BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS ECONÓMICAS

Carlos Enríque Rodriguez

 

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Los contenidos: su tratamiento

¿Qué son entonces los contenidos, y cómo resultaría más favorable su tratamiento propedéutico?

Comenzaremos señalando que la diferenciación entre los contenidos puede estar cargada de cierta artificialidad , ya que la frontera que los separa se torna a veces sutil, existiendo oportunidades en que se verifica una fuerte corriente de continuidad o zonas de superposición entre unos y otros.

Los contenidos son la razón de ser de la materia objeto del proceso de enseñanza- aprendizaje; durante muchos años, los contenidos conceptuales constituyeron el fundamento casi exclusivo la disciplina considerada: aquello que debe aprenderse: el ¿qué enseñamos? en el ámbito concreto de la intervención del docente. Están conformados por conceptos y principios, siendo ambos términos abstractos que recibirán por parte nuestra un tratamiento equivalente. Los primeros se refieren al conjunto de características generales de determinado objeto de estudio que se expresan en forma simbólica (comúnmente a través del lenguaje), y los segundos describen relaciones de causalidad o correlación entre fenómenos. Los contenidos conceptuales se concentran entonces en el conocimiento de definiciones, principios, enunciados, leyes, teoremas y modelos.

Existe además de los señalados otro conjunto de conocimientos dentro de los conceptuales que reciben el nombre de “factuales”, y que implican datos, cifras, magnitudes, nombres, fechas, etc. Habitualmente estos últimos amplifican y enriquecen la significación de los conceptos. Por ejemplo el estudio del desempleo puede ser apoyado con la mención de las tasas de desempleo de los países de la región.

Los conceptos son estructuras que hunden sus raíces (abrevan) en el conocimiento, siendo este “las ideas que tenemos o nos formamos acerca de las cosas”.Las estructuras de conocimientos conforman sistemas, los que configuran las ciencias, según definición generalmente aceptada, y que hemos propuesto al comienzo de este trabajo.

Está claro con respecto a estos contenidos que el objetivo no es simplemente memorizarlos, sino comprender su significado; sin esta segunda fase no existiría una verdadera apropiación los mismos. Raramente su aprendizaje puede considerarse acabado, ya que en general apuntan a la conformación de capacidades abiertas, cuyo pleno dominio jamás se alcanza, porque cada individuo puede continuar desarrollando interminablemente su conocimiento .

Se explicitan (formulan) a través del programa de estudio de la materia, y son el eje central de la planificación tradicional. El momento específico de la Transposición Didáctica transforma un conocimiento científico en un conocimiento enseñado (y potencialmente en un conocimiento aprendido). En cuanto a su tratamiento, normalmente el docente tiene la opción entre el alcance (extensión del tema) y la profundidad en su consideración.

Resumiendo lo hasta aquí señalado: “Los contenidos conceptuales implican un saber”.

CONTENIDOS CONCEPTUALES

Por su parte, los contenidos procedimentales implican un saber hacer, conocer como actuar para resolver un problema específico del área en consideración o para la realización de una tarea.

CONTENIDOS PROCEDIMENTALES SABER HACER

Los contenidos procedimentales implican la aplicación de una determinada secuencia o la realización de una serie de pasos para la concreción de una tarea o la resolución de un problema; de allí su carácter esencialmente metodológico: se postula un orden en la realización de las tareas.

Esta secuencia de pasos puede resultar rígida e invariante como condición necesaria para la resolución exitosa del problema considerado ; o por el contrario admitir diferentes tratamientos y abordajes, dependiendo de las características de la situación en que se están aplicando. Normalmente, los contenidos conceptuales dan el fundamento para la realización de los procedimentales correspondientes.

El aprendizaje de los contenidos procedimentales pasa necesariamente por su ejercitación y aplicación (siempre partiendo de los casos más sencillos a los más complejos); una tarea en apariencia simple como conciliar un resumen bancario puede en la práctica ofrecer notables dificultades, las que en parte se superan con la reiteración de la tarea.

