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J.M. KEYNES, EL PROFETA OLVIDADO

Mario Guillermo Gómez Olivares

 

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5.1.2. Desequilibrio de los mercados: la demanda de bienes influencia el mercado de trabajo.

En el centro de este abordaje reinterpretativa de Keynes se revela el problema del equilibriodesequilibrio como método analítico para explicar los desajustes de los mercados en un contexto de equilibrio general. Iremos considerar A. Leijonhufvud como fundador de esta corriente llamada de desequilibrio, así como la reflexión de Malinvaud sobre la desocupación. La interpretación que sigue el rumbo de Leijon-hufvud y Clower parte de la crítica a los modelos keynesianos desarrollados a partir de Hicks, conocidos como esquema IS-LM. Para Leijonhufvud la teoría descrita por los modelos de ingreso-gasto, la representación de una economía sin precios, de un proceso económico sin lugar ni prerrogativas para la moneda, en relación que la Teoría General es un libro que confiere a la moneda un papel central, enfatizando el papel por la preferencia por la liquidez y el stock de moneda como determinantes de la tasa de interés.

5.1.2.1. La falla en la coordinación de los mercados.

Leijonhufvud desarrolla un análisis de los mercados tomando como base metodoló-gica el trabajo de Clower que considera la existencia de una dupla decisión de los agentes, que engloba tanto el mercado de bienes como el mercado de trabajo, en los cuales elimina la influencia del comisario de los precios walrasiano como deter-minante del ajuste en los mercados y el proceso denominado de tatonnement. Leijonhufvud rechaza también las interpretaciones sobre la rigidez de los salarios basa-das en la hipótesis de la existencia de ilusión monetaria, o en rigidezes resultantes de la influencia de los monopolios y sindicatos. Si estas fuesen las razones para la existencia de la desocupación involuntaria en Keynes, la restauración de la competencia y la eliminación de las rigidezes bastarían para llevar la economía al mundo de los clásicos, donde los mecanismos automáticos funcionarían restaurando el ple-no empleo .

Sin el licitador walrasiano, el mercado fracasa en encontrar los precios que amoldan todos los mercados simultáneamente, por lo que la relación tiene la función de coordinar los mercados asegurando que las cantidades demandadas y ofrecidas sean iguales. Sin ese comisario de los precios, las decisiones tomadas en el mercado de trabajo de vender trabajo no están coordinadas con las decisiones de comprar bienes o servicios en ese mercado. El mercado de trabajo puede ser una restricción adicional para la realización de la demanda efectiva .

Leijonhufvud investiga esta posibilidad, adicionando elementos propios: los ajustes cuantitativos en un modelo de equilibrio general a precios fijos y la concepción de la teoría de Keynes como un teoría dinámica del desequilibrio . El argumento principal de Leijonhufvud incide sobre lo que denomina de fracasos de la demanda efecti-va. Para eso: “(...) to make the transition from Walras‘s world to Keynes‘s world, it is sufficient to dispense with the asumed tatonnement mechanism. The removal of the auctioner simply means that the generation of the information needed to coordinate economic activities in a large system where decision making is decentralised will take time and will involve economic costs” .

No obstante se excluir el licitador del sistema clásico, los consumidores continúan a maximizar una función de utilidad así como los productores los lucros, por lo que los agentes no tienen restricciones que resulten de la incapacidad de negociar ni sufren de ilusiones monetarias. Por lo que: “(...) to be a Keynesian, one need only realize the difficulties of finding the market-clearing vector” .

Una alegada debilidad del modelo keynesiano es atribuida a las preocupaciones con el corto plazo, donde el stock de capital es fijo. La crítica de la supuesta negligencia keynesiana en el tratamiento de la riqueza como una variable influenciando la con-ducta, ha sido directamente dirigida contra la hipótesis ad-hoc «ley psicológica» en que se basa la relación ingreso-consumo. Esta línea crítica ignora el efecto fortuito (windfall effect) que seria por Keynes clasificado como uno de los mayores factores capaz de causar cambios en el corto plazo en la propensión al consumo. Leijonhufvud ve así una segunda ley fundamental del consumo que: “(...) say simply that the propensity to consumes out of current income will be higher the higher the values of household net worth in term of consumer good” .

