BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


J.M. KEYNES, EL PROFETA OLVIDADO

Mario Guillermo Gómez Olivares

 

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5.1.3. La demanda efectiva origina la desocupación involuntaria

La opción de autores como Patinkin y Meltzer, no se debe meramente al hecho de estos produciren una visión crítica de una perspectiva neo-clásica. Se debe mucho más al hecho de que ambos estudiaron en profundidad el pensamiento de Keynes. En cuanto Patinkin se coloca en una posición de desequilibrio, resaltando las disonancias entre el mercado de bienes y el mercado de trabajo, Meltzer reinterpreta el equilibrio de subempleo, en la relación entre la eficiencia marginal del capital con las expectativas falladas de los inversionistas en una situación de incertidumbre. Ambos destacan la relación entre la demanda efectiva y la desocupación involuntaria, dando Patinkin una interpretación muy particular, siendo en ese sentido Meltzer más ´keynesiano‘.

5.1.3.1. Una interpretación neoclásica: la interpretación de Allan Meltzer

A. Meltzer escribió en 1981 un largo artículo, “Keynes General Theory: A Different Perspective ”, situándolo en una perspectiva más vasta de investigación en que sintetiza de cierto modo varias interpretaciones que colocan énfasis en la incertidumbre, así como rechaza otras basadas en presupuestos no explicitados en la teoría y que desvirtúan el pensamiento de Keynes, tales como los «salarios rígidos» o del desequilibrio . Para Meltzer la Teoría General tiene como principal tema la desocupación involuntaria, siendo las palabras- clave de la obra de Keynes el punto limite, el equilibrio y la desocupación involuntaria: “The problem in interpreting the General Theory is to understand what Keynes meant by these word” .

En ese sentido, para Meltzer la noción de desocupación involuntaria se insiere en la descripción de la teoría clásica como un caso especial, un punto limite de equilibrio que el sistema económico no alcanza por lo general. El equilibrio del nivel del empleo no se alcanza y la tasa de interés de equilibrio y la tasa de salario monetario no caen para valores consistentes con el equilibrio de pleno empleo: “The General Theory is Keynes‘s attempt to explain why this is so and to offer a remedy” .

Por eso, para Meltzer, la Teoría General es la tentativa para explicar: “Why action could do what unaided private action could not do- permanently increase the capital stock, employment, and output” .

Keynes estaba convencido de que las decisiones privadas acarrearía un nivel de equilibrio de la tasa de inversión y del stock de capital más bajo que el óptimo social. Porque la inversión es más bajo que la tasa exigida para el output máximo, porque la demanda efectiva y deficiente, es decir, menor que el montante exigido para mantener el pleno empleo. Esta posición de equilibrio es estable y se espera siempre que ese equilibrio persista. El problema no es que las personas no sepan y no puedan aprender los valores de equilibrio de los salarios monetarios, de la tasa de inte-rés y del nivel de la tasa de inversión. El problema es que estos no pueden cambiar-los. Por esto infiere Meltzer: “No single statement is a correct restatement of the General Theory. There is however, considerable differences in the degree to which different interpretations are consistent with the points that Keynes stressed in the General Theory, in the papers he published subsequently, and restated in his correspondence. There is perhaps, a greater difference betwen the policies Keynes favoured in the decade following publications of the General Theory and the counter-cyclical policies popularly described as Keynesian” .

Para Meltzer, la teoría de Keynes tiene dos temas principales: primero, las fluctuaciones en el output son el resultado de acciones privadas no previsibles y no altera-das rápidamente, cumulativas en el tiempo; segundo, el nivel en torno del cual las fluctuaciones tienen lugar y abajo del nivel medio del output y del empleo es menor de lo que podría ser conseguido con una tasa de inversión mayor.

Por esto, Meltzer atribuye la mayor importancia a la inversión, por lo que el nivel medio del empleo puede ser aumentado con una tasa aumentada de inversión, del mismo modo que el aumento de la inversión a través de la fluctuaciones del output podría reducir la desocupación cíclica. También me parece correcta la interpretación de que la inversión y las fluctuaciones en la eficiencia marginal del capital están en la base del comportamiento cíclico de la economía capitalista, por lo que no puede ser solo la política monetaria, designadamente la reducción de la tasa de interés, a permitir restablecer la producción y el empleo .

