EMPRESAS TRANSNACIONALES E INTEGRACIÓN EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: LA GRANNACIONAL, UNA ALTERNATIVA NECESARIA Y VIABLE

EMPRESAS TRANSNACIONALES E INTEGRACI?N EN AM?RICA LATINA Y EL CARIBE: LA GRANNACIONAL, UNA ALTERNATIVA NECESARIA Y VIABLE

Zulma Donelly Ramírez Cruz

Volver al índice

 

 

 

 

1.1.7. Lugar de las empresas transnacionales capitalistas en la economía mundial

Ya hemos señalado que las empresas transnacionales capitalistas son el agente económico y productivo más importante e influyente en la economía mundial en la actualidad. Estas empresas producen y distribuyen una parte cada vez más significativa del volumen total de mercancías creadas en la economía global; la influencia de estos conglomerados es decisiva en el comportamiento de los flujos de producción y comercio a través de interconexiones que transforman la vocación internacional del capital en una elevada transnacionalización.

La creciente interdependencia de las redes de las ETN –que constituye un rasgo central de la actual globalización neoliberal- tiene repercusiones negativas en las economías subdesarrolladas. Al no desempeñar el papel de socios igualitarios, los productores de los países menos avanzados sufren las relaciones de poder implícitas en tales cadenas.

Son las empresas transnacionales capitalistas las que se benefician del proceso de globalización, pues el aumento de sus ganancias se corresponde con el dominio que generalmente tienen del conocimiento y la tecnología, los medios de transporte, la infraestructura para la propaganda y la red de relaciones comerciales y crediticias.

Las ETN ejercen un gran dominio sobre la comercialización de los productos básicos, al ser esta dispersa y competitiva permite a estas empresas realizar sus compras de forma directa a los países exportadores y aumentar su poder de negociación frente a los productores. Al estar concentrada en unas pocas transnacionales la demanda de productos básicos, ellas controlan una enorme cuota de mercado que les permite mantener elevados los precios que pagan los consumidores finales. De igual manera el progreso en este sector en los países desarrollados a través de las trasnacionales y las casi generalizadas subvenciones a los productores y exportadores han permitido que sean estos países los mayores exportadores de este tipo de productos, Sin embargo son las exportaciones de los países menos avanzados las que dependen en gran medida de los productos básicos.

Pasando al sector de la biotecnología el cual representa la más prometedora y potencialmente revolucionadora de todas las innovaciones tecnológicas, ocurre que un grupo selecto de empresas controla una parte cada vez mayor del mercado mundial, lo que demuestra que la privatización no estimula la competencia justa sino que tiende a crear fuertes oligopolios. Los países desarrollados controlan el 97% de todas las patentes del mundo.

En el sector de las manufacturas no existe un comportamiento diferente. Aunque los países subdesarrollados han aumentado su participación en el comercio internacional de manufacturas, son los países desarrollados y sus transnacionales los que controlan y dominan el mercado de esta clase de productos. Teniendo en cuenta que las manufacturas que tienen gran volumen de comercialización internacional son aquellas con mayor intensidad en I+D como la industria electrónica, informática y de telecomunicaciones, las empresas transnacionales dominan también este sector.

El comercio internacional de servicios está altamente concentrado. Las exportaciones de servicios de los países subdesarrollados se concentran en los servicios de viajes y transporte, mientras que los servicios al productor con mayores dotaciones de innovación tecnológica, se concentran en los países desarrollados. Las ETN han alcanzado un alto grado de control sobre los servicios más dinámicos.

Las empresas transnacionales capitalistas a lo largo de los últimos 40 años, han incrementado significativamente la exportación de capitales como mecanismo para enfrentarse a la competencia internacional. Para ello han penetrado aún más a los países subdesarrollados y se han aprovechado del intercambio y desarrollo desigual que caracteriza las actuales relaciones económicas internacionales.