NOTAS SOBRE GLOBALIZACIÓN

NOTAS SOBRE GLOBALIZACI?N

Galo Viteri Díaz

Volver al índice

 

 

 

 

1.3 AGENDA GLOBAL

La “agenda global” contempla:

Provisión de bienes públicos globales de carácter macroeconómico. La estabilidad macroeconómica y financiera internacional constituye un bien público global, con externalidades positivas que benefician a todos los participantes en los mercados internacionales y que evitan las externalidades negativas relacionadas al fenómeno de contagio; situación que explica la importancia de determinados procesos de alcance mundial en ciertos frentes.

El primero es el desarrollo de instituciones que garanticen la coherencia global de las políticas macroeconómicas de las principales economías. La carencia de mecanismos que permitan internalizar de manera clara los efectos que tienen estas políticas en el resto del mundo es una deficiencia fundamental del actual ordenamiento internacional. La inconsistencia de las políticas, traducida en la volatilidad de los tipos de cambio de las monedas más importantes, constituye otro factor que afecta de forma negativa a los países en desarrollo.

El segundo frente es la supervisión macroeconómica de todas las economías con fines de prevención y la elaboración de códigos de buenas prácticas de gestión macroeconómica (política fiscal, monetaria, manejo de la deuda pública, deuda externa y reservas internacionales, especialmente).

El desarrollo sostenible como bien público global. Se destaca la necesidad de modificar los patrones insostenibles de consumo y producción, tanto en los países desarrollados como en desarrollo. La eficiencia energética debe contribuir a la constitución de una alianza mundial para la utilización de fuentes de energía renovables y tecnologías convencionales limpias y eficientes.

Una segunda esfera de acción es la gestión sostenible de los ecosistemas y la diversidad biológica. Se trata de establecer una alianza que permita afianzar un compromiso mundial tendiente a la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas pertinentes, expresada en metas cuantitativas y medios para lograrlas.

La corrección de las asimetrías financieras y macroeconómicas. La reforma financiera internacional debe centrarse en corregir las asimetrías financieras y macroeconómicas principales del sistema económico mundial. Esta tarea debe tener un enfoque integral y sus objetivos básicos deben ser modificar el acceso segmentado y volátil de los países en desarrollo a los recursos financieros internacionales y abrir espacios para que estos países adopten políticas macroeconómicas anticíclicas.

Superación de las asimetrías productivas y tecnológicas. La transmisión de los impulsos productivos y tecnológicos desde el mundo industrializado hacia los países en desarrollo tiene lugar mediante dos procesos básicos: el gradual traslado hacia estos últimos de la producción de materias primas, de actividades industriales maduras y de la demanda de servicios más estandarizados; y, la transferencia de tecnología y la creciente participación de los países en desarrollo en su producción y en las ramas productivas con mayor contenido tecnológico. La agenda comercial internacional debe estar orientada a la obtención del primero de estos propósitos, pero en el largo plazo la superación verdadera de las asimetrías internacionales depende del segundo.

Plena incorporación de la migración en la agenda internacional. No existe justificación teórica para liberalizar los mercados de bienes, servicios y capitales, en tanto se continúan aplicando restricciones estrictas a la movilidad internacional de la mano de obra. En este sentido, una de las prioridades de la agenda internacional debe ser la concertación de acuerdos que amplíen la movilidad de la mano de obra y fortalezcan la gobernabilidad de la migración internacional, constituyéndose en el objetivo principal de este ámbito la adopción de un acuerdo global sobre políticas migratorias.

Los derechos económicos, sociales y culturales: cimientos de la ciudadanía global. Los derechos económicos, sociales y culturales constituyen un todo indivisible e interdependiente con los derechos civiles y políticos. La agenda internacional debe contribuir a la consolidación de una verdadera cultura sustentada en los derechos humanos, que constituye la esencia de la construcción de la ciudadanía global.