BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


J.M. KEYNES, EL PROFETA OLVIDADO

Mario Guillermo Gómez Olivares

 

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4. El anillo envolvente del programa de investigación científica de J.M.Keynes.

“Gewiss auch du, lieber Leser, als Knabes oder Madchen mit dem stolzen Gebaude der Geometrie Euklids Bekannchatschaft gemacht. Gewiss wurdest du Kraft dieser vergangenheit jeden mit Verachtung strafen, der auch nur de las abgelenste Satchen dieser Wisenchaft fur unwahr erkrerte”

La teoría keynesiana formula una teoría de la producción y del empleo considerando que la eficacia marginal del capital gobierna la inversión, variable fundamental que, juntamente con la propensión al consumo, determina la demanda efectiva. En un mundo de expectativas variables, el subequilibrio del empleo resulta de una falta de demanda efectiva provocada por la incertidumbre de la rentabilidad de la inversión, por la desconfianza y transformación de las normas y valores que pautaran el comportamiento empresarial en la obtención del lucro, a lo que se une la ineficacia de la política monetaria provocada por la rigidez de la baja de la tasa de interés de largo plazo en un contexto de padrón-oro.

Al ecuacionar el problema de la desocupación persistente, como problema social, la teoría keynesiana pone en evidencia la relación entre teoría económica y la política socio-económica, reinventando el papel de la política y exigiendo el lugar del estado como agente económico activo, lo que resulta de la convicción en la necesidad de poner término al cálculo económico basado en la creencia de la existencia de mecanismos automáticos que persistían en los raciocinios doctrinarios y en la mentalidad laissez-faire.

Es una teoría que, sin cuestionar la esencia del capitalismo en el sentido socioeconómico, atribuye a la ineficacia económica resultante de la desocupación la perversión de los factores financieros, favorecidos por la especulación y por la pérdida del espíritu emprendedor característico de la época vitoriana. Keynes estaba convencido de que la obligación del científico social es la promoción del bien en correspondencia con una ética del bien común, y la demanda del bien intrínseco del individuo, postulando una moral diferente para la inversión y un regreso a la ética capitalista weberiana, a la exaltación del empresario schumpeteriano, revelando por el camino una preferencia clara por un mundo de mayor armonía social y sentido humano, que permitiese al espíritu revelar las potencialidades concedidas por el dominio de la razón y por la sabiduría intelectual. Keynes piensa en la destrucción paulatina del capi-tal financiero y la correspondiente eutanasia del rentier como medio de reducir la desigualdad social, colocándose en la línea de profetas y herejes como Proudhon, Gesell, Saint Simon, Sismondi.

Así, para que el sistema, en sus aspectos económicos, adquiera el sentido que exige la interpretación segundo Lakatos, es decir que las teorías auxiliares defiendan la idea central de que el sistema es inestable y no posee mecanismos de ajuste automático, de forma a justificar una acción permanente del Estado en la vida económica, debemos considerar en el sistema teórico keynesiano, juntamente con la demanda efectiva, las leyes psicológicas fundamentales: la propensión psicológica para consumir, la actitud psicológica en relación a la liquidez y la expectativa psicológica de los ingresos futuros de los bienes de capital o la eficiencia marginal del capital; estas teorías componen aquello que designamos por el anillo protector, o sea el con-junto de teorías que auxilian y defienden la visión keynesiana de la sociedad capitalista .

La teoría keynesiana constituye un auténtico programa de investigación que responde al problema de la desocupación involuntaria, para la cual la teoría económica no encontraba respuesta. Ella pretende desarrollar un modelo que capta en lo esencial una visión sobre los principios que pauten las conductas de los individuos y de los grupos sociales en una economía monetaria a fin de formular una teoría del output y del empleo. Demostramos en este punto la correspondencia entre la visión desarrollada como núcleo duro del programa de investigación y el modelo teórico. La línea de orientación fue dada por la heurística positiva y por los conceptos, categorías y relaciones suscitados por ella.

Podemos analizar ahora en pormenor el desarrollo y la elaboración de las teorías constituyentes del anillo envolvente del programa científico de J.M. Keynes, recordando que el anillo protector es refutable, pues las hipótesis auxiliares que lo componen pueden ser testadas y objetadas sin que eso implique la destrucción del pro-grama en su todo. La metodología propone que la unidad básica de avaluación sea no una teoría aislada, sino un programa de investigación, reuniendo núcleo duro, heurística positiva y el anillo envolvente.

La determinación del nivel de la demanda efectiva es el punto de partida del análisis keynesiana, el concepto central a través del cual se construye el conjunto de teorías auxiliares que constituyen el anillo envolvente . Es decir, si existen elementos que conducen el sistema para el equilibrio de subempleo, deben ser aclarados previamente, para especificar esos elementos en el curso del programa de investigación. En segundo lugar, iremos ver como las leyes psicológicas desenvuelven comportamientos esenciales de los individuos. La propensión marginal al consumo coloca un desafío a la estabilidad de la inversión, porque, siendo decreciente, contribuye para el aumento del atesoramiento.

La inversión pasa a ser la variable determinante del sistema, su nivel es decisivo para la determinación del nivel de la producción, colocando en el centro de la discusión el papel de los empresarios como elemento fundamental para la realización del pleno empleo. Veremos, en tercer lugar, que Keynes irá discutir el problema del atesoramiento en el contexto de la preferencia por la liquidez: si por un lado existe el problema de modo como el mercado transforma el ahorro en inversión, existe por otro lado la necesidad de explicar por que el nivel de la tasa de interés no permite que la inversión se ajuste al nivel de pleno empleo, por lo que estos dos aspectos denuncian las tendencias perturbadoras del equilibrio. En cuarto lugar, veremos que los mecanismos de mercado tradicionales de la reducción de la tasa de salario y sus efectos benéficos sobre la tasa de interés dejan de hacer sentido, pues la teoría de la preferencia por la liquidez revela que existen dificultades para la reducción de la tasa de interés, derivadas del comportamiento psicológico de los agentes económicos y de las peculiaridades específicas de la moneda en una economía monetaria. Si existir un desequilibrio en la producción y en el empleo, este puede ser, por razones monetarias, persistente y tenaz.


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