BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


SERVICIOS ECOLÓGICOS EN HUMEDALES, EL CASO DE TIGRE, BUENOS AIRES

Leonardo Fernández

 

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Depuración de las aguas

Los recursos hídricos (subterráneo y superficial), incluyendo las zonas de humedales, pueden tener utilidad para la depuración de las aguas. Los sistemas de provisión de agua y saneamiento representan beneficios significantes para los residuos domiciliarios e industriales, pero muchas veces con altos costos para la sociedad. La aglomeración Gran Buenos Aires tiene una de las tasas más bajas de cobertura de los servicios de agua y saneamiento de América Latina. La población urbana que no está conectada con los sistemas de desagües cloacales, plantas de tratamiento y desecho representa más de cinco millones de personas (ver tabla 5).

Tabla 5. Población sin provisión de redes de agua y saneamiento
Jurisdicción Población sin agua corriente % Población sin desagües cloacales %
Tigre 125.575 41.8 274.567 91.4
Partidos del GBA 3.071.850 72,9 5.872.135 51,67
Fuente: INDEC, 2001.

La contaminación de las aguas subterráneas está principalmente asociada con la infraestructura inadecuada de desagües cloacales y de suministro de agua potable. Existen niveles excesivos de contaminación de nitratos en el aglomerado Gran Buenos Aires (Di Pace et al., 2000), incluso en redes públicas. Se considera que la fuente principal de contaminación son los pozos negros y tanques sépticos utilizados en los hogares e industrias.

El tema de la contaminación de aguas de superficie también parece en gran medida un reflejo de lo inadecuado de la infraestructura de saneamiento y desagües de aguas servidas. Además de la escorrentía, los cursos de agua reciben descargas provenientes de plantas de tratamientos y tanques sépticos y de un elevado número de industrias (caucho, alimentarias, textiles, químicas, etc.). Obras Sanitarias de la Nación (OSN) ha estimado que fluyen 2,3 millones de m3 diarios de aguas negras sin tratar y 1,9 millones de m3 diarios de descargas industriales al río de la Plata. La repercusión principal consiste en que las normas de calidad de agua se exceden constantemente en la franja costera de los 300 metros contiguos a la costa del río de la Plata, haciendo que las playas no se puedan usar. Pero se cumplen en forma regular más allá de los 3.000 metros de la costa debido al caudal de 30.000 m3 por segundo del río de la Plata (Nankani, 1995). Esto es un reflejo de la enorme capacidad de dilución de los desperdicios y de autodepuración del estuario del río de la Plata.

Con esto se quiere reconocer una de las funciones de importancia que cumplen los cursos de agua: la de ser receptores o sumideros de materiales y líquidos de desagües cloacales y de vertidos industriales, así como suministradores de agua para consumo de la población.

Más del 97% del nitrógeno y 97% del fósforo puede ser retenido en los humedales y la restauración de las condiciones de estos sistemas pueden ser exitosa para incrementar la biodiversidad y reducir substancialmente los costos de tratamiento de aguas (Ewel, 1997). . Villar et al.(1998) realizó determinaciones de metales pesados durante el periodo 1993-1996 en el Bajo Paraná y la franja costera del río de la Plata. Considerando que el sector comprendido está sometido a un importante impacto antrópico el estudio destaca el descenso de las concentraciones de una fracción de metales (cadmio, plomo, cinc y cromo) aguas abajo del río estudiado. Se observó que estos metales se adsorben en los sólidos suspendidos y se retiene en la fracción particulada. El contenido de sólidos suspendidos del río disminuye a lo largo del Bajo Paraná como resultado de una elevada tasa de sedimentación del valle aluvial, entendiéndose entonces que éste representa una “trampa” de sedimentos y de los contaminantes adsorbidos (Villar, 1998, en Borthagaray et al., 2001). Se verifica que las características naturales de muchos cursos de aguas contribuyen a moderar el efecto del aporte de contaminación antrópica. El elevado caudal de los ríos Paraná y de la Plata les confiere una gran capacidad dilutoria y de transporte.

Figura 2. Dinámica de depuración de las aguas

Lo deseable del tratamiento de las aguas negras depende del cuerpo de agua receptor y del uso del agua río abajo. La gran capacidad de dilución y depuración del río de la Plata representa un importante servicio ecológico que ofrece la oportunidad de una eliminación ‘barata’ de las aguas negras. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la calidad de varios cursos de aguas de la aglomeración Gran Buenos Aires (en particular los ríos Reconquista y Luján) se ha ido deteriorando debido a las descargas domiciliarias e industriales con poco o nulo tratamiento. Estos cursos de agua dulce presentan las características más críticas del país, por la variedad y cantidad de desechos vertidos en éstos y por el potencial impacto de sus descargas al río de la Plata, estuario que abastece de agua a la Ciudad de Buenos Aires (y zonas de la aglomeración Gran Buenos Aires).

Dado lo anterior y atendiendo a la capacidad para el tratamiento de aguas de los humedales y cursos de aguas asociados, se necesita estudios de bases precisos para la elaboración de una solución a largo plazo en la provisión de agua y saneamiento. La evaluación debe tener en cuenta tanto las consideraciones bacteriológicas y químicas como estéticas, dado que estas afectan los múltiples usos del río como fuente de agua de la ciudad, como lugar de recreación, así como recurso ecológico.


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