Una segunda tesis es la descubierta por parte de Keynes de que, a medida que aumenta el ingreso, el consumo lo acompaña a un nivel inferior, por lo que el «gap» entre ingreso y consumo tiende a ampliarse. Si ese fuese el caso, la parte de la inversión tiene que aumentar así que el ingreso aumenta, de modo a llevar la demanda efectiva al nuevo nivel de ingreso. El sistema es inestable y oscila en torno a un nivel que está abajo del nivel de pleno empleo. Los factores causales son las expectativas de los propietarios de riqueza. Aquí Keynes incluye la función consumo, la función demanda de moneda y los ingresos esperados del capital (la eficiencia marginal del capital). El segundo factor es la tasa de salario, el tercero es la cantidad de moneda. Para Keynes la inversión que asegura el pleno empleo puede no ser incentivada, a menos que la eficiencia marginal del capital sea positiva, a menos que las expectativas sobre los retornos del capital sean superiores a la tasa de interés. El problema está en que, ni una caída en la tasa de salario monetario, ni una disminución de la tasa de interés pueden mantener el pleno empleo, a menos que la disminución del salario monetario o un aumento en la cantidad de moneda afecten la expectativa de ingresos futuros esperados. los cambios en la tasa de interés por medio monetario o por la política de salarios puede cambiar el montante de la inversión, incrementando el ingreso y el empleo. Pero para mantener el pleno empleo, la inversión debe persistir. Esto exige que cambien las expectativas relativamente al flujo de ingresos esperados o un cambio en la tasa de interés efectiva esperada. Esto puede suceder si se cambian el riesgo actual y el perceptible.

Segundo Meltzer, estos riesgos son: primero, en un mundo de incertidumbre, los re-tornos actuales y anticipados pueden diferir; este riesgo puede ser limitado, pero no eliminado; segundo, el riesgo de pérdidas de capital, debido las variaciones en el valor real de los activos financieros. Tercero, el riesgo del emprestador de dinero: “The last point is crucial to Keynes. This risk that is most subject to change- to bullish and bearish sentiments and to cumulative waves of optimism and pesimism-can be eliminated entirely” .

En ese sentido, la política monetaria necesita de una conducción y orientación. Keynes recomendaba en el «Treatise»: contrariar el modo como los especuladores in-fluyen los precios del capital real cotizado en los mercados financieros, pues en cuanto reina la especulación no existe incentivo a producir un nuevo bien de capital, pudiéndose comprar un existente. Keynes explica en la Teoría General, capítulo 12, por que razón los especuladores ejercen una influencia en la tasa de inversión " For there is no sense in building up a new enterprise at a cost greater than that at which a similar existing enterprise can be purchased; whilst there is an inducement to spend on a new project what may seem an extravagant sum, if it can be floated off on the stock Exchangy at an immediate profit" .,

Si no existe evidencia a través de la experiencia, de que la política de inversión socialmente óptima coincide con la más lucrativa, el estado es llamado a proveer con inversiones que, siendo socialmente necesarias, no sean suficientemente lucrativas. Inversiones basadas en visiones de largo plazo pueden eliminar los costos de errores no anticipados, de modo a que la eficiencia marginal del capital pueda ser lleva-da al equilibrio dentro de una o dos generaciones. Meltzer busca evidencia en escri-tos posteriores de Keynes, donde se refuerzan ideas presentadas en la Teoría Ge-neral: “It is quite correct that I attach primary importance to the rates of interest. What I attach primary importance to is the scales of investment and (I) am interested in the low interest rate as ones of the elements furthering this. But I should regard State intervention to encourage investment as probably a more important factor than low ra-tes of interest taken in isolation. The question then arises why I should prefer rather a heavy scales of investment to increasing consumption. My main reason for this is that I do not think we have yet reached anything like the point of capital saturation... After twenty years of large-scale investment I should expect to have to change my mind” .

Para Meltzer, la definición de desocupación involuntaria es así una perfecta implicación de la teoría keynesiana: “His belief that a one-time increases of investment, under state control or direction, can permanently raise the level of output, achieve full (maximum) employment, and eliminate the gap betwen averages output and the maximum output is at best a conjecture” .

