Migración rural
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EL MODELO DE LA GANADERÍA EXTENSIVA Y LA DESTRUCCIÓN DE LOS BOSQUES EN LA REPÚBLICA DE PANAMÁ: 1950-2000 

Ariel José García Aguilar  

 

 

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3.5. Migración rural

Las formas de vidas tradicionales habían logrado un equilibrio más o menos estable con niveles muy austeros de consumo, aunque no siempre míseros con el entorno natural. Es la entrada del Modo de Producción Capitalista el que provoca la crisis agraria,

“… es el éxodo rural, el crecimiento confuso de las megalópolis y la quiebra de todos los referentes culturales lo que conduce a las prácticas destructivas del medio ambiente que rompen con las tradiciones y son una mera respuesta reactiva a una situación de grave privación y de búsqueda desesperada de la supervivencia.” (Sempere, Joaquín y Jorge Riechman, 2000: 199)

Los campesinos migran hacia otras tierras en busca de bosques, para talarlos y quemarlos para después sembrar la simiente. En las áreas de colonización la mayoría de las personas provienen de zonas que en algún momento fueron frontera agropecuaria, donde la crianza de ganado dominaba el paisaje. Al disminuir la productividad de la tierra; estas áreas expulsan población a las ciudades.

El modelo de la ganadería extensiva como está concebido se ha desarrollado en las áreas rurales, donde los servicios brindados por el Estado son casi nulos, lo que propicia que muchos campesinos migren a las ciudades terminales y conglomerados urbanos intermedios en busca de los servicios básicos de vivienda, educación y salud; servicios que en sus poblados de origen no reciben sus hijos e hijas. La investigadora social Ligia Herrera dice al respecto: “entre los derivados de la estructura prevaleciente a que se ha hecho referencia y que estimulan la emigración, pueden indicarse principalmente, los relativos al difícil acceso a la tierra, a la tecnología moderna y al crédito, al empleo y al subempleo, al ingreso económico necesario, a la educación, a la vivienda y a la atención a la salud.” (Herrera, 1999: 59)

A mediados de siglo pasado, en las décadas de los cincuenta y los sesenta el proceso de industrialización mediante sustitución de importaciones hizo fuertes presiones sobre los recursos del país. “Las demandas de las inversiones industriales transformó la estructura agraria incorporando las mejores tierras al naciente mercado interno panameño. Las explotaciones agrarias históricamente asociadas a pequeños productores fueron absorbidas por empresas agrícolas produciendo para un pujante mercado nacional.” (Gandásegui, 2001: 12)

El aumento de la demanda de carne, leche, cueros, acelera la colonización de nuevas tierras. Hasta finales de la década de los sesenta, en la República de Panamá, la mayoría de la población vivía en las áreas rurales. La migración rural a nuevas zonas de colonización aumentó a partir de esta década. Los flujos migratorios fueron mayoritariamente de personas que en sus provincias de origen no poseían suficientes tierras para realizar la agricultura de roza y quema, principalmente de las provincias de Herrera, Los Santos, Chiriquí, Veraguas y Coclé, provincias donde el capital agropecuario había penetrado con mayor fuerza debido a la existencia de condiciones de producción (carreteras, mercados vecinos) que permitieron la extracción de las mercancías y una cultura del potrero que encuadra las relaciones sociales de producción.

“En sus sitios de origen los colonos se han convertido en marginados y por ello, ven la frontera como tierra prometida, donde pueden comenzar una nueva vida. Sin embargo, como la principal aspiración de un gran número de colonos es dedicarse a la ganadería, es muy poca la afinidad hacia el bosque, al que consideran un ambiente hostil, en cierto sentido el <<enemigo>>. Para estos colonos progreso y desarrollo significan talar el bosque rápidamente.” (Heckadon-Moreno en Coates, 2003: 233-234)

Ser ganadero es el ideal de la mayoría de los campesinos; mejorar su posición económica en las comunidades rurales y tener efectivo en caso de necesidad. A través de la migración rural, con la destrucción del bosque tropical, un sector determinado de campesinos pretende cambiar su situación de clase, como dice Marta Sarmiento en un estudio en la provincia de Darién:

“Habiéndoseles terminado en sus provincias de origen las condiciones necesarias para reproducir su existencia perciben en los territorios nacionales un “horizonte de esperanza” donde podrán concretar sus aspiraciones - posición de clase adoptada – de ser dueños de una considerable extensión de tierra, que en su mayor parte estaría dedicada a la crianza de ganado.

La mayoría de ellos trabajaba como peón o empleado de algún ganadero (salareando” como ellos dicen) que les ofreciera trabajo. Los que tenían alguna porción de tierra, la habían vendido a alguno de los ganaderos de la región, y consideraban que no valía la pena lo que quedaba y que prácticamente no tenían donde trabajar, pues la mayor parte ya era potrero o “solo hierba”” (Sarmiento, 1984)

El potrero se convierte un mecanismo del capital para expulsar la población campesina a las áreas urbanas, para que vendan su fuerza de trabajo a muy bajos precios.

¿Es el campesino colonizador de nuevas tierras una clase en transición? Deja de ser un desposeído de tierra para dedicarse a la agricultura itinerante, luego cuando la misma no le alcanza para mantener a su familia tiene que migrar a otras tierras o hacia las ciudades, donde termina el proceso lento, pero firme, de proletarización.

Este último es un proceso de desarraigo de la tierra, como de destrucción de la sustentación social; donde la urdimbre protectora del clan, la familia, el parentesco y/o la comunidad se rompen para dar paso a las relaciones formales, meramente comerciales y al intercambio de equivalentes.

