El profesor Lorenzo Ferrer Figueras, catedrático de Matemáticas de la Universidad de Valencia, desarrolla una interesante teoría acerca de las posibilidades del conocimiento y de la acción, donde se pone de manifiesto la importancia de la modelización y de la posterior experimentación sobre la realidad o sobre el propio modelo (simulación).
Una maqueta es una representación estática del individuo F observado, que no explica como éste funciona o evoluciona. Sin embargo, la modelización es una representación dinámica, en cuanto explica cómo funciona y/o evoluciona dicho sistema psicológico. Por ello, la explicación puede tener diversos niveles, de los que consideramos los tres siguientes:
1. Análisis de los factores del Sistema.
2. Conocimiento del funcionamiento de un bloque o subsistema.
3. Estudio del comportamiento dinámico de un gran sistema.
El modelo, entendido como una estructura explicativa de un fenómeno, tiene las siguientes características: A) Constituye una representación simplificada de la realidad. B) Es prospectivo, en tanto que explica el comportamiento futuro del Sistema (Ferrer, 1972).
Según Minsky , “para un operador O, un objeto M es un modelo de un objeto A, en la medida en que O puede utilizar a M para responder a las cuestiones que le interesen respecto a A”. De acuerdo con esta definición, cualquier razonamiento o decisión están basados en modelos; a veces explícitos y, otras veces, implícitos (Ferrer, 1972).
El modelo es un sistema homomorfo del sistema que representa. Por tanto, modelo y sistema tienen el mismo comportamiento. El modelo en fin, será útil y eficaz en la medida que sea:
- simple y elegante (facilita la comprensión).
- general (suscitará asociaciones, analogías).
- formalizado (facilita la simplicidad y posibilita la aplicación de técnicas de resolución).