SOBRE EDUCACIÓN SEXUAL II

La vida sexual como tal inicia cuando nos empezamos a interesar por alguien de una manera diferente a como nos interesamos por todos los demás. Es un camino que principia con interés y curiosidad sobre un tema completamente desconocido al que día a día le observamos algo nuevo, pero ese aprendizaje combina situaciones dolorosas y felices a la par.

Aprendemos pues por acierto y error, pero algunas veces la experiencia puede ser verdaderamente traumática. El objetivo de que tú leas esto, es que evites hasta donde se pueda, sufrir por desconocimiento de cómo son las cosas, en todo lo relacionado a la forma de entenderse con alguien que te interese.

Todas las personas, de cualquier sexo que sean, tienen la necesidad de conocer y platicar con quien les interesa. Generalmente no hay personas malas; casi todos son buenos, pero la mayoría somos ignorantes y por ello hacemos cosas equivocadas y a veces lastimamos sin querer a las personas con quienes convivimos.

No nos conocemos. Juzgamos los actos de los demás, sin saber realmente por qué actuaron como lo hicieron, y eso hace que por no conocer la forma de pensar de los otros, juzguemos equivocadamente sus actos.

Tú, al intentar acercarte a la persona que te interesa, a veces sentirás inseguridad sobre la palabra adecuada o la forma conveniente de conducirte con ella. Te diré un secreto. Así nos ha pasado a todos y así nos hemos sentido la mayoría, tanto hombres como mujeres. No te desanimes, con el tiempo se adquiere confianza y seguridad en uno mismo.

Puede ser que un día sientas que alguien te rechaza y eso te dolerá. A todo el mundo nos ha pasado esto alguna o más veces, y a todos nos ha dolido; sin embargo es importante que tomes en cuenta dos cosas:

1º. El mejor remedio que hay para eso, es no hacerle mucho caso, buscar nuevas amistades y darle tiempo al tiempo; y

2ª. Aunque así lo parezca, no es muy seguro que la otra persona haya tratado de rechazarte. Tal vez sólo piense diferente a ti, y es difícil que se entiendan personas con pensamiento diferente. Ve el asunto, más que como un rechazo, como una dificultad para entenderse.

Te explicaré esto con un ejemplo: Dos personas que les interesa lo mismo, por ejemplo el fútbol, se pueden pasar toda la tarde hablando de los partidos y de los futbolistas, y podrán discutir muchísimo sin pelearse, sobre si este equipo es más bueno que aquél; pero si a otro amigo de ellos no le gusta este deporte y por alguna razón está cerca de ellos y los escucha, le parecerá la plática más aburrida del mundo y tratará de retirarse de ahí en la primera oportunidad.

Y fíjate, no se trata de que los rechace a ellos, sino que simplemente busca a alguien que platique de las cosas que a él le gustan. ¡Únicamente! Sucede que tiene intereses diferentes a los de ellos. Y así es todo eso de buscar amigos o cualquier otro tipo de relación entre personas.

No se trata de que algunos sean orgullosos o malos o aburridos. ¡NO! Simplemente son diferentes. Y esto no se te debe de olvidar nunca. Si sientes que alguien te rechaza, no se te ocurra pensar que tienes defectos tú o que los tiene la otra persona; más bien piensa que tú buscas cosas o formas de ser diferentes a las que buscan quienes te han hecho sentir mal.

¿Qué hacer? Busca con calma a los que son como tú o ve si realmente te gustaría ser como son las personas con quienes te quieres relacionar. Y digo con calma, porque a veces no sabemos exactamente cómo somos o qué es lo que queremos. A veces deseamos ser amigos y platicar con alguien que nos gusta, porque pensamos que es como nosotros, y cuando podemos platicar un rato, puede ser que nos sintamos a gusto o bastante incómodos; porque nos damos cuenta de que tal amigo o amiga no es como creíamos que era.

Así nos ha pasado a todos muchas veces. Y no es que esas personas sean malas o que tengan defectos, simplemente es que son diferentes a nosotros y nos equivocamos al verlos porque creíamos que eran iguales a nosotros, y no.

Pero fíjate en esto, algunos creen por ignorancia que hay personas tontas, estúpidas, creídas; o inteligentes o de buen gusto, o que sí saben. ¡NO! ¡Eso no es cierto! Dios nunca ha dicho lo que es ser inteligente o tonto, o saber o no saber, o tener buen o mal gusto. ¡No! Esas son cosas que inventa la gente por desconocimiento de como son las cosas.

No hagas caso a quien te trate sin educación. Es educado quien respeta las formas de ser de los demás, no quien se la pasa criticando a los que hacen cosas diferentes a las que él hace. Tú retírate de los que actúan como necios y busca con tranquilidad a los que son como tú.

Continuaremos hablando de esto en otra ocasión.