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J.M. KEYNES, EL PROFETA OLVIDADO

Mario Guillermo Gómez Olivares

 

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2.4.2. La probabilidad del conocimiento y la incertidumbre

Keynes distinguió entre lógica formal y lógica humana, entendiendo la primera como un conjunto de reglas para el raciocinio correcto, y la segunda como el análisis de ciertos hábitos mentales útiles a través de los cuales la mente humana usa la información ofrecida por la percepción; distingue entre grados de creencia y creencias en general, admitiendo que estos conceptos son proficuo para la teoría de las probabilidades: “Thus the calculus of probabilities belongs to formal logic. But the basis of our degrees of belief- or the a priori probabilities, as they used to be called- is part of our human outfit, perhaps given us merely by natural selection, analogous to our perceptions and our memories rather than formal logic” .

El abordaje probabilística de las expectativas, en el sentido del “Treatise”, gana mayor importancia por el modo como Keynes discute la incertidumbre en la Teoría General, lo que es de suma importancia, porque esta noción permite tener un punto de vista diferente en relación al papel de las expectativas en la elaboración de los conceptos de eficiencia marginal del capital y de la preferencia por la liquidez, dos pilares claves en la construcción teórica de Keynes. La formación de las expectativas dependerá de los elementos que consideramos pertinentes y relevantes en el análisis de la situación. Keynes pone atención no en los elementos que forman la expectativa sino en el estado de confianza que atribuimos a ellas cuando no poseemos ningún mecanismo para su cálculo exacto, pudiendo exclusivamente limitarnos al grado de creencia racional que ellas contienen. Si la expectativa es una proposición en nuestro modelo, cualquier sea, ella podrá ser verdadera o falsa de acuerdo a las circunstancias.

Esa abordaje encuentra aplicación en el capítulo 12 de la Teoría General, dedicado a las expectativas de largo plazo, donde Keynes afirma que el estado de las ‘long-term expectations‘ depende no solo de las previsiones más probables sino también de la confianza asociada a las decisiones económicas, las cuales son tomadas no en un contexto de riesgo, como en el caso de ensayos que se repiten y cujas probabilidades son calculadas con base en frecuencias, pero si en un contexto de incertidumbre, caracterizada por la escasez de información. Jeffreys en su Theory of Probability explica que el problema fundamental del progreso científico y uno fundamental en la vida diarias, es el aprender de la experiencia: “El conocimiento que se ob-tiene de esta manera es, en parte, meramente descripción de lo que ya hemos observado, pero en parte consiste en hacer inferencias de la experiencia pasada para predecir la experiencia futura. Esta parte puede llamarse generalización o inducción. El proceso es tan habitual que escasamente nos damos cuenta de él. y difícilmente podemos existir por un minuto sin que lo llevemos a cabo. En las raras ocasiones en que alguien lo menciona, se le llama sentido común y nada mas...La parte común se observa que sólo lo es a grupos homogéneos, lo cual indica que la información que se basa el sentido común es realmente común a los miembros do grupo y que, además, el proceso para procesar la información es también compartido por todos sus miembros. La lógica tradicional o deductiva asiente sólo tres actitudes ante cualquier proposición: Prueba, refutación o total ignorancia. Pero ningún número de instancias previas de una regla proporcionan una prueba deductiva de que la regla se cumplirá en la próxima ocasión Debemos señalar que la inducción es mas general que la deducción. Cualquier inferencia inductiva incorpora en su propia naturaleza la pasibilidad de que la alternativa elegida como la más verosímil pueda de hecho ser errónea...Decido a esta mayor generalidad, la inducción debe incorporar postulados que no se incluyen en la deducción... Estos postulados no pueden ser probados por lógica deductiva, tampoco son generalizaciones empíricas. De hecho, hemos de distinguir las reglas generales de la teoría de su contenido empírico. Las reglas son proposiciones a priori, aceptadas con independencia de la experiencia, y que no afirman nada sobre la experiencia. La inducción es la aplicación de estas reglas a los datos observacionales" ,