Meltzer presenta su interpretación del pensamiento de Keynes, recorriendo a un modelo convencional expreso en 8 ecuaciones, con los valores nominales deflacionados por el salario nominal W. Agrupa los mercados en: mercados de la mone-da, bienes y trabajo. Hay un tratamiento explícito de las expectativas, donde la moneda es un activo. La igualdad entre ahorro e inversión establece el equilibrio en el mercado de bienes. Las ecuaciones 1 a 3 forman una curva IS convencional, que representa posiciones alternativas de este equilibrio. Las expectativas del ingreso Y aparecen en la función inversión, sugeriendo que E es más apropriadamente definida como ingreso esperado en unidades salarios. La ecuación 4 es una condición de equilibrio para el mercado de la moneda. La cantidad de moneda demandada iguala la oferta de moneda. La curva LM especifica esta relación de equilibrio, donde la ta-sa de interés es la tasa esperada. Una caída en la tasa de interés esperada reduce la tasa de interés. Tal como las afirmaciones en la Teoría General, la tasa de interés esperada es la tasa esperada corriente de largo plazo. El uso de valores deflacionados para la moneda es el ingreso e basado no principio de la homogeneidad de gra-do un en los valores nominales en los mercados de la moneda e bienes. las ecuaciones 1 a 8 expresan la conducta en los mercados de bienes, moneda e trabajo:

S/W = I/W 1)

S/W = S(Y/W, r) 2)

I/W = I(r, E) 3)

M/W = L(r, re ) 4)

Y/W = F(K, N) 5)

Nd = f(W/P) 6)

Ns = g(W) o g(W, P) 7)

N = Nd  Ns 8)

La principal innovación del lado de la oferta es la exigencia de que la economía se encuentra en una posición de equilibrio menor que el output máximo conseguido con la fuerza de trabajo disponible, gustos y hábitos. Como la oferta de output depende del nivel de los precios, un incremento de la tasa de inversión por 20 años saciaría el stock de capital y haría aumentar el output. Las ecuaciones 5 a 8, son consistentes con esta exigencia, imponiendo ciertas restricciones a la manera de Keynes.

La ecuación 5 es una función de producción padrón y la ecuación 6 es la demanda de trabajo derivada de la ecuación 5. Estas ecuaciones son compatibles con la aceptación del primer postulado, por parte de Keynes no capítulo 2. La función de oferta de trabajo es típicamente «keynesiana», incorporando la idea de que en el mercado de trabajo se determina el salario nominal y no el salario real. La ecuación 8 expresa la idea de desocupación involuntaria. A medida que el empleo aumenta, el salario real debe disminuir.

Estas 8 ecuaciones pueden ser mejor explicitadas de modo a abarcar todas las interacciones que Keynes menciona: “To do so, we follow Keynes and taky las given the skill and quantite of available labour and capital, technique of production, tastes for consumption and leisure, the distribution of incomy land institutional arrange-ments. The ultimate independent variables are the expectations and functions or propensities, the money wagy land the stock of money” .

Para reproducir las conclusiones de Keynes, el sistema se reduce a tres ecuaciones. La curva IS es la solución de las ecuaciones 1 a 3. La curva LM es una re-expresión de la ecuación 4 y la curva S es una curva derivada de las ecuaciones 5 a 8. Como Keynes insistió, la demanda agregada y la oferta agregada de-terminan el output y el empleo:

IS:Y/W = A(r,Y/W, E) 9)

LM:Y/W = B(r,Re ) 10)

S:Y/W = F[K,N(W,P)] 11)

Tenemos 8 variables, pero solo 3 ecuaciones. Keynes predetermina 5 variables, las dos expectativas, W e K. Con esta hipótesis se puede resolver Y/W, P y r. La solución para P, dado W, determina la demanda de trabajo y el nivel de empleo en todas las condiciones, excepto para el pleno empleo. La oferta de trabajo solo afecta el producto en el pleno empleo: “(...) a temporary and unusual circumstance in the General Theory” .

En los primeros 17 capítulos de la Teoría General, Keynes discute una solución restricta, en que el nivel de los precios es constante. Con el nivel de precios constante, IS e LM determinan Y/W y r, pero la ecuación de oferta, S, expresa una relación fija entre la oferta agregada y el empleo, que depende de las condiciones físicas de la oferta. La demanda de trabajo determina el nivel de empleo exigido para producir un nivel de output igual a la demanda agregada, y: “There is not point to talking about the real wages, since W and P are assumed to be fixed” .

