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ANÁLISIS TERRITORIAL DEL DESARROLLO HUMANO EN CUBA

Elier Méndez Delgado
María del Carmen Lloret Feijóo

 

 

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Tercera etapa: Comprendida entre los años 1886-2006.

Durante el quinquenio 1986-1990 la discusión del plan económico se trasladó a las asambleas municipales y provinciales del poder popular, donde se analizaron los problemas de su competencia y se turnaron a organismos centrales los que exigían decisiones de otra instancia. No obstante, diversos factores impidieron la integración territorial del plan económico.

Entre ellos sobresalió la falta de cooperación entre los organismos de un mismo territorio, lo cual dificultó un mejor aprovechamiento de los recursos y las potencialidades de cada zona; otro fue la ausencia tanto de un procedimiento y una organización estable en la elaboración de los planes. El sistema informativo vigente desde entonces no ofrece la información que requiere la planificación, pero además la cantidad de indicadores directivos considerados es excesiva, en detrimento de la flexibilidad y la eficiencia productiva.

Otras deficiencias importantes fueron los métodos para formular, controlar y ejecutar los proyectos, que no garantizaron la participación de todos los organismos y los sectores respectivos; la falta de coordinación de los organismos responsables de elaborar el plan territorial con los OPP, y la falta de una evaluación rigurosa de la distribución territorial de los principales indicadores de la actividad con subordinación nacional, lo que impidió conciliar de manera adecuada los intereses sectoriales y territoriales considerados en los planes. La resolución en torno al perfeccionamiento del SDPE, aprobada por el Tercer Congreso del PCC, planteó que “la planificación territorial pasará a una etapa superior a fin de garantizar la proporción debida en el desarrollo económico y social de los territorios. Esta permitirá, a su vez, una participación más activa de los órganos locales del Poder Popular en la dirección de la economía nacional. Se garantizará que las decisiones que tomen las provincias respondan totalmente a los objetivos de desarrollo previstos en el plan”.

Para mejorar la planificación territorial se solicitó la cooperación del profesor Horst Kummel, mediante el Comité Estatal de Planificación de la entonces República Democrática Alemana.

De septiembre a diciembre de 1988 el especialista germano oriental, catedrático de la Escuela Superior de Economía Bruno Leuschner, colaboró con la JUCEPLAN, organismos nacionales, direcciones de planificación provinciales y otras instituciones. La cooperación se realizó por medio de trabajos y conferencias encaminadas a mejorar lo desarrollado hasta entonces.

En 1989 se iniciaron los trabajos para instrumentar, de forma experimental, la planificación continua en la provincia de Matanzas, lo cual se extendió después a las provincias de Villa Clara, Granma y Holguín; dicha experiencia se amplió aún más en el plan del año siguiente. En 1991 se aplicó la planificación en escala reducida, que contribuyó a hacer menos voluminoso el trabajo de representación del plan, con el consiguiente ahorro de modelos y tiempo. Adoptando un conjunto de medidas extraordinarias que repercutió en las economías territoriales. El esfuerzo principal se centró en frenar el descenso continuo de la economía desde 1989, objetivo que se logró en 1994, cuando el producto interno bruto (PIB) creció 0.7%; sin embargo, en ese lapso la economía decreció 34.3%. Sin duda la profunda crisis económica cubana tuvo varias causas estructurales, pero sobresalen los efectos del derrumbe del campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética, así como el bloqueo estadounidense que ha causado ya pérdidas para la isla por más de 60 000 millones de dólares, las ineficiencias y la mala organización productiva.

