BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

Comunicación móvil y sociedad, una perspectiva global

Manuel Castells
Mireia Fernández-Ardèvol
Jack Linchuan Qiu
Araba Sey

 

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Refuerzo de la identidad individual y formación de la moda

La identidad personal es importante para los jóvenes, especialmente para los adolescentes.893 Puede observarse en sus actitudes y preferencias por la tecnología móvil, así como por sus productos, como los teléfonos celulares, los tonos de llamada, los fondos de pantalla y los iconos. La propiedad de un dispositivo de comunicación inalámbrico otorga autonomía. Esto va seguido de la personalización del aparato, dotándolo de carácter individual. Por ejemplo, la música es una forma importante de la autoexpresión de los jóvenes en EE.UU., y las tecnologías de comunicación inalámbricas, como los teléfonos móviles musicales, les permiten expresar su identidad de modo más visible, constantemente894 y al día con la moda y la tendencia del momento.

Hoy en día, en muchos países el teléfono móvil se ha convertido en un símbolo de la identidad juvenil.895 Para los niños y los adolescentes, y también para los jóvenes adultos, aunque con menor intensidad, tener el modelo «correcto» de teléfono móvil es un tema relevante.896 Sin embargo, tener el aparato apropiado no es suficiente, éste debe estar personalizado;897 ya que, al final, se trata de una expresión del estilo y la forma de vida personal.898 En efecto, como apunta Fortunati: En lo que se refiere a otras tecnologías móviles, éste es el único objeto que se nos presenta específicamente con el problema de lo que es llevable y, por tanto, relacionado con el vestido.899 En este caso, el teléfono móvil puede compararse y tratarse como si de una pieza de vestir se tratara, vinculada con las colecciones de temporada, ya que es un producto de vida limitada adherido siempre al cuerpo. Bajo este estricto punto de vista, podemos coincidir con algunos autores que identifican el teléfono móvil con un reloj.900 Y lo que es aún más importante, las tecnologías móviles están muy involucradas en los procesos de exhibición consciente de la propia identidad, autoevaluación y autosuperación.901 En Europa, la personalización de los terminales, al principio, se hizo coloreándolos con diferentes colores y pinturas o, también, haciendo fundas diferentes donde guardarlos y llevarlos.902 Esto, de algún modo, llevó a una evolución del mercado y se introdujeron dispositivos que permitían que el usuario final cambiase ciertos elementos estéticos, que, al final, creaban una nueva moda. Éste es uno de los múltiples ejemplos que explican la influencia recíproca entre la creación de la identidad individual y la moda. Se ha observado una forma similar de personalización en China, donde los jóvenes también personalizan el teléfono celular y lo convierten en un «artefacto» que demuestra su individualidad, utilizando para ello toda clase de «cosmética del teléfono móvil» hecha de cristal, plumas, plata, con la forma de Hello Kitty, Garfield, flores y animales.903 Según Skog (2002), se puede afirmar que los usuarios adolescentes no son sólo consumidores sino también productores, ya que pueden crear un teléfono individualizado al combinar tonos de llamada descargables, logos, imágenes y juegos, además de otros elementos externos. La flexibilidad y el contacto social que permite la tecnología implica que la utilicen muchos adolescentes en sus proyectos de identidad.904 Sin embargo, puede que el propio concepto de individualidad tenga ciertas limitaciones. Por ejemplo, algunos analistas industriales afirman que lo que realmente funciona en el mercado adolescente es «la individualidad preempaquetada», al descubrir que las características del teléfono celular que otorga a sus usuarios la posibilidad de editar y publicar contenidos (por ejemplo, la composición de tonos de llamada) no es popular entre los adolescentes.905 Tal y como se ha discutido en el capítulo 3, los equipos de I+D japoneses han conducido investigaciones entre los diferentes segmentos que constituyen su público objetivo con la finalidad de incorporar deliberadamente elementos relacionados con la identidad en el diseño y promoción de sus nuevos terminales y sus servicios inalámbricos. Lo mismo sucede en Nokia, el mayor fabricante de terminales del mundo, que modificó el diseño de sus terminales para introducir modelos tipo concha para captar las nuevas preferencias de los consumidores finales.906 Existen otros aspectos de la cultura juvenil móvil en Japón, como el ultraconsumismo y la «cultura bonita» o «cultura kawaii», que ya hemos abordado en el capítulo 2 porque esas tendencias están significativamente relacionadas con las características generales de la sociedad en conjunto. De especial relevancia para nuestro discurso es el caso de las kogyaru (chicas de instituto), «etiqueta que se da a las estudiantes de instituto de los noventa, precoces y conocedoras del mundo callejero, que mostraban unas libertades sociales que previamente habían estado reservadas a las estudiantes universitarias».907 Con la ayuda de la nueva tecnología, podemos ver la «emancipación» familiar de los jóvenes, igual que sucede en otras partes del mundo, pero en Japón adquiere un significado especial porque «se percibe al plantar cara a las normas tradicionales que insisten en que las jóvenes deben ser modestas, silenciosas, pálidas y caseras». No obstante, la mayoría de las escolares japonesas, incluidas las kogyaru «suelen no oponerse a sus padres y profesores».908 A menudo mantienen una personalidad doble, escondiendo su identidad kogyaru frente a sus mayores, observación que también refleja nuestro análisis de la cultura juvenil en la sociedad en red cuando hablamos de la gestión de la autonomía de las personas con respecto a la seguridad.

La dinámica del poder cambiante se manifiesta en gran medida entre las kogyaru equipadas con teléfonos móviles. En el centro de algunas ciudades, las kogyaru siguen haciéndose muy visibles. Llevan sandalias de plataforma, siguen la moda de colores brillantes, con las caras bronceadas, el pelo teñido, y a menudo llevan colgado del cuello un teléfono móvil extremadamente decorado. Mientras los otaku masculinos (tecnomaníacos) se han relacionado con los videojuegos y los ordenadores, las chicas avezadas a los medios de comunicación se las relaciona con tecnologías de la comunicación como los buscas y los teléfonos móviles. Se considera que las kogyaru son el grupo social que primero utilizó y popularizó los usos de las comunicaciones móviles, al apropiarse de los buscas a principios de los noventa, y posteriormente, de los teléfonos móviles en la segunda mitad de los noventa. En unos pocos años, entre 1995 y 1998, los teléfonos móviles pasaron de estar relacionados con los negocios a formar parte de la cultura callejera adolescente. Dicho cambio coincidió con la mayor visibilidad de las kogyaru tanto en los medios de comunicación como en las calles.909


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