Utilizando los símbolos de Keynes D, la demanda agregada e Z, la oferta agregada. En lugar de Y/W tenemos Z = *(N) como la función de oferta agregada, que es equi-valente a la ecuación 11 donde las condiciones de producción F están incluidas en *. Para el caso especial en que P es constante, N e independiente de P, se puede escribir Nn (D). Las funciones * y Nn corresponden a los presupuestos de Keynes no capítulo 3. Keynes en el capítulo 20 introduce el concepto de la elasticidad precio de la oferta aunque no la trate para el caso del subempleo. En ese caso la ecuación de oferta puede escribirse Z=*[N (P)].

En media la economía de Keynes alcanza un nivel de output que es menor que el pleno empleo, suponiendo que las expectativas son suficientemente racionales, de modo que E iguala el nivel medio del output. Escribiendo Eo como el output espera-do, la demanda agregada y en ISo. Cuando el output esperado disminuye abajo de Eo, IS se desplaza para a izquierda y el output declina; los precios caen a lo largo de S, como salarios monetarios fijos, los salarios reales aumentan. El único medio a través del cual una caída en los precios puede afectar la conclusión cualitativa es a través de los cambios en las expectativas y cambiando W. Estos dos problemas son discutidos por Keynes en el capítulo 19.

El producto de los salarios y del empleo es una componente importante del ingreso, con el stock de capital dado. Suponiendo que re es la tasa que satisfaz las curva IS e LM a Eo=Yo/Wo. Las personas pueden determinar el W esperado actuando como se substrajesen una parte del ingreso corriente al capital, Kre y usan la ecuación 11 para determinar el empleo. En Keynes esta es N= n(D).

Keynes hace depender la determinación de los salarios monetarios de las convenciones y de los hábitos, por lo que:“(...) he would not have objected to treating W as the wage expected on the average” . En esta interpretación, los salarios esperados y actuales coinciden solo en Y*/W*. W* es el salario esperado a ser pago en media. Siempre que las expectativas o incrementos en la cantidad de moneda empujen el output para arriba de Y*/W*, W*, el nivel de precios aumenta, los salarios reales caen y el empleo está arriba de su nivel. En esas circunstancias, el empleo es de-terminado por la demanda de empleo; Nd < Ns. En el output de pleno empleo, el output máximo es determinado por gustos, tecnología y capital disponible. E la figura, Y*/W* es el output de pleno empleo. el output fluctúa a un nivel que es abajo del output máximo. Las expectativas optimistas permiten a la economía alcanzar Y*/W*, aunque la alta tasa de acumulación de capital en el pleno empleo reduce la eficiencia marginal del capital e reduce la demanda para inversión. El output y el empleo bajan para Y*/W*. Los intentos de empujar la economía arriba de Y*/W*, a través de la política monetaria o de los trabajos públicos, produce el crecimiento de los precios, con el output y el empleo constantes, que, contrariamente a que lo que afirma Meltzer, depende de la forma de la curva S, como deja claro Keynes en la definición de pleno empleo, es decir, cuando cualquier tentativa de aumentar la demanda agregada encuentra una oferta agregada inelástica, el efecto del aumento de la producción, con salarios reales disminuyendo, a través del multiplicador, puede generar el efecto benéfico de aumentar el stock de capital, aunque el efecto depende de las elasticidades de la producción, de los salarios, de la demanda y de la producción, como deja claro Keynes en el capítulo 20. No contesto la idea, de que los precios puedan subir, pero la idea de que el output se mantenga constante, por lo que la curva S puede desplazarse para arriba y para la derecha; Meltzer no tiene en cuenta este hecho, el cual nos puede ofrecer una mejor perspectiva de las fluctuaciones.

Los trabajadores consiguen la posición de pleno empleo con salarios reales abajo de los salarios pagos al nivel del output, iguales o menores que en Y*/W*. Keynes se refiere a las posiciones arriba de IS* como de inflación absoluta, para distinguir in-crementos permanentes en los precios y en los salarios monetarios, de las variaciones y fluctuaciones cíclicas en torno de un nivel de precios medios constantes. Como Meltzer utiliza una función oferta de trabajo keynesiana que no existe en Keynes, lógicamente, no encuentra soporte para que un movimiento de la curva de trabajo que restaure el salario real obtido en Y*/W*.