Un declino en la propensión al consumo puede ser provocado por una disminución en la eficiencia marginal del capital o por un crecimiento en la tasa de interés de largo plazo, es decir, una restricción en la venda de la fuerza de trabajo provocada por la reducción de la inversión conduce a una propensión marginal menor y por tanto a una menor demanda de bienes e servicios.

De lo que se trata, segundo Leijonhufvud, es de ver como un cambio de visión sobre el futuro es capaz de afectar la cantidad de empleo; viendo este como o tema central de Keynes, la razón a través de cual el futuro es vinculado con el presente es la existencia de bienes de equipamientos durables. El precio de los activos no-monetarios variables en términos de unidades salarios determina la tasa de inversión, así como el precio de los bienes de consumo determinan la propensión al con-sumo. Este precio es el punto central del análisis de Keynes sobre los cambios en el empleo. Si el nivel correcto de los precios de los activos es mantenido, la inversión permanece estable, y el empleo es compatible con los actuales salarios. Si acaece un declino en la eficiencia marginal del capital, la manutención de los precios de los activos físicos de larga duración exigen una caída de la tasa de interés de largo plazo y una subida en los precios de los títulos. Segundo Leijonhufvud, la única causa inteligible y explicativa por la cual esto no acontece, es que los especuladores bear recorren a los depósitos de ahorro. Si los intermediarios no resisten a esta tendencia, los precios de los títulos no aumentan en la extensión necesaria y los precios de los bienes de capital y de las acciones bajan. Este desvió entre la tasa de interés de mercado y la tasa natural estará asociado a un exceso de demanda de moneda, lo que es recesivo. Citando Keynes, Leijonhufvud enfatiza que la importancia de la moneda es esencialmente el ser un vínculo entre el presente y el futuro. La contracción acontece porque las precios de los activos no-monetarios son errados, por lo que “false prices reveal an information failure” .

Este fracaso de información tiene dos componentes: primero, faltan mecanismos que aseguren que las expectativas empresariales que guían la inversión corriente coincida con los planos de ahorro para consumo futuro. Bastaría que una orden de consumo futuro substituye la renuncia de consumo presente; segundo, existe un circuito alternativo a través del cual la información podría ser transmitida, si los ahorradores demandasen valores no presente. El problema es que los mercados financieros no son capaces de transmitir la información sin fallas. Recordando que la bolsa es el lugar para esa tarea, esta se comporta como la Némesis de los comportamientos aberrantes, un verdadero casino donde no hay lugar para la previsión de los ingresos futuros de los activos durante la su vida útil.

Para Leijonhufvud, las interpretaciones keynesianas redujeron la teoría de la preferencia por la liquidez a una mera teoría de la demanda de la moneda. Esta es discutida solo en términos de la opción entre medios de pago o alguno de sus próximos substitutos incluidos en la definición keynesiana de moneda. Los teóricos monetaristas han desarrollado una obscura visión sobre la demanda especulativa de la moneda, afirmando ser el presupuesto de expectativas inelásticas un caso especial. Una Teoría General exige ser más de que eso. Solo el mundo hipotético del equilibrio general walrasiano con información perfecta, contesta Leijonhufvud, es capaz de alcanzar un equilibrio y ajustar cada mercado. En el modelo ortodoxo no existen razones para que los «traders» no utilicen información disponible o pasada: “In imperfect information model, inelastic expectation are nor confined to the bond market. The explanation of the emergenced of unemployed resources in atomistic markets also relies on inelastic expectation” .

Esto significa que la conducta especulativa no puede transformarse en una noción walrasiana con ajustes lentos provocados por fricciones. O multiplicador reacciona de modo a que el sistema tiende a responder a las perturbaciones paramétricas con un desvió amplificador. Esta conducta no puede ser analizada recorriendo al viejo instrumental walrasiano.