La reactivación de la economía en 1994 se basó en el aumento del valor agregado de las manufacturas y los servicios turísticos; en cambio, declinaron la actividad azucarera, la agricultura, la pesca, el transporte y el almacenamiento y las comunicaciones. El crecimiento de 2.5% del PIB global en 1995 se debió a las mayores producciones de níquel, cítricos, tabaco, pesca, acero, cemento, petróleo crudo, fertilizantes, electricidad, hortalizas, entre otros, y al importante aumento de los ingresos por el turismo. Los resultados económicos más desalentadores correspondieron a la producción azucarera, que descendió a sólo 3.3 millones de toneladas, 16.8% inferior a la zafra precedente. El modesto avance económico general no se reflejó en el consumo final, al centrarse en las producciones intermedias y los sectores vinculados con el turismo y el mercado interno de divisas. Durante 1996 la economía cubana creció 7.8%, merced principalmente al aumento de 17.3% de la producción agrícola (incluyendo caza, silvicultura y pesca), frente al previsto de 8%. Entre las producciones con mayores incrementos anuales figuraron las de arroz (55.2%), azúcar (33.6%), petróleo refinado (32.2%), níquel (30.7%), tabaco (30.1%), hortalizas (29.9%), viandas (28.6%), fertilizantes (20.3%), tejidos (18%), y acero (17%). Las contribuciones económicas netas del turismo se elevaron 50%. Esta vez el crecimiento del PIB se reflejó en el del consumo personal (4%) y del consumo social y de gobierno (2%). Al año siguiente el PIB global creció 2.5%, tasa menor que lo planificado (4%), pero que entrañó un resultado alentador para la recuperación definitiva de la economía. Entre los factores que impidieron el avance económico previsto se destacaron el empeoramiento de las condiciones financieras externas, el deterioro de la relación de precios del intercambio (ante el desplome de los mercados del níquel y el azúcar) y las condiciones climáticas desfavorables. Los esfuerzos económicos recientes en la isla se han enfocado a los programas alimentario, de turismo (con un buen impulso que ha provisto de divisas convertibles a los demás) y el de biotecnología, que incluye a la industria farmacéutica y la fabricación de equipos médicos de alta tecnología. El cumplimiento de estos programas, junto con la diversificación económica en marcha, ha mostrado una tendencia irreversible desde 1994. La tendencia de recuperación de la economía cubana, cuyo PIB global creció 1.2% en 1998, ha estado acompañada del saneamiento de las finanzas internas, sobre todo mediante la baja del dinero en circulación para fortalecer a la moneda nacional.

Seguidamente se destacan los años 1999 y 2000, con ritmos superiores al 6%, mientras que en igual período el PIB per cápita incrementó en un 3%, lo que compara positivamente con la región latinoamericana y caribeña que, según estimados de la CEPAL registró un crecimiento del PIB de 1.3%. Los factores que propiciaron una mejor situación económica debemos encantarlos en la expansión de la industria turística que se había estancando producto de la actividad recesiva global. La relación de intercambio en el 2002 era desfavorable prácticamente en todo nuestro Comercio Exterior y aunque los precios del petróleo se han mantenido al alza y los del azúcar deprimidos, otros renglones como el níquel han elevado notablemente sus precios en los finales de año; la reestructuración del sector azucarero ha ido avanzando en sus objetivos de eficiencia y reconceptualización y, finalmente las inversiones en el sector energético. Para la economía cubana, el ejercicio económico del 2003 tuvo un decursar menos desfavorable en cuanto a la incidencia de factores externos que en su precedente. Esto permitió crecer a un porcentaje mayor que el 2002 en un (1.1%), dando muestras la economía de su vitalidad y tendencia expansiva. Se observó un crecimiento del PIB de 2.6%, cómputo superior al pronóstico de 1.5% que los expertos vaticinaban. Ante la profunda crisis que asotó a la isla en la última década, es notable que algunos indicadores sociales no hayan resultado más afectados ya que crean las bases estratégicas de nuestro futuro desarrollo.

La situación de la tasa de mortalidad infantil es uno de los indicadores más fiables del desarrollo socioeconómico de un país.

 En 1989, año previo a la crisis económica fue superior, a la registrada en los noventa, quizás los tiempos más difíciles de la economía isleña desde el triunfo revolucionario.

 En 1996 fue menor a 10 por cada 1 000 nacimientos en casi todas las provincias cubanas, con excepción del municipio especial Isla de la Juventud.

 En 1997 la mitad de los territorios muestra una tasa inferior a la media nacional; Villa Clara (5.4); La Habana y Sancti-Spíritus (5.7); Ciego de Ávila (6); Pinar del Río (6.2); Matanzas (6.5), y Santiago de Cuba (6.6).

 En el 2003 figuran las Tunas (4.2); Villa Clara (4.9); Matanzas (4.9); La Habana (5.1); Granma (5.1); Ciego de Ávila (5.3); Pinar del Río (6.0), y Holguín (6.3).

