ÉTICA, PSICOLOGÍA Y CRISTIANISMO
José María Amenós Vidal y otros
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Una crónica de la ocupación de Roma
Apéndice.
Extracto refundido del libro del periodista J.P. Gallagher: Púrpura y Negro; de
Ediciones Palabra. Madrid (1985). La versión original de este libro apareció en
Souvenir Press Ltd. London con el título ¨The Scarlet Pimpernel of the Vatican¨.
El Correo de Dios.
En la Pascua de Resurección del año 1941, el Papa Pío XII, nombraría a Monseñor
Bergoncini Duca, Nuncio especial de la Santa Sede, y a Monseñor Hugh Joseph
O´Flaherty, intérprete y secretario, con el fin de comprobar el estado de los
miles de prisioneros de guerra concentrados en diversos campos repartidos por el
norte de Italia, que encargados de visitar a los soldados capturados, hombres
cuyas familias no sabían si estaban vivos o muertos, recababan la información
necesaria que luego radiaban por Radio Vaticano. De igual modo, y al margen de
los canales oficiales, con la ayuda de sacerdotes rurales consiguieron entregar
miles de libros, que incluían un devocionario elaborado especialmente por
Monseñor O´Flaherty para los presos, de la Cruz Roja consiguieron hacerles
llegar alimentos y medicinas, y milagrosamente gran cantidad de ropa de abrigo
para los fríos inviernos itálicos, consiguiendo la destitución por las
autoridades italianas de varios de los comandantes de campos de concentración
que eran conocidos por su dureza . Su misión de ¨Corriere di Dio¨ continuaría
hasta la Navidad de 1942 en que el Gobierno fascista alertado por sus
procedimientos al margen de las normas legales decidió apartarle de los campos
de prisioneros.
El Santo Oficio seguía recibiendo miles de peticiones de italianos que querían
saber de sus hijos y esposos, y además los nazis y fascistas habían activado la
busca y captura de personas evadidas, sobre todo de judíos y aristócratas contra
el régimen. Y así como el Papa Pío XII había decretado el asilo de los
representantes diplomáticos acreditados ante la Santa Sede de los países en
guerra contra el eje, que fueron concentrados en el Hospicio de Santa Marta,
dentro de las murallas del Vaticano, y en la parte posterior de la Santa Sede,
en el Colegio Teutónico, que extramuros gozaba de extraterritorialidad, Monseñor
O´Flaherty organizaría desde este centro de operaciones estratégico, la red de
refugiados y evadidos más importante de la IIª Guerra Mundial, con un
sofisticado sistema de ocultación y fugas.