Leijonhufvud establece que la diferencia entre las neoclásicos y Keynes reside en que este remueve del edificio clásico la existencia del «auctioner», que en la teoría walrasiana asume el papel de «deus ex machina», suministrando toda la información necesaria de modo a obtener la perfecta coordinación de las actividades de los agentes a través del tiempo, en el presente y en futuro. De resto, en la Teoría General los consumidores maximizan una función utilidad, tomando decisiones de ahorro e inversión; los precios incentivan eficazmente, incluyendo los incentivos intertemporalmente, los cambios de las tasas de interés o los precios actuales relativamente a los esperados. Una vez determinada la existencia de un vector de precios y la tasa de interés nonegativa, la plena utilización de los recursos es posible.

Relativamente a las explicaciones de la desocupación, Leijonhufvud parece clara-mente preferir una línea semejante las teorías del “job search”, donde la desocupación resulta de fallas de información en el mercado de trabajo. En su lectura “Keynes and The Classic” escribe: “In order to deal with Keynes‘s problem, one must begin by taking a more realistic view of the individual decision and the information available to decision-makers” .

Un trabajador desempleado no sabe donde demandar trabajo por el mejor salario, por lo que deberá informase lo mejor posible, en un proceso que tiene costos. En la avaluación de las oportunidades de trabajo, el individuo decide que ofertas aceptará, tomando como referencia un «reservation wage», lo cual refleja los mejores términos en que seria vendida la fuerza de trabajo. La información relevante para fijar una determinada creencia consistirá primariamente en la memoria de los salarios pasados y en el conocimiento de los actuales salarios. En este proceso de información, ajustará el salario de reserva de acuerdo a las condiciones del mercado, cambiando las expectativas del salario esperado. :“(...)at some point, the rate at which the best offer known improves will appear not to warrant the costs of further search and he will accept a job” .

Este análisis presupone expectativas inelásticas, en el sentido en que la experiencia pasada determina lo que el individuo espera obtener. Este tipo de expectativas se encuentra tanto en el mercado de «securities», como en el mercado monetario, para fines especulativos. En un mercado con perspectivas decrecientes, los vendedores con expectativas inelásticas encaran sus recursos como ilíquidos. Los trabajadores desocupados se negarían aceptar un lugar de trabajo por un salario abajo del recibido anteriormente, pues verían la venda de sus servicios como una perdida de «capi-tal«. El multiplicador de Keynes es basado en el presupuesto de que la perdida de retornos de la venda corriente de servicios productivos obligará a reducir el gasto en bienes de consumo. Esta segunda ronda de reducción en la demanda efectiva causará desocupación adicional y sucesivamente una tercera ronda aumentará el exceso de demanda negativa. Cada disminución de ocupación causará un disminución en la demanda agregada, aunque más pequeño, existiendo un limite al declino del ingreso como consecuencia de una reducción en la gasto de una magnitud dada: “But the process entails an amplification of the initial deflationary disturbance...It also entails a distortion of the information diseminated through the system for individual agents to act upon” .

Una perturbación del equilibrio inicial dará lugar a un nuevo equilibrio de empleo, caracterizado por una nueva afectación de los recursos y por un vector de precios correspondiente. El sistema deberá estar a moverse en esa dirección. En ese proceso de multiplicación, algunos precios estarán a disminuir y algunas industrias a contraerse. Tenemos una situación de desocupación.

