Jürgen Habermas y la teoría de la acción comunicativa
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

EL MODELO DE LA GANADERÍA EXTENSIVA Y LA DESTRUCCIÓN DE LOS BOSQUES EN LA REPÚBLICA DE PANAMÁ: 1950-2000 

Ariel José García Aguilar  

 

 

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2.3. Jürgen Habermas y la teoría de la acción comunicativa

La teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas es una teoría que trata de entender las acciones de los actores sociales; donde la racionalidad formal del sistema coloniza a los actores sociales, los cuales escogen las acciones instrumentales (medios) que les permitan lograr sus metas. “La naturaleza exterior es apropiada mediante los procesos de producción y la interior mediante los de socialización.” (Habermas, 1973: 24). El sistema económico busca por todos los medios la ganancia, choca con el sistema ecológico que ha llegado a presentar una crisis mundial. La crisis ambiental es el resultado de la inadecuación del sistema económico inserto en las relaciones ecológicas, “las crisis surgen cuando la estructura de un sistema de sociedad admite menos posibilidades de resolver problemas que las requeridas para su conservación. En este sentido, las crisis son perturbaciones que atacan la integración sistémica.” (Habermas, 1973: 16-17) Y por consiguiente, impactan en los procesos de socialización, al introyectar el riesgo ambiental en nuestras estructuras mentales.

Habermas propone “un modelo que permite analizar la sociedad como dos formas de racionalidad que están en juego simultáneamente: la racionalidad sustantiva del mundo de la vida y la racionalidad formal del sistema, donde el mundo de la vida representa una perspectiva interna como el punto de vista de los sujetos que actúan sobre la sociedad, mientras que el Sistema representa la estructura sistémica (la racionalidad técnica, burocratizada-weberiana, de las instituciones).” (Tapia, 2003)

El Estado busca controlar las instancias reproductoras de la mano de obra y productoras de mercancías para que no se cuestione en un futuro la reproducción de capital. El Estado es un actor social de primer orden; los grupos de más capacidad de convocatoria pueden cambiar las decisiones eminentemente económicas; y los conflictos ambientales, generados por el desarrollo económico no escapan a la influencia. El Estado es un actor social que dirime los conflictos de clase o los exacerba. Habermas trata de entender los diferentes sistemas que componen el mismo y supera el análisis de Marx al decir:

“El Estado persigue el declarado objetivo de timonear el sistema para evitar la crisis y que, por eso mismo, la relación de clases a perdido su forma no política (...) se limita a realizar por vía de la complementación del mercado, adaptaciones de un proceso sobre cuya dinámica él no influye, de manera que tanto el principio de organización de la sociedad cuanto estructura de clases permanecen inmodificados (...) De esas acciones del Estado es preciso diferenciar las que, como reacción frente a las falencias de las fuerzas motrices económicas, posibilitan un proceso de acumulación que ya no deja abandonado a su propia dinámica. (...) Por último, el Estado compensa consecuencias disfuncionales del proceso de acumulación, que han suscitado, dentro de ciertas fracciones del capital o de la clase obrera organizada y otros grupos capaces de organización, reacciones que procuran imponerse por vía política. Así es como el Estado asume, por una parte, efectos externos de la economía privada (p. ej. el deterioro del ambiente) o asegura, como medidas políticas de carácter estructural, la capacidad de supervivencia de sectores en peligro (p. ej. la minería o la economía agraria.” (Habermas, 1973: 71-73)

El Estado, a través de normas ambientales, busca proteger el ambiente para que el sistema en su conjunto pueda reproducirse; y la clase gobernante (alianza entre la alta burocracia estatal y la gran burguesía) pueda mantener su hegemonía. La creación de reglamentaciones ambientales que protegen el ambiente y la población son necesarias para conservar su sostenibilidad. Las leyes del mercado tienden a generar entropía cuando controlan el sistema de la naturaleza.

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