Abajo de Y*/W*, los salarios reales aumentan o disminuyen inversamente con el nivel de los precios. Abajo de Y*/W*, el nivel de los precios es menor que el valor me-dio o esperado, el cual sería obtenido con un stock fijo de moneda y capital real, o, en un régimen de padrón-oro, con un stock de oro medio constante. Repárese que esta conclusión es valida en los presupuestos que Meltzer presenta, que la tasa de interés esperada es igual la tasa actual, una especie de trampa de liquidez; los neo-clásicos verían aquí la posibilidad para que la política monetaria funcione, moviendo la curva LM para la derecha y para abajo, restaurando el pleno empleo. En Keynes, una reducción del salario monetario y la expectativa de subida futura también podrí-an funcionar como política para disminuir la desocupación. Entre Y*/W* e Y*/W* el nivel de los precios está abajo del nivel de los precios de largo plazo esperado el medio determinado por un padrón-oro o por un stock de moneda de largo plazo me-dio constante. El empleo está arriba de su media el valor de largo plazo esperado medio, pero el salario real está abajo de la media.

La desocupación involuntaria de Keynes es la diferencia entre Y*/W* e Y*/W*. Los trabajadores no pueden reducir permanentemente el nivel de desocupación reduciendo el salario monetario. Una reducción de los salarios monetarios o un incre-mento de M, mueve la curva LM para LM* de la figura. en LM* el output está próximo de Y*/W*, pero como Keynes explica, si la curva de eficiencia marginal del capital no cambia, en relación la tasa de interés cae abajo de la tasa determinada por las consideraciones institucionales y psicológicas, re, los empresarios tendrán necesariamente perdidas. Así el stock de capital es el nivel del empleo:“(...)will have to shrink until the community becomes so impoverish that they aggregates of saving is cero... The Position of equilibrium...Will be one in which employment is low enough and the padron of life sufficiently miserable to bring saving to cero” . La economía regresa a Y*/W* .

Keynes no visualiza una vasta posibilidad de soluciones. Para este, existe solo una posición alternativa de equilibrio, la situación en que el stock de capital es suficientemente grande, de modo a que la eficiencia marginal del capital es 0. Lo que repre-senta una cantidad de riqueza suficientemente grande, de modo a saciar completamente el deseo por parte del público de realizar previsiones sobre el futuro, inclusive en situaciones de pleno empleo, donde no existirá un bono en la forma de tasa de interés . De cualquier modo esta afirmación no puede ser considerada una forma de política específica, sino una directiva de filosofía social y de utopía distributiva: la tasa de interés corriente y esperado debe ser reducida hasta cero.

Si la tasa de inversión puede ser incrementada y estabilizada a un nivel correspondiente a la IS* de la figura, la demanda agregada puede ser sujeta a un nivel igual al output de pleno empleo; la solución está en eliminar la influencia de las expectativas volátiles en la inversión. La razón, argumenta Meltzer segundo Keynes, es que la intervención del gobierno en la dirección de la inversión es un output más estable reducen los premios de riesgo y el nivel de la tasa de interés esperada. La tasa de interés esperada y corriente coinciden en un punto en que la curva IS* corta la curva LM*. El output aumenta, lo que se refleja en el movimiento de S hasta el punto Y*/W*. Si la tasa de inversión puede ser estabilizada a un nivel alto y, el riesgo reducido a un nivel natural, la eficiencia marginal de capital puede ser llevada a un mínimo (cero) en una o dos generaciones. Las fluctuaciones cíclicas pueden ser eliminadas si el output se mantuviese en Y*/W*. De acuerdo a la interpretación de Meltzer: “Keynes favoured stable policies and preannounced rules for cyclical tax chan-ges and opposed policies that increased variability and uncertainty. He believed that a policy that eliminates involuntary unemployment also reduces cyclical unemploy-ment” .

La «missing equation» para el salario real permite la solución para el output, para el nivel de los precios y la tasa de interés a menos que el pleno empleo, desde que se conozca las propensiones, el salario monetario y la cantidad de moneda. Keynes determina el output y el empleo para cada valor del ingreso y de la tasa de interés esperada. Los salarios monetarios cambian, pero no mucho dado el ingreso esperado. Así, concluye Meltzer, la fuente determinante del cambio son las expectativas.

Para interpretar las expectativas en Keynes, Meltzer recorre a un argumento a que también he dado importancia, designadamente la base filosófica-lógica que Keynes utiliza para el tratamiento del problema. Las expectativas sobre los lucros, sobre el ingreso y la tasa de interés representan el grado de conocimiento que podemos atribuir a un dado determinado y el modo como las utilizamos en la práctica. En el «Treatise on Probability», Keynes escribe:“(...) the importances of probability can on-ly be derived from the judgment that is rational to be guided by it in action...in action we ought to act to take some account of it” .

