El comercio exterior es una actividad económica de gran relevancia para la consecución, por cada país, de la reproducción de la economía nacional. Es considerada una actividad que actúa como motor impulsor del desarrollo económico de un país, cuya importancia está dada por las funciones más generales que cumple a saber:
• la realización de las mercancías y los servicios productivos
• el cambio en la composición material del producto disponible
• la mejor distribución de la Renta Nacional entre acumulación y consumo
Conviene en este caso diferenciar comercio exterior de comercio internacional en la medida que los dos están estrechamente relacionados. Mientras que el primero se refiere a un determinado sector de la actividad económica de cada país, el segundo señala al comercio de los bienes y servicios que se desarrolla entre los países a nivel de la economía mundial o sea al comercio entre naciones, se compone de toda la red de intercambios a escala mundial formada por el conjunto del comercio exterior de todos los países .
El comercio exterior es por excelencia un factor de crecimiento de cualquier economía nacional según sea su comportamiento y en este a su vez influyen toda una serie de aspectos en mayor o menor grado. La política comercial, la infraestructura, la logística, el transporte, son elementos que inciden significativamente en la eficiencia y dinamismo de las operaciones de comercio exterior.
El transporte internacional de mercancías tiene un papel fundamental y estratégico en las operaciones de comercio exterior, las condiciones de la infraestructura, la maquinaria, los equipos y la eficiencia vinculados a esta actividad influyen en el comportamiento del intercambio comercial de un país.