“La causa de la degradación no es, pues, como muchas veces se supone, la explotación económica. El proceso económico puede, por supuesto servir de vehículo a la destrucción y, casi siempre, la inferioridad económica hará ceder al más débil, pero la causa directa de su derrota no es tanto de naturaleza económica cuanto causada por una herida mortal infligida a las instituciones en las que se encarna su existencia social. El resultado es siempre el mismo, ya se trate de un pueblo o de una clase social, se pierde todo amor propio y se destruyen los criterios morales hasta que el proceso desemboca en lo que se denomina el <<conflicto cultural>> o el cambio de posición de una clase en el seno de una sociedad determinada. (Polanyi, 1989: 257)

Las comunidades campesinas son destruidas por la penetración del capital, los préstamos, los costos de los insumos, el transporte, la falta e servicios médicos y educativos, la ausencia de ingresos, las cosechas deficientes, las sequías y sobre todo la ruptura de las relaciones familiares que le ayudaban a sobrevivir. Esa urdimbre social que sustenta las comunidades campesinas .

El campesino es despojado de su cultura tradicional, de su forma natural de vivir en comunidad. Lenin dice que: “El capitalismo crece no sólo mediante la aceleración del desarrollo de explotaciones grandes por sus superficies en las zonas extensivas, sino también mediante la creación de empresas en parcelas más pequeñas cuya producción se realiza en escala mucho mayor y son mucho más capitalistas.” (Lenin, en: Morón, 1979: 47) La intensificación de la producción pecuaria en las parcelas pequeñas es parte del desarrollo del sistema capitalista.

De ahí las olas migratorias de aquellas regiones donde tiende a ser destruida la forma no valor (sobre todo de la periferia del capitalismo) hacia los centros de acumulación donde se desarrolla la forma valor (Dierckxsens, 1979: 86) Mucha de está población no logra ser integrada a la economía formal, generando el aumento de la población que depende de la economía informal .

Los fenómenos socioambientales que se dan en las áreas rurales tienen efectos inmediatos en toda la estructura social del país, dice al respecto Roger Bartra.

“En el análisis de la forma del Estado, tiene una gran importancia la estructura de las clases en el campo; si ello es así en los países europeos, con mayor razón lo es en los países periféricos subdesarrollados donde el peso del sector agrario atrasado es incomparablemente mayor. Tanto por Hegel, Marx como para Gramsci, las clases rurales condicionan y apoyan la función esencial de la burocracia en el seno del Estado y proporciona su relativa autonomía.” (Bartra, 1977: 69)

El rompimiento de la forma no valor o la penetración de la forma valor en las áreas rurales, donde no se necesita de mano de obra calificada va socavando la legitimidad del sistema, en la medida que se concentra la propiedad de la tierra.

Observamos en el Tabla No. 11, que a partir de 1980 la población pasa a ser mayoritariamente urbana, tendencia que no ha disminuido. Es en las ciudades donde las personas tienen un poder adquisitivo mayor para comprar los productos de primera necesidad (entre ellos los pecuarios) y productos suntuarios. Para el año 2000 el Ingreso promedio anual per-capita en las áreas rurales fue de B/.1,001 y en las área urbanas fue de B/. 3,092. (Contraloría General de la República, 2005b)

Tabla No. 12

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE LA REPÚBLICA DE PANAMÁ, SEGÚN ÁREA DE VIVIENDA, AÑOS: 1950, 1960, 1970, 1980, 1990, 2000

Fuente: Contraloría General de la República, Censos de Población y Vivienda, años: 1950, 1960, 1970, 1980, 1990, 2000, Dirección Nacional de Estadística y Censo, República de Panamá.

La ruptura de las viejas estructuras genera grandes cambios en el sistema en su conjunto, son las presiones externas las que fuerzan los cambios de las sociedades tradicionales, Rodolfo Stavenhagen, en su libro Las clases sociales en las sociedades agrarias dice:

“No pretendemos dar una definición de las estructuras tradicionales. Podemos decir, sin embargo, que se trata de formas culturales y de organización social que han quedado más o menos al margen de la civilización occidental y de sistema económico industrial o bien de vestigios de sistemas preindustriales (…) la mayor parte de las sociedades precapitalistas: la organización social que se basa principalmente en los lazos de parentesco, la tecnología es simple, las unidades de producción económica son pequeñas, la acumulación de capital es débil y en casos de que así se diera cierta importancia, la sociedad dispone de ciertas instituciones cuya función sociológica es la de impedir la capitalización y de asegurar la circulación de la riqueza. La tierra como medio principal de producción en estas sociedades, no es objeto de apropiación privada, y el concepto de propiedad no está desarrollado, o se ha desarrollado muy poco. (…) en la actualidad, doquier en el mundo subdesarrollado, la formación y evolución de las clases en este tipo de sociedades es el resultado de cambios debidos a influencias externas a la sociedad de que se trata.” (Stavenhagen, 1976: 50)

Al romperse los lazos familiares que protegen la urdimbre social campesina, el modelo tradicional se va rompiendo para dar paso la sociedad moderna, capitalista dependiente; donde el consumo y no la producción es lo que determina el estatus social.

El reacomodo de las relaciones socio-productivos en el agro generará conflictos en toda la formación social. Estos pequeños inputs dentro del sistema pueden generar grandes conflictos políticos, si la población desplazada no logra integrarse en el sistema productivo capitalista. Actualmente, los partidos políticos, las ONG tratan de controlar el descontento creciente en el sector rural. Hay desesperanza en el agro ante los ataques de la globalización. ¿Qué futuro les espera a los desplazados del agro? ¿Cómo influyen estos cambios en la composición política del país? Son algunas preguntas para nuevos estudios y pesquisas.

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