el mundo de los Ases y finalmente los devoran.

Por ese motivo, a continuación se analizan discursiva y visualmente, dos de los filmes relacionados al culto de los muertos, dentro del género de terror. Hemos intentado hacer una combinación cronológica espaciada entre film y film demostrando la existencia de aspectos estructurales diferenciadores propios de la época en la cual se rodó el mismo, pero también aspectos que constituyen la base de la mitología germánica y en consecuencia son comunes a los dos rodajes.