BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


SERVICIOS ECOLÓGICOS EN HUMEDALES, EL CASO DE TIGRE, BUENOS AIRES

Leonardo Fernández

 

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2. La zona de Tigre como una interfase ecológica

El área elegida para el estudio es representativa de lo que podría llamarse una interfase ecológica o ecotono de dos sistemas: la aglomeración Gran Buenos Aires y los ecosistemas de humedales del Bajo Delta del Paraná. Un ecotono no es simplemente un límite o un borde; el concepto ecológico da cuenta de la existencia de una interacción activa de dos o más ecosistemas (o ecosistemas en mosaicos), en los cuáles existen propiedades mixtas (de los ecosistemas que lo componen) y propias (Decamps and Naiman, 1990; en Odum, 1992)El aglomeración Gran Buenos Aires a la Ciudad de Buenos Aires y, en parte o en todo, 32 municipios circundantes pero que tienen una fuerte interrelación con el resto de la aglomeración (ver mapa 1). Este primer sistema es resultado de la conformación socio-territorial de la ciudad de Buenos Aires y su entorno metropolitano. Su origen, bajo el dominio español, fue producto de la expansión de la ciudad por su condición de puerto y las posibilidades de comercialización de productos agropecuarios. Su expansión se produjo, luego de la creación del Virreinato del Río de la Plata, a partir de la ganadería extensiva. Ya en el siglo XIX, el tendido de las vías del ferrocarril partiendo desde el puerto y sobre las tierras más altas, posibilitó loteos de tierras aledañas a sus estaciones, dando origen a la mayoría de los centros y subcentros urbanos que hoy conforman la aglomeración del Gran Buenos Aires, otorgándole la configuración tentacular que presenta. (Garay, 1995)El segundo sistema que se considera es representativo del Delta del río Paraná y está compuesto por un triángulo geográfico que comprende los ríos Paraná de las Palmas, Carabelas, Paraná Miní y Paraná Guazú. Políticamente la jurisdicción del Delta comprende a dos provincias, Buenos Aires y Entre Ríos. El Delta bonaerense se encuentra a su vez dividido en seis secciones y depende cada una de ellas a los Partidos de Tigre, San Fernando, Escobar, Campana, Zárate, Baradero y San Pedro respectivamente. El delta entrerriano está dividido en siete secciones que dependen todas del Departamento de Gualeguaychú. En total comprende 900.000 hectáreas. y está constituida por sedimentos transportados de un área de 3.100.000 Km2, por caudales anuales de 18.400.000 m3/s, que depositan 200.000.000 m3 de sedimentos anuales en el área deltaica. En el Bajo Delta, cuyo frente ha sobrepasado la localidad de San Isidro desde hace aproximadamente 100 años, las variaciones diarias de nivel, causadas por las mareas oscilan entre 1 y 1.5 m, mientras que con vientos fuertes del sudeste (en dirección contraria al sentido de la corriente), la marea alta puede subir 2-3 m sobre la normal (Hueck, 1972; en Morello, 2000: 20).

Por otro lado, los humedales son considerados como ecosistemas cuyo sustrato permanece inundado o saturado con agua durante importantes períodos del año y pueden ser definidos como sistemas transicionales entre aquellos terrestres y acuáticos debido a la posición espacial que ocupan (generalmente entre ambos sistemas) y también al volumen de agua que almacenan y a los procesos que en ellos se desarrollan (Cowardin, 1979; en MSF, 2000).

Así es que se considera la zona de Tigre como una interfase ecológica o ecotono donde la combinación de distintos patrones de paisaje y diferentes condiciones hidrológicas locales, junto con la historia (y cultura) de uso del suelo, dan lugar a la expresión de un complejo mosaico de comunidades, especies y actividades, representativos de las singularidades biogeográficas del Delta del río Paraná.

Según Morello (2000) este sistema de ocupación no es campo, ni tampoco ciudad, sino una interfase donde se atenúan o disminuyen varios servicios del sistema urbano, como agua potable, electricidad, desagües cloacales y pluviales, pavimento, recolección de residuos; y las funciones ecológicas que provee el campo, como la capacidad de absorber dióxido de carbono, de fijar energía solar y transformarla en alimentos, de descomponer materia orgánica, reciclar nutrientes, controlar el balance de poblaciones de animales y plantas evitando la explosión de plagas, regular el flujo de agua, atempera los extremos climáticos a niveles micro o meso climáticos, absorber, retener y distribuir flujos pluviales de corta duración, formar suelo, etcétera. Pero también se incrementan nuevos procesos ecológicos fundamentalmente vinculado a la descarga de metabolitos de la ciudad: residuos sólidos domiciliarios e industriales, efluentes contaminantes, chatarra, escombros, etc.

Cuando se analiza Tigre se ha considerado bajo el término “ecosistema” a una compleja estructura en mosaico caracterizada esencialmente por una matriz de distintas comunidades de bajos o depresiones sujetas a inundaciones permanentes o semipermanentes y constituidas por:

1) Praderas de herbáceas altas (pajonales, juncales y praderas mixtas)
2) Forestaciones
3) Bosques secundarios de albardón (“neoecosistemas”).
4) Cursos de agua
5) Urbanizaciones de albardón y/o bañados

Mapa 2. Ecosistemas de la zona de Tigre
Autor: Marina Miraglia & Leonardo Fernández. Laboratorio de Información Geográfica. Instituto del Conurbano. Universidad Nacional de General Sarmiento.


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