 En el 2004 Holguín (3.8); Camagüey (4.3); Granma (4.4); Matanzas (4.4); Villa Clara (4.6); Guantánamo (4.8); Pinar del Río (5.0); Cienfuegos (5.7), y La Habana (6.1).

 En el 2004 la Isla de la Juventud (1.8); Sancti-Spíritus (3.3); Las Tunas (3.8); Matanzas (4.4); Villa Clara (4.6); Pinar del Río (4.7); Granma (5.0); Cienfuegos (5.2); Ciego de Ávila (5.7); Camaguey (5.8); Holguín (5.9), y La Habana (6.6).

 En el 2005 Isla de la Juventud (3.7); Matanzas (4.0); Villa Clara (4.3); Holguín (4.6); Ciego de Ávila (5.2); Pinar del Río (5.5); La Habana (5.7), y Las Tunas (6.4).

Cuba es el único país latinoamericano que figura entre las 25 naciones con menor tasa de mortalidad infantil en el mundo. Tal indicador evidencia la atención gubernamental prestada a la salud infantil, tanto a escala nacional como territorial, a pesar de la aguda crisis económica y de casi cuatro décadas de bloqueo externo.

En esta tabla aparecen reflejados municipios de Cuba, los cuales terminaron el año 2006 con cero mortalidad infantil.

Municipios con cero Mortalidad Infantil.

Fuente: Anuario Estadístico de Cuba 2005

La fase correspondiente al período especial obligó a adoptar un conjunto de medidas extraordinarias que repercutió en las economías territoriales. El esfuerzo principal se centró en frenar el descenso continuo de la economía desde 1989, objetivo que se logró en 1994, cuando el producto interno bruto (PIB) creció 0.7%; como se aprecia en la Gráfica No. 1, sin embargo, en ese lapso la economía decreció en un 35 %. Sin duda la profunda crisis económica cubana tuvo varias causas estructurales, pero sobresalen los efectos del derrumbe del campo socialista, la desintegración de la Unión Soviética y los efectos del Bloqueo norteamericano que según algunos analistas tiene un costo para Cuba de más de 85 mil millones de dólares.

Gráfico No.1

Se puede apreciar en esta gráfica que la tercera etapa del desarrollo territorial en Cuba está caracterizada por un período de crisis fundamentalmente en los años 90 y de reanimación de la economía cubana a partir del año 2000 que crece como promedio 6.3% del 2000 al 2006 como se puede apreciar, según cifras oficiales publicadas por el anuario estadístico de Cuba. En esta último periodo y sobre todo del 2000 y el 2006 han incidido significativamente los siguiente elementos.

1. Las relaciones de intercambio con Venezuela en el marco una nueva concepción que se materializa con la ALBA.

2. La ampliación de relaciones económicas y comerciales con China.

3. El crecimiento de capacidad de crédito del país.

4. Los niveles de producciones de petróleo y gas alcanzados.

5. La alta producción de níquel favorecida con los altos precios.

6. Crecimiento del arribo de turistas.

7. Incremento de los ingresos del sector del turismo unido a una mayor eficiencia en el sector.

8. Incremento de las exportaciones de productos biotecnológicos y medicamentos

A lo anterior se une el cambio estructural que ha tenido la economía cubana donde los servicios desempeñan un papel cada vez más preponderante como se puede ver seguidamente en la gráfica que a continuación se presenta.

¿Qué resultados se han obtenido con las investigaciones de Desarrollo Humano realizadas a nivel territorial en Cuba?

¿Pueden ser comparables estos resultados?

Desde 1959 el Desarrollo Humano en Cuba ha sido concebido como un proceso de amplitud de opciones y posibilidades del desarrollo de las personas, desde el inicio del proceso revolucionario existió una concepción precisa y fundamentada de las principales dimensiones que abarca este concepto; en los últimos años en estudios realizados por Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) este tema ha sido ampliamente tratado y analizado . Los resultados obtenidos comparativamente en las tres investigaciones, se pueden apreciar en esta tabla que aparece seguidamente, donde se puede apreciar la posición y el lugar que ha ocupado cada provincia del país en las diferentes investigaciones realizadas.


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