BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


SERVICIOS ECOLÓGICOS EN HUMEDALES, EL CASO DE TIGRE, BUENOS AIRES

Leonardo Fernández

 

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Valores culturales, recreacionales y residenciales

Los ecosistemas de humedales proveen servicios ecológicos, los cuales son caracterizados generalmente como valores de usos indirectos (Tobias and Mendelson, 1991; Chopra, 1993; Smith, 1993, en Guo, 2000). Se podría decir que el pulso de inundación de muchas zonas del Bajo Delta del Paraná representa la variable ambiental dominante sobre la cual se desarrolla los usos del suelo. Ése carácter de inundabilidad se presenta como la esencia e identidad del Delta. Sobre él se modelan las actividades y adquieren un valor cultural para la población ribereña y visitantes de esas zonas.

Los modos de producción y subsistencia en un territorio tan agreste y segregado de la vida urbana, han consolidado una identidad cultural propia que privilegia y destaca el cuidado del principal capital de esas comunidades: sus recursos suelo y agua. Asimismo el poblador isleño, que ha incorporado a su dieta y hábitos alimentarios la pesca en ríos y arroyos de su frente de agua, apela en muy reducido porcentaje a la caza de fauna silvestre. De allí surge la demanda local por el control de la caza deportiva y furtiva en la región (ciervos y carpinchos).

Las condiciones hidrológicas de la zona de Delta de Tigre para el transporte fluvial representan un servicio del cuál se sustenta muchas actividades (turismo, transporte de carga, etc.). La red hidrológica se encuentra conformada por los ríos, de los cuales los Ríos Paraná Guazú y Paraná de las Palmas y Luján constituyen las principales vías de transporte fluvial. Los canales de navegación han sido planificados para facilitar el acceso a las áreas productivas, permitiendo acortar los tiempos de viaje para la entrada de insumos y la salida de productos, reduciendo por lo tanto los costos de producción. Atraviesan de manera casi perpendicular las grandes superficies isleñas, definidas por los principales cursos de agua. Las dimensiones de sus cauces se suman a las características recién mencionadas para conferirles una buena capacidad de conducción de las aguas, quedando integrados a la red principal de drenaje tanto física como funcionalmente.

Durante las últimas décadas las fuentes de trabajo de los isleños de la primera sección de islas se basa en su mayoría en el mantenimiento de jardines de casas de fin de semana, empleo en restaurantes y recreos, construcción, mejoramiento y ampliación de viviendas vinculado con la actividad turística. Existe un sistema de transporte colectivo con unas 50 lanchas con capacidad para 100 pasajeros cada una, casi todas con cabecera en la estación fluvial de Tigre y algunas en la estación fluvial de San Fernando y del Puerto de Escobar.

El movimiento de pasajeros es de unos 2.000.000 personas/año. Hay además más de una decena de catamaranes que pueden embarcar hasta 250 pasajeros cada uno, lanchas de excursión y algunos barcos dedicados exclusivamente a realizar excursiones por el Delta con contingentes turísticos. El movimiento anual de pasajeros en este tipo de embarcación es de varios centenares de miles y se espera un incremento muy importante en los próximos años. El parque náutico consta de unas 5000 embarcaciones deportivas con motores fuera de borda, 2500 embarcaciones menores de trabajo a motor y unos 2500 botes a remos de clubes náuticos (www.deltaonline.com). Los beneficios de este servicio son relevantes sobre todo si se consideran el activo económico que significa el turismo. Sólo en movimiento de personas en excursiones se ha estimado que producen un ingreso anual de unos $ 12.500.000. Una actividad recreativa que moviliza numerosos interesados es la pesca deportiva. El turismo de la pesca es masivo en numerosos cursos de agua. En el Bajo Delta existe una decena de clubes de pesca. Se estima que el costo de un día de pesca es del orden de $150 dejando ingresos para la economía local muy significativos.

Pero tal vez uno de los beneficios más relevantes que brindan los servicios ecológicos de la zona de Tigre este vinculado a la producción de emprendimientos urbanos. Estudios de Lombardo J. et al. (2000, 2001) marca en Tigre (como en otros partidos del conurbano) la promoción de áreas de alta renta y valor del suelo vinculados a la producción de nuevos emprendimientos urbanos y dirigidos a sectores socio-económicos altos. Los datos revelan que un tercio del municipio de Tigre durante el período de estudio estuvo desarrollando estos emprendimientos urbanísticos (cerca de 4.300 has).

Tabla 6. Producción de Urbanizaciones Cerradas, 2001
Tipo Total Superficie (ha) Cantidad de Lotes Viviendas existentes* % Vivienda/lotes
Barrio Privado 69 1.474,86 9.286 923 9,94
Club de Campo 5 409,26 1.577 788 49,97
Club Náutico 3 71,17 376 22 5,85
Mega Emprendimiento 3 2.383,18 1695 133 7,85
Total 80 4.338,47 12.934 1.866 14,43
Fuente: elaboración propia en base a datos de Municipalidad de Tigre.

* datos para el año 2001.

Los grupos que protagonizan el proceso de suburbanización en la periferia de la aglomeración enfatizan una serie de valores. Éstos se vinculan, por una parte, a un imaginario que valoriza aspectos paisajísticos, ecológicos y de seguridad y, por otra, alimentan un submercado residencial que es captado por un sector importante de los promotores inmobiliarios, que difunden su oferta por medio de persistentes campañas de difusión (Torres, 2000).

El reconocimiento de una valorización significativa de estas áreas (Lombardo J et al., 2001) se expresa en rentas ambientales . Se trata de una suerte de impuesto privado que ciertos grupos solventes pagan por ubicarse en sectores positivamente connotados. La presencia de mercados indirectos en Tigre nos expresa la idea básica de que en la valorización están implícitos entre sus atributos los factores naturales (paisaje natural y localización).

Figura 3. Valores de usos de servicios ecológicos

La expectativa de generación de rentas, se hace evidente en el pasaje de tierra rural a suelo urbano. La captación de rentas ambientales en Tigre, incluyendo a la renta de paisaje, fue un aspecto determinante en la producción de desarrollos inmobiliarios en estas áreas. Es difícil establecer con precisión cuál es la magnitud de estos atributos que inciden en la valorización. Sin embargo, es dable reconocer con cierta generalidad una valorización diferencial en áreas con mayor “calidad ambiental”.

Por su parte, las pautas de localización de muchos asentamientos irregulares responden a condiciones del entorno, localizándose en las zonas peor equipadas, e incluso con riesgo a inundación dada su localización asociada a los cursos de agua. Cabe hacer notar, que algunas de los asentamientos exacerban su peso demográfico y expansión territorial durante la última década, así como los aspectos negativos de las condiciones de habitabilidad de esas áreas. Los grupos asociados a la pobreza de estas urbanizaciones expresan la existencia de valores de usos de servicios habitacionales. La disponibilidad de áreas vacantes para el acceso a un terreno y a la vivienda significa valores de usos directos para población de menores recursos socio-económicos.

Mapa 4. Urbanizaciones del partido de Tigre, 2001
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Municipalidad de Tigre, 2000 y Lombardo J. (2001).


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