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J.M. KEYNES, EL PROFETA OLVIDADO

Mario Guillermo Gómez Olivares

 

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5.2. A avaluación externa al programa de investigación científica de J.M.Keynes:

“Had the General Theory never been written, Keynes would nevert-heles have deservedly been regarded as ones of the great econo-mists of all the time to be listed in the pantheon of great British economist along with Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill, William Stanley Jevons, and Alfred Marshall” .

El empleo es talvez la principal preocupación de Keynes en términos teóricos y correlativamente, de política económica. Esta preocupación remonta a los años 20, tomando en atención principalmente el fenómeno británico. Posteriormente, con el estallido de la Grande Depresión, ese cuidado se extiende a los problemas que afectaban las principales economías del mundo capitalista. Keynes proporciono en los años treinta un cuerpo teórico conveniente como respuesta al impase político dejado por la teoría neoclásica. El mundo que emerge de los años cuarenta, después del penoso intervalo de la guerra, seguido de los ‘golden years’ del pleno empleo, fue un mundo keynesiano, por lo que el fin del mundo del pleno empleo en los años 70 ha venido a poner en causa el discurso teórico keynesiano en su totalidad, así como los resultados políticos de su influencia.

Compendiando sus ideas sobre política económica, podemos concluir con cierto ri-gor que el empleo estuvo casi siempre en el centro de sus preocupaciones. Podemos asentar las posiciones de Keynes, a fin de poder compararlas con las posiciones de sus seguidores keynesianos y con la de sus críticos monetaristas, con el ob-jetivo de mejor comprender el legado de Keynes en esta materia y las diferencias entre esta y las políticas keynesianas del pósguerra. Buscaré demostrar que la crítica compromete el pensamiento de los discípulos keynesianos más que el del propio Keynes, aunque la crítica comprometa el programa keynesiano desarrollado por su-su discípulos.

La posición neoclásica y oficial, conforme resultaba de su abordaje teórica, recomendaba en la época de Keynes una reducción de los salarios monetarios, la eliminación de las restricciones que obstaculizaban el ajuste de los precios relativos, el restablecimiento de los mecanismos que aseguraban a mejor afectación de los re-cursos productivos. La nueva crítica monetarista y neoclásica ha venido sobre todo a restaurar la idea de que existen mecanismos automáticos que restablecen el equilibrio, concentrándose sobre todo en la crítica a la teoría del mercado de trabajo keynesiano y a la política monetaria que favorece el empleo a través de la disminución de las tasas de interés. Veremos que esta crítica toma como cierta la relación entre el carácter keynesiano de algunas teorías y el pensamiento de Keynes, lo que en la realidad está lejos de ser verdad. Keynes, aceptando la posibilidad e inclusive la necesidad de pensar una política económica para el pleno empleo, las consideraba discutibles y de difícil ejecución, sobre todo por las consecuencias sobre el presu-puesto corriente. La versión keynesiana acepta que en términos de política econó-mica Keynes habría recomendado: “When private spending declines, a responsive government substitutes its spending by running a budget deficit, or reduces taxes to stimulate private spending. The additional spending create jobs for idle workers. So-ciety gets the benefit of output that would have been lost; increased output and em-ployment raises tax revenues and finances the deficit. To reduce inflation, the go-vernment runs a budget surplus. The surplus lowers economic activity, and the surplus is eliminated as inflations falls”

Debemos precisar esta versión keynesiana de Keynes, por lo que discutiremos introdutoriamente las posiciones de Keynes hasta la II Guerra. en segundo lugar, discutiremos los problemas de la relación entre la política económica que Keynes defendía en ese período, aparentemente más liberal relativamente a los años 30, con la política keynesiana de sus discípulos y seguidores fiscalistas. Luego a seguir, discutiré las “contradicciones” que suscitaran las opiniones de Keynes sobre la política económica del pósguerra, en términos de la dualidad abertura&laissez-faire, intervencionismo&economía cerrada y, por último, la crítica de los monetaristas a Keynes. Buscaré demostrar que no es más que una crítica externa a la lectura y la aceptación keynesiana de la relación refundida por Phillips entre desocupación e inflación.


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