Keynes distingues el peso de un argumento, utilizando esa noción a fin de discutir la relevancia de un argumento. Este relaciona las ideas del peso y relevancia a una probabilidad apriori en que:“(...) the weight of an argument is at its lowest... The weight of an argument rises, though its probability may either rises or fall, with every accesion of relevant evidence” .

En la Teoría General, Keynes distingue entre un valor estimado y el grado de con-fianza que le atribuimos . Esta diferencia es importante para demarcar un premio de liquidez de un premio de riesgo. Keynes refiere los conceptos peso y probabili-dad, relacionándolos con el premio de riesgo y con el premio de liquidez: “A risk premium is expected to be rewarded on the average by an increased quantity at the end of the period. A liquidity premium...is not even expected to be so rewarded. It is a payment, not for an increased tangible income at the end of the period, but for an increased senses of comfort and confidence” .

Por eso, asevera Meltzer, si Keynes determinó la tasa de interés esperada, la adop-ción de expectativas debe ser consistente con el abordaje que este utiliza para ana-lizar el output esperado, el nivel de los precios esperado o el salario monetario espe-rado.

Las curvas IS e LM, de las ecuaciones 9) e 10) determinan la tasa de interés al nivel del output real, dado el output real esperado E. La tasa de interés esperada de largo plazo r e determinada por: r = r(M/W, re, E) 12)

Suponiendo r como una variable arbitrária y tomando el valor esperado, el valor es-perado de la tasa de interés de largo plazo es: re = r[(M/W)e; E*] 13)

La ecuación 13, según Meltzer, es consistente con las afirmaciones de Keynes sobre la tasa de interés de largo plazo. La evidencia que Meltzer presenta se refiere al carácter convencional que la tasa de interés presenta. Si los especuladores piensan que la tasa que prevalece se irá mantener, esa es la tasa de interés durable de largo plazo. Para Keynes, ese es el resultado de la interacción de las conductas de los «bears« y de los bulls. Esa tasa puede no ser la tasa de pleno empleo, si la opinión media que predomina es la de los «bears», siendo el precio de los títulos bajo y la tasa de interés alta. Aquí hay espacio para la política monetaria de mercado abierto, como Keynes recomendaba en el « Treatise». Los cambios en la cantidad de moneda o cambios en los salarios monetarios pueden no cambiar la tasa de interés de largo plazo, a menos que (M/W) e mude. Por eso es que para Keynes la política monetaria y la política de flexibilidad de los salarios era simétrica. La clave para los cambios en la tasa de interés de largo plazo está en el ingreso esperado, es decir, en la demanda efectiva. Aquí está la diferencia en la Teoría General relativamente al «Treatise». Es la tasa de interés que determina la eficiencia marginal y no al contrario, como admitía en el «Treatise», donde la tasa de interés oscilaba en torno la tasa natural de interés wickselliana.

El propio Keynes, discutiendo en el capítulo 17 de la Teoría General las diferencias entre estos conceptos, concluye que en el «Treatise» negligencia la relación que existía entre la tasa de interés, el output y el empleo. La tasa natural no es única, es aquella que preserva el «status quo», por lo que seria mejor llamarla de tasa neutral. La tasa natural wickselliana que es consistente con el pleno empleo, es la tasa en que el output esperado es igual al ingreso esperado E = Y*/W*. En la figura, la tasa neutral es aquella en que IS*=LM*. Aquí podemos ver también la diferencia entre el abordaje de Meltzer y la tradicional IS-LM, en que las expectativas no son contem-pladas. La tasa de interés y el nivel de rendimiento que se determinan, siendo o no de pleno empleo dependen de la forma de la curva, enquanto aquí dependen de las expectativas y apenas cuando el output esperado corresponde al rendimiento espe-rado, la tasa de interés de largo plazo corresponde a la de pleno empleo.

Por eso, en una economía de trueque, hay un único salario: el salario real, no existe moneda si no como medio de intercambio. Ni la cantidad de moneda ni las propiedades de la función de preferencia por la liquidez afectan la tasa de interés. La tasa re es la tasa neutral, determinada por el ahorro y la inversión.