Pero justamente, una interpretación de las expectativas a la luz del concepto keynesiano de probabilidad, permite ver, por ejemplo, la formación de las expectativas de largo plazo y su utilización en el cálculo de la eficiencia marginal del capital. Keynes asume que los empresarios comienzan por la observación de una serie de informaciones que el mercado ofrece de un modo regular. A partir de esas derivan una serie de elementos que pueden ser usados en la avaluación del retorno de las inversiones. De esa avaluación, basada en un grado de conocimiento determinado o en una probabilidad, resultan expectativas que incentivan o frenan la inversión.

Esta concepción de expectativa permite entender el modo como los argumentos son elaborados en la base de la mayor información objetiva posible, designadamente, la realidad observada. Se existe un factor subjetivo en la determinación de la expecta-tiva, esta reside en la opción de los aspectos de la realidad tomados como punto de referencia, lo que nada tiene que ver con la naturaleza arbitraria de las conclusiones, sino antes constituye el punto-clave de la teoría. Fausto Vicarelli traduce esta idea sobre la formación de las expectativas por los agentes en la siguiente frase: " It is unquestionable of the key significance that for Keynes it is the intensity of effective demand, the existing quantity of capital goods and trends on the stock market- rather than sun spots or whether- which entrepreneurs take as reference point in reality when formulating their expectations"

La lógica humana puede ayudar a entender el mecanismo que lleva a determinar el estado de confianza, es decir, al complejo de condiciones, las cuales los agentes otorgan importancia decisiva en la toma de decisiones. Justamente en la nota de pié de página de la página 48 del capítulo 12 de la Teoría General, Keynes afirma que “very uncertain should not be taken to mean very improbable”, tomando como referencia el capítulo VI del”Treatise”, lugar donde discute el peso de los argumentos (weights of arguments) cuja probabilidad debe ser inquirida.

El término “peso” es utilizado como sinónimo de conocimiento relevante, claramente diferente del concepto de probabilidad estadístico. El hecho de que la evidencia relevante exista incrementa la magnitud de la probabilidad de un argumento, puede acrecentarla o disminuirla de acuerdo al hecho del nuevo conocimiento fortaleza la evidencia favorable o desfavorablemente: “(...) but something seems to have increased in either case- we have a more substantial basis upon which to rest our conclusion. I express this by saying that an accesion of new evidence increases the weight of an argument, but it will always increase its weight” .

La única base para un mayor conocimiento en situaciones de incertidumbre es una mayor información, un grado mayor de confianza relativamente a esa información. Zellner escribe en An Introduction to Bayesian Inference in Economics: " Por supuesto, el grado de creencia razonable que tenemos de una proposición depende de nuestra información actual. Por tanto, una probabilidad que representa un grado de creencia razonable sobre una proposición es siempre una probabilidad condicionada al estado de la información. En tanto en cuanto la información relativa a una proposición concreta cambia, revisamos su probabilidad y nuestra creencia sobre ella. Es-te proceso de revisión de probabilidades asociadas con proposiciones, a la vista de nueva información, es la esencia del aprendizaje por experiencia" . En la Teoría General la incertidumbre domina las expectativas, que en el lenguaje del “Treatise” significa escasez de información, que es la peor base para inferir proposiciones sobre el futuro.

La incertidumbre de los elementos que forman las expectativas reducen la confianza, pues ejercen un efecto neutral sobre la probabilidad, bien como en el grado de creencia racional que es posible asociar a los acontecimientos futuros, en la base de su relación con los acontecimientos actualmente observados, es en ese sentido que la opción de los empresarios es una decisión probable.

Hicks, en la formalización de la Teoría General, captura la importancia estratégica que Keynes da a las expectativas pero enfatiza las limitaciones y peligros de ese abordaje . El peligro reside en el riesgo de que la efectividad analítica del método de las expectativas puede desaparecer en las aplicaciones de largo plazo. En su visión, esas limitaciones estaban implícitas en la hipótesis de la variancia rígida de las expectativas relativamente a los acontecimientos sucedidos, en el lenguaje de Hicks, within the period considered .

