5.2.- LAS REFORMAS AL PAPEL DEL ESTADO

La reforma supone cambios estructurales e institucionales a la actual estructura del Estado, lo que hace preciso establecer modificaciones y detectar su significación institucional y legal; La gobernabilidad es uno de los ejes principales de la reforma, la que debe generar el instrumental necesario para diseñar la política estatal.

El 10 de Agosto de 1998 entró en vigencia la nueva Constitución Política de la República del Ecuador en la que expresamente incorpora a los Principios Fundamentales del Estado las características de “Participativo…”, “Pluralista…”, “de Administración Descentralizada.” e “Integracionista”144; Pero, en lo fundamental no muestra la plena intensión de tales cualidades; A nuestra forma de ver estos principios entendemos como una idea de cambio, en el sentido que comparando con la anterior Constitución estamos pasando de una Democracia Representativa hacia una Democracia Participativa, en la que toda la sociedad organizada participa activamente en los asuntos de su interés; Pasando de ser simples agentes espectadores de las necesidades pasan a ser sujetos activos, que toma en sus manos el propio futuro de su pueblo. El sentido de participación debe ser entendido como la idea-fuerza de la nueva dinámica social145 y uno de los elementos que haga posible el cambio, la superación, la transformación, la distribución de la riqueza y la modernización; Debe ser la cualidad que entusiasme, force hacia arriba y anime la acción del Estado.

Pero esta participación debe ser organizada, planificada, estructurada y dirigida a toda la sociedad responsable para que proponga serias soluciones o respuestas a las necesidades de la población, en aras de encontrar el bien común, la promoción humana y el desarrollo correccionista del crecimiento.

A modo de ver de Franco Montoro146 con quien nos sentimos partícipes de su ideología, ésta “Participación” debe comprender las siguientes áreas: 1.- En el plan local, todos los movimientos populares; 2.- En el plan laboral, las organizaciones sindicales laborales y de planeamiento; 3.- En el plan de la juventud, de la educación y la cultura, todas las instituciones y movimientos jóvenes, organizaciones de defensa del medio ambiente, que se dediquen a la discusión de los problemas, las necesidades y demandas nacionales; 4.- En el plan político, en la forma como debe elaborarse programas, elección de candidatos y en la toma de las decisiones partidistas; y, 5.- La empresa privada, las mismas instituciones públicas y todos los Organismos Intermedios147 que sirven como instrumentos de participación social.

Organismos que en lo principal tienen derecho de ser informados sobre las acciones del Estado para que con transparencia se administre y controle los recursos públicos; Deben intervenir ampliamente en la fiscalización de todos los organismos gubernamentales y en las instituciones que reciben asignaciones monetarias públicas; Pero principalmente en la identificación de problemas y necesidades, para que bajo la coparticipación de la sociedad y el Estado se busque soluciones a los problemas, se proponga alternativas, se ejecute obras y servicios y finalmente formen parte en la toma de decisiones de política, de gestión, de planificación en todos los organismos e instituciones públicas y mixtas.

Esta Participación Social debe constituirse en la gran herramienta y esperanza de desarrollo que enfrente la crisis y asista a la construcción de una sociedad moderna y justa.

No es menos justo que quien conoce los problemas de la población y tiene interés de resolverlos sean los que se encarguen de identificar estas necesidades y propongan soluciones; Si se actúa de esta forma se estaría eliminando los intereses de grupos minoritarios; Las decisiones y los programas servirán como experiencia práctica para la ejecución de similares en otros lugares, lo que dará mayor probabilidad de impacto y cambio; las personas que se encarguen y cooperen en la elaboración de decisiones en primer lugar mejoraran sus conocimientos y competencias, cualidades que le servirán para promocionarse humanamente y como lideres sociales; por lo tanto la población tendrá la oportunidad de escoger efectivamente a futuros políticos hechos de la sociedad y para ella. Es necesario afirmar y apuntalar las asociaciones de ciudadanos de toda naturaleza, para así equilibrar los poderes de unos y otros en la sociedad.

Un requisito importantísimo de modernidad, de justicia social debe ser el pluralismo político, cultural y dialogo, en la que se elimine el régimen de intolerancia sectaria; Pluralismo que hace referencia al respeto de todas las opiniones, ideas y pensamientos; el reconocimiento de la diversidad de organismos y comunidades por parte del Estado y la sociedad civil148.

Pluralismo que debe encontrar su caldo de cultivo en el entendimiento, en el dialogo, abriendo oportunidades a nuevas iniciativas, soluciones para la realización del bien común; hay que avanzar hacia la real integración social; La participación y el pluralismo irá eliminando gradualmente las desigualdades económicas de la sociedad, conduciéndonos hacia la paz social y por ende al desarrollo económico.