Se apunta en general con los procedimentales a la obtención de “capacidades cerradas”, las que a diferencia de las abiertas definidas previamente, presentan un horizonte más acotado, ya que cuando se ha comprendido y entrenado en la lógica de su funcionamiento, no puede continuarse evolucionando indefinidamente. Descendientes directos de los esquemas de acción implican la abstracción de los mismos (son acciones abstractas), pudiendo de esta forma transformarse en predecesores directos de nuevos esquemas de acción. Gran cantidad de acciones se automatizan para ahorrar recursos cognitivos, los cuales pueden utilizarse para el abordaje de nuevos problemas. Pero una acción automatizada no constituye un contenido procedimental; es necesario tomar conciencia, comprender (reconstrucción comprensiva del proceso de resolución del problema) y finalmente formalizarlos a través de signos (lenguaje técnico- matemático) .

En función de lo señalado hasta este momento, debería estar claro que no cualquier serie de actividades o procedimientos metodológicos en la clase constituyen contenidos procedimentales; estos últimos son aplicaciones tendientes a resolver problemas y situaciones que se plantean en el campo de la disciplina de base. Monereo señala la dificultad para la clasificación de los mismos, agregando a los ya desarrollados procedimientos algorítmicos y herurísticos otro binomio: el de los (procedimientos) disciplinares – y por lo tanto específicos de una disciplina- y los transdisciplinares, comunes a todas ellas (preferimos por nuestra parte mantener el criterio de que los transdisciplinares constituyen actividades de la secuencia didáctica).

En otras ocasiones la dificultad estriba en deslindar claramente los contenidos conceptuales y los procedimentales; para ello resulta útil tener en cuenta la intencionalidad de la intervención pedagógica. Por ejemplo, no puede reputarse de contenido procedimental la recolección y el tratamiento de datos orientados a la investigación, ampliación o consolidación de un tema propuesto en clase como contenido conceptual, ya que para el caso que estamos señalando constituyen actividades de la secuencia didáctica tendientes al apuntalamiento o reforzamiento de dicho objetivo didáctico. En igual sentido deben considerarse todas aquellas actividades y procedimientos pedagógicos tales como: la contestación de una grilla de preguntas, la lectura y análisis grupal de un artículo periodístico, la realización de un esquema conceptual del tema, etc., cuando su intencionalidad sea el apuntalamiento del conceptual considerado.

Sin embargo la recolección de datos, cifras o comprobantes (documentación contable) y su ulterior tratamiento a efectos de convertirlos en un conjunto ordenado de información, si constituyen un procedimental de contabilidad, administración y economía. Asimismo deben considerarse la formulación de organigramas y cursogramas de una firma, y hasta un trabajo de discusión grupal orientada a la resolución de un problema o la simulación de toma de decisiones en el ámbito de la empresa.

A efectos entonces de tratar de deslindar unos y otros (conceptuales y procedimentales) no debe perderse jamás de vista el simple y categórico principio ya enunciado:

Contenidos

Conceptuales Contenidos Procedimentales

SABER SABER

HACER

Tomemos un par de ejemplos sencillos, en esta caso del área del SIC (Sistemas de Información Contable); supongamos que estamos abordando el estudio de algunas cuentas del plan de cuentas de la empresa:

• Caja

• Bancos

• Muebles y Utiles

• Instalaciones

• (otras)

La definición de estas cuentas constituye un saber: contenido conceptual; pero luego, con la registración contable de las mismas en el libro diario utilizando el sistema de la partida doble, pasamos al campo de los procedimentales (saber hacer, en este caso registrar contablemente).

Otro ejemplo en el mismo sentido: el balance, su concepto, tipos, normas legales vigentes, etc. constituyen el componente conceptual del tema; la confección del balance es el procedimental de dicho tema.

Como vemos en los ejemplos anteriores se percibe una conexión inmediata, un nexo funcional entre ambos tipos de contenidos.

Entonces, ¿Clasificar cuentas es un contenido procedimental? Generalmente no lo es, ya que toda taxonomía o clasificación nos mantiene en el campo de los conceptuales (saber). El siguiente paso, formular el plan de cuentas de una empresa sí constituye un procedimental (saber + hacer).


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