Como comenta Vicarelli: “The neoclasical synthesis of Keynesian thought has not paid much attention to expectations, relegating these to the position of exogenous elements capable merely of shifting functional relationships which in all other respects are considered to be stable.” .

La debilidad de la teoría keynesiana basada en las expectativas, según sus críticos, consiste en la falta de vínculo con elementos objetivos y, por consecuencia, en una determinación arbitraria de la naturaleza de las conclusiones. Cualquier tentativa de explicar el funcionamiento del sistema capitalista sin identificar primero leyes objetivas y precisas que muestren la tendencia de sus fuerzas en la dirección de condiciones objetivas, de acuerdo con esta visión, es esfuerzo inútil. En ese sentido, más allá de la cuestión del método, el recurso a las expectativas, declaradamente, socava el contenido heurístico de la Teoría General. Esta crítica, siendo pertinente, pues recuerda el carácter objetivo de determinadas decisiones de los agentes, ella incide sobre el largo plazo de las decisiones, pero desconoce la subjetividad que caracteriza los procesos de toma de decisión y desvaloriza el efecto de decisiones contradictorias en el corto plazo y olvida el carácter social de la información requerida para la conformación de ellas, las relaciones de poder y la diferente posición institucional de los agentes. Pero sobre todo olvida que los agentes no son entes mecánicos, sino agentes que juegan en tableros diferentes. Keynes mantiene una postura metodológica que lo hace mantener el peso de sus argumentos considerando las acciones de los agentes en un camino determinado pero sinuoso, donde los desvíos provocan efectos macroeconómicos perversos.

Sin duda que una de las características más originales de la visión del capitalismo de Keynes es la de que las expectativas motivan decisiones económicas reales y financieras . El abordaje neoclásico, en la medida en que es necesario considerar las expectativas en un mundo de incertidumbre es obligada a introducir hipótesis ad hoc en el concepto de equilibrio temporal. Es lo que puede ser observado en las sucesivas explicaciones al abordaje tipo ISLM por J. Hicks.

Esta expectativa, indicada anteriormente, podría ser derivada con el mayor grado posible de probabilidad y, mismo así, no corresponder a la realidad factual, la que es influenciada por una vasta panoplia de circunstancias. La comparación entre las conclusiones lógicas y la realidad factual es ilegítima y no puede constituir un elemento decisivo en la avaluación de la teoría. Un argumento ilógico podría conducir a conclusiones coherentes con la realidad; lo que no bastaría, todavía, para garantizarnos su respetabilidad científica.

La teoría de las probabilidades es una contribución muy importante, no solo para la teoría económica, como para la comprensión de la propia teoría de Keynes. Esta concepción de probabilidad de Keynes considera el argumento basado en la mayor información objetiva posible. El hecho subjetivo permite descubrir los aspectos de la realidad tomados como punto de referencia, lo nada tiene que ver con la naturaleza arbitraria de las conclusiones, antes constituye el punto clave de la teoría.

La incertidumbre reduce la confianza, pero provoca un efecto neutral sobre la probabilidad, bien como en el grado de creencia racional que es posible atribuir a los acontecimientos futuros tomando como base su relación con los acontecimientos actualmente observados. La única base para un mayor conocimiento en situaciones de incertidumbre es una mayor información, un grado mayor de confianza relativamente a esa información.

Lo que implica decir que la probabilidad aumenta cuando aumenta el grado de creencia racional, o sea, cuando derivamos argumentos que contiene el mayor grado de información posible. Así, Keynes retoma un cierto optimismo metodológico, permitiendo una interpretación a la incertidumbre en términos de probabilidad e, de ese modo, su teoría de las expectativas se distancia de cualquier interpretación irracional, en el sentido de la imposibilidad de conocer las cosas y los fenómenos.


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