ÉTICA, PSICOLOGÍA Y CRISTIANISMO
José María Amenós Vidal y otros
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Los mártires cristianos del s. XX en la II Guerra Mundial.
Un estudio basado en la XXIX Videoconferencia Teológica Internacional, que tiene
por tema: "El martirio y los nuevos mártires". Prefectura de la Congregación
para el Clero - S. Em. Revma. Cardenal Darío Castrillón Hoyos (Ciudad del
Vaticano, 28 mayo 2004): Regensburgo: Gerhard Ludwig Müller; Madrid: Alfonso
Carrasco Rouco;...
La dirección de este trabajo de docencia e investigación a cargo del sacerdote y
escritor español Padre Jesuita Jorge Loring, S.I. con la colaboración especial
del Presidente de la sección de Suicidología de la Asociación Cubana de
Psiquiatría, el Prof. y Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero, fundador de la sección
de Suicidología de la Asociación Mundial de Psiquiatría (AMP).
Autores: José María Amenós Vidal. Psicólogo Clínico y Social (docencia e
investigación desde 1984) por la Universidad Central de Barcelona (España).
Miembro Fundador y Administrador de la FPC. Marcelo Alejandro Correa. Agente
Pastoral de Salud, impulsor y promotor de grupos de prevención del suicidio en
Argentina, y de duelo por suicidio en la Asociación Civil Estaciones del Alma
(ACEDA) de Bahía Blanca.
Fundación Psicología y Cristianismo. c/ Museo, 26 - 1º 1ª. 08912. Badalona
(Barcelona). España. e-mail: info@psicologos.tk – url: www.psicologos.tk
Resumen.
El Prof. y Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero, médico y psiquiatra, fundador de la
sección de suicidología de la Asociación Mundial de Psiquiatría y asesor de la
Organización Mundial de la Salud para la prevención del suicidio, afirma que
ambos estados, ascetismo y martirio, son a su juicio estados superiores, no así
sus equivalentes psicopatológicos.
Esos suicidios crónicos donde quedan incluidos el martirio y el ascetismo,
fueron aportados por la teoría psicológica del suicidio y estos casos en
específico por Karl Menninger.
En relación con la objeción propuesta, la explicación sobre la discusión con K.
Menninger, tiene como objetivo resaltar la importancia que merece el concepto de
vida ascética y mística en la teoría psicológica de Carl Albrecht.
A propósito de la distinción entre el concepto de suicidio, martirio y
ascetismo, para aclarar la confusión existente al respecto entre los
profesionales de la psiquiatría y salud mental, podemos decir que alegar razones
de terminología médica, para justificar que el ascetismo y el martirio en base
al concepto psiquiátrico y patológico, sean considerados suicidios crónicos, es
un error doctrinal, no solo de fe, sino también de las bases que sustentan el
conocimiento doctrinario psicológico y/o psiquiátrico.
Introducción.
Cuando glosando se refiere ascetismo, para calificar una conducta de aislamiento
emocional, personal, social, intelectual, ... se debería encontrar un término
que no sacrificara una tradición que basa su origen etimológico, en el
significado de esfuerzo, superación, entrenamiento ... para soportar los
suplicios, que son todo lo contrario a lo que califica la ciencia médica en
confrontación con el significado auténtico que lo ampara y describe. Por tanto,
sería más correcto cambiar este primer término por uno más adecuado a lo
referido, el más lógico es deprivación.
En cuanto, al tema del martirio, consideremos que calificar este concepto de
suicidio crónico, contiene una grave confusión, puesto que no podemos aplicar a
este término el verdadero significado del martirio que es la entrega por unos
valores que se defienden a costa de perder la propia vida, sería más correcto
hablar de autoinmolación cuando el lenguaje psiquiátrico refiere el sacrificio,
entendido en el sentido de homicidio inflingido en uno mismo.
La cronicidad tiene que ver con una conducta o una tendencia en este caso
autodestructiva que transcurre en un largo tiempo, y no tiene que ver con los
vocablos de martirio, o ascetismo ... no son su equivalente psicopatológico,
porque en un lapso de tiempo el mártir en un acto sacramental de vida ascética
que tiene que ver con un estilo de vida y no de conducta autodestructiva es
sacrificado contra la voluntad de su inexorable destino.
Es tan claro el error y tan contundente, que sorprende en una autoridad como K.
Menninger, fundador de uno de los centros mas importantes de humanización de la
psiquiatría en EE.UU.
Analizando lo sucedido, que el martirio sea considerado un suicidio crónico, y
que K. Menninger opine de esa forma, sea o no a través de un traductor que se
abría referido en los términos que conocemos, lo emplearon mal llamando mártires
y ascetas a los suicidas crónicos, cuando estos últimos son por definición unos
homicidas.
Por eso nos opondremos hasta sus últimas consecuencias como cristianos a las
falsas concepciones sincretistas, a la idea de que los mártires son suicidas, o
de que el martirio es un suicidio, puesto que los mártires serán siempre
víctimas que por definición nunca serán victimarios como los suicidas.
La escalada paradójica hacia estados superiores nos llevan a deducir que el
asceta y mártir no son homicidas, y por tanto no son el equivalente
psicopatológico del suicida que es un homicida. En definitiva, el ascetismo y el
martirio no son un suicidio sino todo lo contrario.
A nuestro modo de entender la cuestión, si K. Menninger cuando se refiere al
suicida pretendía describir el estado de un ser humano sufriente que es víctima
del suplicio de un martirio y que por esta razón pone fin a su vida, en cuanto
se convierte en el victimario homicida ya no podemos hablar de martirio sino de
suicidio, y precisamente es en el ascetismo donde encontraría el apoyo necesario
que necesita para superar el dolor y sufrimiento.
La conclusión es que un mártir nunca será un suicida, puesto que en el martirio
el rol de víctima no es equiparable al de su victimario, y en el suicidio si lo
es porque se identifican. Así pues, sostenemos la tesis de que el martirio es el
antónimo del suicidio, por razón de que la víctima encarna la figura contraria a
la del victimario homicida, y que el ascetismo es la ayuda que requiere para
soportar su sacrificio (ver Palabras Clave).
Si bien, entendemos como observa el Prof. Marcelo Alejandro Correa, que mártir
es un término con raiz católica que tiene miles de años de historia en nuestra
Iglesia. Por esta razón, el martirio se soporta con una esperanza mayor,
sobrenatural, que el ascetismo alimenta en su sufrimiento.
Les animamos a defender nuestra posición totalmente contraria a las bases que
sustenta la teoría psicológica del suicidio de K. Menninger en cuanto a lo que
se refiere al ascetismo y el martirio.