Leijonhufvud ofrece un proceso keynesiano al contrario, es decir, como un proceso de ajustes por las cantidades seguido de ajustes por los precios. La desocupación explicase como la demanda efectiva baja, dando lugar a más desocupación. La teoría del «job search» presupone que los desocupados aceptan voluntariamente esta situación. Tradicionalmente estos modelos de job search toman como base de referencia la hipótesis de la tasa natural de desempleo. Sus presupuestos se encuentran en la aceptación de la hipótesis de tasa natural, lo que implica reducir el objeto de su estudio al desempleo friccional, lo que quiere decir, la existencia positiva de una tasa fruto de las imperfecciones en el proceso de investigación o de información imperfecta. Se presume que los trabajadores inician la pesquisa de información, teniendo en vista generalmente (se no únicamente), se informaren sobre los salarios. Ellos abandonan el trabajo, pues la actividad de desempleado es óptima cuando el tempo es dedicado a to search among available vacancies for a more preferred position. Por otro lado las restricciones de las empresas se deben a la imposibilidad de los empresarios de pagar salarios iguales a todos sus empleados. Esta imposibilidad tiene su base en las restricciones morales y en el riesgo moral, en las imperfecciones en el no mercado de capitales que impiden los mercados de trabajo de ajustararse simultáneamente. Esta discordancia entre, por un lado, las preferencias de los trabajadores, pues en cuanto la tasa de substitución marginal sea superior a su "reservation wage" este continuará a buscar, y, por otro lado las restricciones de las empresas de pagar salarios correspondientes a la produtividad del trabajo, provocará fricciones de caracter estructural en los diferentes mercados. Las restricciones já enunciadas impiden temporariamente el ajuste, por la incapacidad de todos los mercados se ajustaren, por la estructura de la propria economia que funciona condicionada por las restriciones institucionales que representan lossalarios mínimos.

Reparese que las hipóteses tradicionalmente aceptadas pora teoría neo-clássica son aquí modificadas. El mercado de trabajo no es homogéneo, los salarios no corresponden necesariamente al óptimo, pues las empresas deberían pagar a los jóvenes a emplear menos que aquello a que son obligadas, fruto del "moral hazard" creciente de las sociedades modernas; podemos extender esta idea a todos los empleos cuja remuneración es fijada por loo salarios mínimos, por los contratos sectoriales o nacionales. Las implicaciones de este raciocinio son las mismas que elucidamos anteriormente, corresponden a la visión según la cual la afectación óptima de los recursos y su reproducción en el sistema serán afectadas negativamente por aquelas restricciones morales e institucionales. La limitación en la afectación óptima de los recursos genera perturbaciones, fricciones, y retarda los ajustes estructurales.

En esta visión, en que está implícito un análisis de equilibrio de corto plazo, mas con pretensiones no explicitadas de generalización del fenómeno del desempleo para todos los casos de largo plazo, se repite la explicación de la causa del desempleo en cuanto resultado de restricciones que hacen desviarse el sistema de su ideal, frecuentemente estacionario. La hipótesis de la existencia de mercados de trabajo internos y externos significa que las firmas y los individuos se comportan de un modo un poco diferente del modelo histórico neoclásico. Implica, como postulan los segmentacionistas, que las empresas toman en consideración los costos de "turnover", así como los individuos consideran remuneraciones no-pecuniarias. Si esta hipótesis es aceptada por los neoclásicos, como nos muestra Salop, nos podemos preguntar si asistimos a la construcción de una nueva teoría del desempleo, o a una extensión del programa de investigación neoclásico, en que se conservan algunas premisas básicas de su hard-core.

La demanda de información exige que los individuos se desutilizan del empleo, en cuanto que Keynes claramente analiza la involuntariedad de la desocupación. La adaptación del trabajador a as condiciones de mercado presupone realismo sobre la demanda de trabajo, que lo llevará a un ajuste realista del salario al salario de mercado, a menos que existan condiciones corporativas que lo impidan, lo que en ningún caso es una generalización de las condiciones de los mercados.

La desocupación explicase como un exceso de oferta en el mercado de trabajo, lo que equivale la explicar a luz como un exceso de sol, o un pozo como un exceso de agua. La explicación keynesiana está en la falla del sistema en producir una deman-da efectiva compatible con el empleo exigido, debido a la incertidumbre asociada a la inversión. La aceptación de la teoría del «job search» es una cedencia descabida de Leijonhufvud a la teoría neoclásica y contradictoria con su propia admisión de que las perturbaciones del equilibrio acontecen en una economía monetaria, cuando por ejemplo existe una caída de las previsiones sobre producto esperado de una inversión. La tipificación que demostraremos a seguir de varios tipos de desocupación, aunque siendo una buena descripción de lo que acontece en mercados interdependientes, acaba por tomar como un dado al origen de la desocupación.


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