ANUARIO DE ENSAYOS DE SUCESOS POLÍTICO-ECONÓMICOS EN MÉXICO Y SU REGIÓN CENTRO

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Ángel Enrique Carrillo Picón y otros

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ENSAYO XVI. “La escuela ahora será como ir al cine”

El 18 de septiembre, Blanca Heredia, directora en México de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), propuso al gobierno federal que la educación media y superior a cargo del Estado fueran entregados a la iniciativa privada, con el argumento de que, con el actual sistema académico “se desperdician los recursos”.

Solicitó echar una mirada a aquellas instituciones “públicas ejemplares” que han hecho “experimentos” a favor de la privatización y afirmó que, ya que los beneficios que la educación genera son “estrictamente privados”, los costos de ésta deben ser asumidos por los estudiantes.

Por su parte, al exhortar a la empresa privada para que participe en la escuela pública, la responsable de la política educativa del país, Josefina Vázquez Mota, anunció que en el próximo ciclo escolar se introducirán “por primera vez” contenidos de finanzas y economía, con “espíritu emprendedor”, desde primero de primaria hasta secundaria.

Así, convocó a las empresas a que “vuelvan a la escuela” para “enseñar currículas”, capacitar y no estar ajenas a lo que ocurre dentro de las aulas de la educación pública.

Y no conforme con eso, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informa, que lanzará un sistema de créditos administrados por las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles), pero los expertos rechazaron este sistema al señalar que fortalece la privatización de la educación pública y, además, coloca en situación de mayor vulnerabilidad al estudiante al “hipotecarlo” a él y a sus familias, dado el nivel de desempleo en el país.

El sistema de créditos promovido desde la SEP para que los estudiantes adquieran una deuda que les permita ingresar a universidades privadas y públicas representa la renuncia del Estado a su responsabilidad, violenta el principio de gratuidad de la educación “al privatizar el financiamiento” y coloca al Estado como “promotor y garante del endeudamiento” de los estudiantes, advirtieron legisladores y expertos en educación.

Además, se corre el riesgo de que los fondos terminen en instituciones que sólo ven la educación como un negocio y que, ofrezcan programas académicos de bajísima calidad.

El especialista y ex subsecretario de Educación Básica Olac Fuentes Molinar señaló que la propuesta tiene una “infortunada coincidencia en el tiempo” con la solicitud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de privatizar la educación media y superior.

Carlos Muñoz Izquierdo, director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, afirmó que es “preocupante que en época de inestabilidad financiera se pretenda que un sector de la población, los más pobres, queden hipotecados para pagar sus estudios”.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Tonatiuh Bravo Padilla, externó su rechazo a este sistema de créditos porque “implica una privatización paulatina y una evasión de la responsabilidad del estado y de los gobiernos federal y estatal a su obligación con la educación”.

Así mismo, El primer Informe de Felipe Calderón demuestra que su administración carece de un proyecto educativo, pues sólo refleja un interés por resaltar cifras de cobertura y la aplicación de pruebas de evaluación, omitiendo la calidad y la eficacia para el desarrollo del país, subrayó el Observatorio Ciudadano de la Educación (OCE) al analizar el documento presidencial.

El gobierno panista de Calderón, pretende que el Estado renuncie a su responsabilidad social de proporcionar enseñanza gratuita no sólo en educación básica, como lo señala el artículo 3º constitucional, sino también en los niveles medio superior y superior. Lo reafirma, la reducción presupuestal a la que los gobiernos neoliberales han sometido a las instituciones encargadas de impartirla, así como al pacto corrupto de mutuo beneficio entre el grupo gobernante y Elba Esther Gordillo, que controla al sindicato de maestros, a cargo de muchos de los ciclos de enseñanza media.

La permanencia de Gordillo en el SNTE y su alianza con el gobierno ha sido dañina para los proyectos educativos. Es inconcebible que avance la democratización en el país y el gobierno de Calderón, se preste a los juegos corporativos del pasado, con una lideresa que tiene rasgos del viejo sindicalismo.

Se han abandonado áreas importantes de la enseñanza, a cambio de promover con énfasis programas como la Enciclomedia que, promueven la creencia mágica de que, por sí sola, la tecnología generará conocimiento y educación. “La escuela ahora será como ir al cine”, señalan sus publicistas.

Concluyendo, la privatización de la enseñanza sería un retroceso histórico que discriminaría a miles de estudiantes, y serviría para enriquecerse con la formación de quienes pudieran estudiar. De esa forma, el gobierno federal Calderonista, demostrará su irresponsabilidad para cumplir con una responsabilidad esencial: que la educación es un derecho, no un privilegio.