DERECHO: ¿CUÁL DERECHO?
DE LA CONSTITUCIÓN BURGUESA A LA CONSTITUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA

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Álvaro Bedoya Salazar

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3.3 Órganos estatales de la colonia

Para ejercer su dominio sobre América los reyes crearon diferentes órganos administrativos, fiscales y judiciales. El principal, en un comienzo, fue la Real Audiencia de Santa Fe (1550-1564). Dependía del Virreinato del Perú y se encargaba de los asuntos administrativos y judiciales. La conformaban unos magistrados llamados oidores, y como tal escuchaban reclamaciones, pero los fallos eran para su propia conveniencia y la de sus protegidos.

La Presidencia del Nuevo Reino (1564-1605) se creó con el objeto de separar las funciones administrativas de las judiciales, ante la inoperancia de las audiencias y oidores.

Los Presidentes Militares (1605-1719) fueron un órgano creado con el objeto de desarrollar las tácticas y operaciones militares para la defensa del territorio de los ataques e invasiones de Holanda, Inglaterra y Francia. No tenían facultades para impartir justicia. Esta fue la época de la construcción de importantes obras de infraestructura como las murallas para la defensa de los puertos, los caminos, el Canal del Dique, edificios públicos, escuelas, y colegios; Y además se adelantó la persecución contra las tribus guerreras, aún no sometidas, principalmente contra los caribes, opones, carares, marquetones, nutibaras, pentágoras y pijaos, quienes fueron literalmente aniquilados.

Además se organizó la Casa de la Moneda en Santa Fe, el Tribunal de la Inquisición en Cartagena, y se fundaron varias poblaciones como El Socorro, Girón, Bucaramanga, Quibdó y Barranquilla.

El primer intento de virreinato se dio entre 1719 -1724, que no se pudo consolidar, lo cual obligó a reinstalar la presidencia hasta 1740. El virreinato definitivo surgió en 1740 y terminó en 1810, con el Grito de Independencia.

El Estado colonial ejercía su poder político a través de las Gobernaciones, las Alcaldías y los Cabildos. El Cabildo era el centro del poder local o municipal y los alcaldes se elegían por el voto exclusivo de los españoles.

Los hechos más sobresalientes en esta etapa fueron el levantamiento de los Comuneros y Expedición Botánica.

El movimiento revolucionario de los comuneros estalló el 16 de marzo de 1781, en la provincia del Socorro. Este día Manuela Beltrán, arrancó el edicto en el cual se decretaba nuevos impuestos; y en medio del respaldo popular la lucha insurgente se extendió a todo el reino de la Nueva Granada. Capitaneada por José Antonio Galán, al punto que cuando las fuerzas comuneras llegaron a Zipaquirá, contaban con un ejército de más de veinte mil hombres. Allí se encontraron con los comisionados de la Real Audiencia, encabezados por el arzobispo-virrey Caballero y Góngora, los cuales entraron a discutir las capitulaciones que presentó el capitán Francisco Berbeo, quien se hizo a la vocería de la insurgencia y firmó el pacto con Caballero y Góngora. Las autoridades aprobaron solemnemente las capitulaciones, que luego fueron desconocidas.

De este episodio se debe reconocer que a pesar de la traición de Berbeo, fue el primer documento dictado por el pueblo como reivindicación de sus derechos y rechazo al vasallaje intolerable ejercido por los españoles contra nuestra estirpe y nuestra tierra.

Las exigencias de este documento eran: la supresión del impuesto de barlovento, de las guías, del ramo de barajas, del estanco al tabaco, de los impuestos que cobraban los curas por bautizos, entierros y matrimonios, y además, que no se nombrara a los indios como servicios en las fiestas, que se le devolvieran las tierras de su pertenencia; y lo más importante que no se elevara el precio del aguardiente y cesaran las alcabalas a los frutos de la tierra. Exigían tierras francas y pastos para las paradas de los arrieros y el derecho al viandante para demoler cercas, y que se nombrara a los criollos en cargos públicos como el de los corregidores y los representantes de la Justicia Mayor, y que se desterrara al Visitador Regente.

Por esta misma época se dieron varios levantamientos, como el de los mineros de Antioquia, precursores de la libertad de los esclavos, y el levantamiento de Tupac Amaru en el Perú, también en 1781.

Estas batallas comuneras sientan los basamentos de la lucha precursora por la libertad y la independencia de la patria colombiana y de América Latina.

La Expedición Botánica, organizada en 1783 y dirigida por José Celestino Mutis y otros destacados hombres de ciencia, como Eloy Valenzuela, Francisco José de Caldas, Francisco Antonio Zea y Jorge Tadeo Lozano, trazó el derrotero de la gesta independentista al vincular a la clase dirigente criolla al pensamiento burgués y a la ciencia, lo más avanzado de la humanidad en la época. De este trabajo científico tuvo conocimiento el sabio alemán Alejandro Humboldt, quien afirmó que era necesario y básico para conocer con precisión las raíces de América y en especial de la Nueva Granada.

Varios de los expedicionarios jugaron un importante papel en la gesta precursora y libertaria de nuestra tierra. En la gesta emancipadora inscribieron sus nombres para la posteridad Antonio Nariño, Francisco José de Caldas, Camilo Torres, Antonio Villavicencio, Fermín Vargas, Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos y Manuela Beltrán, entre otros paladines.