BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


GESTIÓN EMPRESARIAL, RELACIONES DE PODER, LIDERAZGO, CONFLICTO E INTERESES EN UNA ORGANIZACIÓN FINANCIERA COLOMBIANA

Álvaro Sánchez Cabrera

 

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CAPITULO CUATRO INFLUENCIA DE LA TECNOLOGÍA ORGANIZACIONAL EN LA FINANCIERA AVANCEMOS

 

4. TECNOLOGÍA ORGANIZACIONAL

 

El concepto de tecnología organizacional y para efectos del presente estudio, lo entendemos como el conjunto de conocimientos, métodos y procesos que se utilizan para transformar las entradas a la organización (recursos, personas, equipos, información) en productos finales (bienes y servicios) que la organización envía de nuevo al medio ambiente externo. Esta transformación sucede en todas las organizaciones, sean fábricas, bancos, Empresas financieras, hospitales, etc. .

Los autores que se han interesado en la influencia de la tecnología sobre la organización, la ubican lejos de ser neutral y racional. Afirman que toda decisión tecnológica es también una decisión social por lo tanto subordinada a los intereses de grupos y de poderes específicos en la organización empresarial .

Ahora bien, si ubicamos la tecnología desde la concepción funcional de las organizaciones se tendrá que plantear como una variable independiente, que determina a la vez la estructura organizacional y los comportamientos de las personas al interior de la misma. La tecnología tiene la propiedad de determinar la naturaleza de la estructura organizacional y el comportamiento organizacional de la empresa. Esto se conoce como el imperativo tecnológico, y se refiere al hecho que la tecnología no solamente tiene influencia sino que determina la estructura de la organización y su comportamiento .

La tecnología como variable organizacional que influye sobre la organización y sobre los demás recursos, y en capacidad de garantizar mayor y mejor desempeño en los objetivos generales de la organización, crea diferentes niveles de poder en las personas o instancias organizativas que tiene o trabajan este saber.

Lo del párrafo anterior se manifiesta en la Cooperativa financiera Avancemos, en la medida que los departamentos (sistemas tecnológicos y Organización y Métodos principalmente) eran los únicos que tenían acceso a un saber de una técnica, que los hacía fuertes e imprescindibles. El concepto de lo tecnológico quedaba referenciado al poder que generaban como conocedores de una técnica y a la adquisición de equipos, que por x o y motivos, terminaban siendo suntuarios.

“[…] Tocaba siempre creer en su verdad, aguantar sus posiciones, y en muchos casos su prepotencia […] a sabiendas que sus soluciones tecnológicas conllevan un factor de desperdicio de recursos en su aplicación” [t.e.4] .

Las decisiones tecnológicas en la Cooperativa Financiera Avancemos estuvieron precedidas por análisis complejos de los problemas a resolver. Siempre hubo una gran dosis de tecnicismo, en el sentido de creer que todo problema en la organización se soluciona con paquetes tecnológicos. Cualquier análisis para una salida concreta a un problema, estaba precedido por una complejidad en torno al conocimiento y de la forma de llevarlo a la práctica.

“El poder total del conocimiento de estos grupos... indicaba que eran un factor que colocaban las condiciones e intimidaba el resto de la organización […] era un poder que subordinaba” .

Sin duda estos argumentos favorecieron un sector de tecnócratas que se erigieron como necesarios e imprescindibles en la organización cooperativa. Fueron considerables las sumas de dinero que se invirtieron en proyectos tecnológicos motivados más por la “presión” o influencia del Departamento de Sistema Tecnológico que por la propia necesidad de suplir una insuficiencia.

La labor desempeñada por estos departamentos (especialmente el de sistemas) difícilmente se enfocaba en la sistematización de los procesos como primera opción, que además resultaba barata para abordar problemas específicos en la organización. Siempre se trabajo más en función de la automatización de procesos.

“Se implementaba la segunda (automatización de procesos) sin abordar la primera (sistematización de procesos), lo que encarecía cualquier solución tecnológica. Desde este enfoque a los “chachos”(especialistas) de sistemas siempre les quedaban grande sus proyectos […] al final había que contratar asesoría externa. […] su función estaba entonces estrictamente a supervisar la labor que a nivel de plataforma tecnológica realizaban otros […] pero no se le podía decir nada porque eran realmente un poder que desestabilizaba la organización en un momento dado” [t.e.15] .