Inclusiones Constitucionales que deben ser ampliamente difundidas en el país, en todas las organizaciones mencionadas, legal y reglamentariamente establecidas; La modernidad no debe ser libreto para los entendidos y oportunidad para unos pocos, sino que al contrario debe ser el instrumento que lleve el beneficio, la justicia social, el equilibrio y la redistribución de la renta a toda la sociedad.

La Integración, la cooperación, la solidaridad entre naciones debe ser cualidad esencial de desarrollo; Hoy que hemos sellado el cordón fronterizo debemos hacer uso de los beneficios que la paz trae consigo; Se debe promover, ejecutar y provocar reuniones, seminarios y conferencias en la que se discuta la forma de integración y cooperación entre países, entre bloques, tanto en la cultura como en la tecnología, y en las diversas relaciones económicas y sociales. El fin es asegurar el desarrollo y la unión para que juntos compitamos adecuadamente ante las principales economías del mundo y alcancemos el real desarrollo.

La participación conjunta en el sistema internacional nos hará fuertes y nos dará la oportunidad para reducir el peso de los ajustes, de las crisis fiscales, disminuirá la transferencia de recursos hacia fuera; Si logramos combinar adecuadamente nuestros recursos naturales, la población y el peso político conducirán a la región al desarrollo y no iremos a la zaga del nuevo orden mundial.

Orden mundial que trae consigo el desarrollo de nuevas tecnologías y que nos coloca en el centro del escenario, vamos a la par o nos distanciamos del progreso tecnológico mundial con imprevisibles consecuencias.

La Descentralización.- Es el elemento que perfecciona el plan modernizador y reafirma el proceso democrático, por lo tanto el Estado debe pasar por este proceso149, donde los organismos superiores elaboren la política y las instituciones que están cerca de la población se encarguen de la ejecución de las obras y servicios, en ese sentido el Estado se volverá más eficiente y dinámico; Si se quiere hacer posible la descentralización debe empezarse por transferir progresivamente las funciones, atribuciones, competencias y recursos a las entidades seccionales autónomas. A la par la Desconcentración entendida como la delegación de funciones a los funcionarios del régimen seccional dependiente y la descentralización deben caminar juntos por el mismos sendero; se debe tomar como objetivo importante la elección por votación universal, directa y secreta del Gobernador a ser incluido en el Plan Modernista, el nuevo rol del Estado exige de este cambio a la Ley de Elecciones y Partidos Políticos.

Estas reformas, su generalización y profundización exigirán de todo el auspicio y cooperación del Estado, en la asignación de recursos, en la organización pública con el firme propósito de responder a las necesidades y aspiraciones sociales, con eficiencia y oportunidad, bajo la cooperación del Estado y los grupos sociales antes mencionados; Nos encontramos entonces ante la infinita necesidad de crear un sector público altamente profesional, que no reproduzca las viejas tendencias centralizadas y burocratizantes; que sea administrado neutralmente, ni tanto a la izquierda o a la derecha, para que en todo momento se evite posibles confrontaciones peligrosas entre grupos favorecidos y no favorecidos.

Esta reforma implica la armonización de las relaciones entre el Estado, las organizaciones sociales y las empresas; se trata de un plan modernista duro y difícil que requiere varios años de esfuerzo, pero que debe ser ejecutado inmediatamente. Para edificar un Sector Público eficaz se necesita de los siguientes elementos: El establecimiento de instituciones necesarias e indispensables, La credibilidad de las políticas gubernamentales, y, Un marco jurídico al cual se atengan.

Para que suceda lo manifestado es necesario establecer claros límites presupuestarios y cumplir la política que se ha aprobado, haciendo que la consecución de recursos sea predecible, e instituyendo el control financiero y finalmente eliminando el favoritismo político. El Estado a través de la renuncia tásita de la prestación de bienes y servicios debe suministrarlos en forma de asociación, descentralización o encargo a las ONGs150, haciéndolos responsables en el logro de resultados bajo la mayor dotación de capacidad de gestión; además debe servir como agente catalizador que regula e interviene indirectamente en los mercados, vigila el cumplimiento de contratos y tiene capacidad de atraer personal competente y los mantiene, reclutados a través de un concurso de merecimiento y competencia, atrayéndolos con remuneraciones a fines con sus conocimientos, aptitudes, profesionalismo y experiencia, estos condicionantes de la contratación de personal debe basarse en el mérito y no en el clientelismo y el favoritismo. Para eliminar estos problemas se debe sentar las bases de una Administración Pública que posea una fuerte capacidad central para formular y coordinar políticas151, con un sistema de prestación eficiente y eficaz; a tal punto que la reforma pueda encontrar el equilibrio entre flexibilidad, responsabilidad y compuesto por un personal dinámico, capaz, motivado y entregado al sector público, cualidades que se los irá obteniendo en el tiempo con ascensos basados en el mérito, en la remuneración justa y acorde, en un ambiente de solidaridad, confianza, desarrollo y plenitud.