La propiedad particular de la preferencia por la liquidez, enfatizada por Keynes, es el premio debitado a los propietarios de activos de riesgo adverso. Un colapso de la confianza en futuro hace aumentar el riesgo de los «lenders and borrowers», reduce la inversión, conduce los propietarios de activos la demandar liquidez: “To hold money for its relatively fixed non-pecuniary yield-safete, securite, and the like. At the same time, the expected r hasta s of interest on investment fall, as E fall in eq (13). The IS curve shift down, and the quantite of money demanded increased” .

Para Meltzer sus conclusiones son compatibles con la teoría de Keynes: “My inter-pretation leaves the system fluctuating around a stable level of output, driven by speculator «largerly ignorant of what they are buying»” .

En esta interpretación de Meltzer de las expectativas en Keynes, estas son tratadas como si estas fuesen expectativas racionales. Las variables no pueden ser consideradas como se fuesen variables casuales, al estilo de la escuela de las expectativas racionales, sujetas a un cálculo probabilístico. Las expectativas en Keynes son el resultado de observaciones, son sujetas a rápidos cambios y no formadas independientemente o exógenamente. Las personas quieren saber lo que los otros piensan o practican y buscan hacer lo mismo, que anula por veces la eficacia de la política monetaria. Las expectativas son extrapolativas, cuando un pequeño cambio en los salarios monetarios o en la tasa de interés genera la expectativa que esos cambios van continuar. Las expectativas pueden ser negativas si la tasa de interés disminuye y las expectativas de que esa tasa no se mantiene; o pueden ser positivas, si extrapolan que una caída tendrá como consecuencia posteriores disminuciones. Las expectativas pueden ser regresivas; un cambio muy grande en el output genera expectativas de que el ingreso esperado será menor, aumentando la preferencia por la liquidez y, por consecuencia, de la tasa de interés, mismo que la cantidad de moneda para transacciones diminuya, dejando más dinero liberto para el motivo especulación.

Es claro que esta conducta consiste en desculpabilizar al empresario capitalista de las pésimas influencias del especulador, rehabilitando el capitalismo de sus responsabilidades. Para Keynes, y en eso estoy plenamente de acuerdo con esta interpretación, el capitalismo de la desocupación era recuperable aumentando el output, aumentando la tasa de inversión y reduciendo los premios de riesgo relativamente a las tasa de interés, así como reduciendo la amplitud en las fluctuaciones de la tasa de inversión. La principal causa de la baja tasa de inversión y de la desocupación estaba en las expectativas volátiles relativamente a los ingresos esperados de los activos. La estabilización de la inversión, estabilizaría el output, reduciría o eliminaría los premios de riesgo acreditados a los emprestadores adversos al riesgo y a los inversionistas adversos al riesgo en capital real, bajaría la tasa de interés corriente y esperado.

Para esto Keynes discute los medios de incrementar la inversión. Reducir la tasa de interés de largo plazo por medio de la política monetaria o salarial. Una otra seria eliminar las influencias nefastas de los especuladores privados y la volatilidad de las expectativas, reduciendo el premio de riesgo, incrementando el stock de capital. Keynes concluye que ni la política monetaria de aumentar el stock de moneda ni la política salarial de reducir el salario monetario pueden reducir la tasa de interés de largo plazo de modo permanente. Estas políticas no eliminan los premios de riesgo y no cambian el nivel del ingreso esperado; influyen temporariamente el nivel en torno al cual el output fluctúa, la amplitud de las fluctuaciones puede permanecer intacta. Por eso propone la intervención del estado, no solo con obras públicas. El estado puede invertir introduciendo «long view» en la demanda efectiva, controlar la inver-sión, aumentar el stock de capital y reducir en dos generaciones la eficiencia margi-nal de capital, restringiendo de ese modo la escasez de capital, eliminando el rentier. El capitalismo industrial debería actuar tal como se supiese calcular los ingresos es-perados, incluso que no existan bases científicas para eso. Meltzer concluye que: “Keynes main concern in the General Theory and after is to reduce the instability of the economy by eliminating fluctuations in the most volatile elements, not to substitutes one sources of variability for another. Keynes, the probabilist, appreciate that variable policies affect expectations and can increase uncertainty. Keynes, the liberal statesman favoured income redistribution on the belief that increased spending, but after in his wartime memos, he opposed policies to increase consumption. He prefe-rred to increase investment and believed that stimulating consumption was less desirable than investment in housing, utilities and productive capital. Keynes, who feared that expansive policies in 1937 would produce inflation, declared that he was « not a Keynesian»”.


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