La política en términos de la elaboración de la plataforma tecnológica se fue elaborando a partir de la concepción que tenían las personas que se encontraban inicialmente al frente del Departamento de Sistemas. Las mismas gerencias en esos temas fueron muy parcas. Sin duda esto determinó una estructuración de la organización que influyó posteriormente en la forma individual (como empresa) de asumir el desarrollo tecnológico. No hubo así una voluntad política para asumir los desarrollos tecnológicos de manera colectiva, en especial con empresas cooperativas que estaban en las mismas situaciones. El costo por empresa resultaba muy alto si se abordaba individualmente. El mismo sector cooperativo era una alternativa para trabajar en conjunto, proyectos de esta envergadura que abarataran costos.

Lo tecnológico y su forma de implementación fue un debate que posteriormente se dio en Avancemos. Se reconoció la fase de la Cooperativa en su desarrollo y crecimiento en la cual algunos intereses estuvieron amarrados al conocimiento técnico. Ello conllevó a la dirección empresarial a tomar decisiones en este campo que costaron fuertes sumas de dinero.

A raíz de lo anterior, los proyectos de carácter tecnológico se integraron a otros procesos que involucraban a todos los departamentos. Se logró además un manejo de la técnica en otros espacios que permitían descentralizar poderes. Así, el poder de estos grupos que estaban mediatizado por los equipos con capacidad tecnológica se desplazó en la medida que otras personas también ganaron constante formación en el apropiamiento de la técnica, “[…] ya no es solamente el cuento sino que hay apropiación de metodologías de trabajo para manejar procesos técnicos” .

La tecnología no se resume, por otro lado, a un fenómeno estrictamente material (herramientas, instalaciones y máquinas). Ella puede ser invisible, inmaterial, es decir simbólica y social, y llegar a constituir en una organización un principio de legitimación de poder. Visto así la tecnología, y desde el punto de vista meramente administrativo, se considera como algo que se desarrolla predominantemente en las organizaciones en general, y en las empresas en particular, a través de conocimientos acumulados y desarrollados sobre el significado y ejecución de tareas (know-how) .

A este fin contribuyo en sus inicios en Avancemos, el programa SENA-Uconal quienes aportaron elementos técnicos para la profesionalización de los mandos y del fortalecimiento organizativo como base fundamental para el posterior desarrollo empresarial. Se partió de una técnica administrativa que se enseñó, de tal forma que se simplificó en la práctica la teoría de la administración. “El proyecto Sena-Uconal que venía adelantándose exitosamente desde años anteriores, permitió un manejo administrativo más eficiente y técnico, necesarios para afrontar los nuevos retos. Se había logrado superar la conducción empírica al modernizar su estructura empresarial dotándola de una visión conceptual y técnicamente fundamentada” .

Obviamente, el ir ganando nuevos elementos en lo técnico-administrativo fue un preámbulo para conseguir ascendencia en la organización. Me refiero a los cargos de responsabilidad en la línea de mando, que generaron como es lógico, referentes de poder que mas adelante analizaremos detalladamente.

Pero la técnica también tiene que ver con la aplicación del discurso social, elaborado, desarrollado y aplicado por un departamento como Desarrollo Social en la Cooperativa Financiera Avancemos. Aquí hay una tecnología y una técnica. El discurso social puede ser un factor de poder que se mostró desde ésta instancia, en contraposición a otro factor de poder como el del departamento de Organización y Métodos que también se manifestó una tecnología y técnica inherentes a su quehacer cotidiano en la Cooperativa.

De lo que se trata entonces es que las técnicas se “socialicen”. Todo con el fin de abarcar mayor cantidad de personas y descentralizar, en la medida de lo posible, tareas.

“[…] que estas instancias de poder (departamentos) tengan una dinámica de intercambio para garantizar personas que manejaran todos los campos debe ser un requisito para diseminar poderes que se contraponen a una forma de focalización”


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