El Descubrimiento como elemento del derecho internacional y las tesis existentes en relación a las Islas
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ISLAS MALVINAS, SU HISTORIA, LA GUERRA Y LA ECONOMÍA, Y LOS ASPECTOS JURÍDICOS SU VINCULACIÓN CON EL DERECHO HUMANITARIO

Bruno Tondini

 

 

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III.- Aspectos históricos.

III.1.- El Descubrimiento como elemento del derecho internacional y las tesis existentes en relación a las Islas.-

El descubrimiento como modo de adquisición territorial surge, como puede asegurarse que ya desde fines del siglo XV y a lo largo del siglo XVI, del mero acto de haber descubierto territorios en nombre de un Estado, que generaba en esa época, la titularidad para el ejercicio del dominio eminente sobre el territorio descubierto .

Durante los siglos XVII y XVIII el único condicionamiento impuesto para perfeccionar el dominio eminente sobre un territorio descubierto consistió en la ocupación efectiva dentro de un tiempo razonable de la fecha del descubrimiento. Es ésta una exigencia definida a través de la evolución del Derecho de Gentes que se consolida a partir del siglo XVII. El descubrimiento solo otorgaba entonces un titulo incoado, es decir, un título imperfecto que debía consolidarse a través de una ocupación efectiva. La falta de ocupación efectiva, inmediata o en tiempo razonable al hecho del descubrimiento, provocaba la pérdida de ese derecho preferencial a favor de quien potencialmente pudiera alegarlo. Es decir, que si no se cumplimentaba en tiempo oportuno con el requisito de la ocupación efectiva del territorio descubierto este se consideraba nuevamente como “res nullius”.

Independientemente de que la cuestión sobre quien fue el primer descubridor de las Islas Malvinas no esta aún resuelta, debemos precisar que cualquier definición futura al respecto no modifica los alcances jurídicos de los actos realizados a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, e invocados por las partes en conflicto como relevantes para la fundamentación de sus respectivas pretensiones.

Desde punto de vista histórico , en función al controvertido descubrimiento podemos mencionar diferentes hipótesis.

La primera de ellas, señala a Américo Vespucio en su controvertido viaje de 1501/1502 al mando de una expedición portuguesa.

Luis Antonio de Bougainville (colonizador de Malvinas) fue el primero en atribuir a Américo Vespucio la mencionada prioridad .

Es cierto que no aporta prueba alguna para ello. Luego unos pocos autores partidarios del viaje por nuestra costa, lo hacen aparecer como descubridor del Río de la Plata, la costa patagónica y lo sindican también como descubridor de las Malvinas. El sabio Alejandro Humboldt creía que podía ser la tierra patagónica; A. Varnaghen estimó que podría ser la Isla San Pedro, de las Georgias del Sur, que se ajusta más a la descripción de Vespucio; el Almirante Pedro Casal supuso que era un enorme témpano tubular. Finalmente el Vicealmirante D. Ernesto Basílico refuta el descubrimiento de Malvinas por el florentino.

Revisemos a la luz de los documentos históricos más rigurosos, las circunstancias en que tal acontecimiento habría tenido lugar.

De Vespucio se ha discutido si era autor de sus famosas "cartas" o "narraciones"; si realizó algunos de sus viajes, si descubrió el Río de la Plata, si llegó hasta "Cananor" en los 50°S de latitud de la costa patagónica, si descubrió o no las Malvinas.

No es fácil de desentrañar la verdad, cuando se necesita larga práctica en navegación y la cartografía de la época y resulta muy difícil seguir los razonamientos de apasionados polemistas que, junto a verdades y verdades "a medias", agregan deducciones a veces muy discutibles.

No entraremos a fondo en la polémica, en que han participado nombres ilustres y/o bien pertrechados de argumentos y conocimientos. Solamente diremos que para nosotros ha quedado demostrado que Américo Vespucio era un astrónomo y cosmógrafo de notables conocimientos, que mereció excelente opinión de Cristóbal Colón y el honor de ser nombrado "Piloto Mayor" por la Corte española.

A nosotros nos interesa su tercer viaje que se inicia el 10 ó el 13 de mayo de 1501 en Lisboa. Es una expedición portuguesa que está al mando de Gonzalo Coelho y con ella llegaron a la costa del Brasil por cinco grados de latitud S y de allí bordearon hasta 25° S ó 32° S, Desde este punto, se hizo cargo Vespucio del mando de la expedición, hecho extraño que se explicaría, porque se iba a entrar a zona del Rey de España, según el tratado de Tordesillas.

Es desde este punto de la costa en que Vespucio toma el mando que se ha entablado la más complicada polémica. Según algunos historiadores Vespucio siguió bordeando la costa hasta los 50° S.

De esta opinión participaron o participan en nuestro país el Doctor Roberto Levillier, el Ingeniero Nicanor Alurralde y el Doctor Enrique de Gandía. Se apoyan sobre todo en interpretaciones de la Carta de Vespucio "Mundus Novus" de 1502, de la cual se han hecho muchísimas traducciones al latín, al alemán, al francés, al italiano y también en otra carta denominada "de Lisboa" del mismo año. Lamentablemente, los diarios de viaje redactados por Vespucio quedaron en poder de un sobrino suyo quien los guardó tan mal que se han extraviado.

Otro grupo de historiadores rebate las apreciaciones de los anteriores, dando una interpretación distinta a "Mundus Novus" y basándose en la carta-folleto de 16 hojas fechada en Lisboa a 4 de Septiembre de 1504 denominada "Lettera di Amerigo Vespucci delle isole nuovamente trovate in quatro suoi viaggi" (o simpemente "Lettera"), que es la más extensa y detallada de Vespucio y que expresa que, desde la costa del Brasil siguió por el rumbo del viento sirocco (es decir al SE), recorriendo 500 leguas por el mar hasta los 50° (en otras narraciones 52° de latitud S).

Debemos destacar que el Dr. Roberto Levillier (autor de varias obras y apasionado "vespucista"), ha dado numeroso acopio de informaciones, algunas discutibles, en apoyo de la teoría de que recorrió la costa americana hasta los 50° S.

Gran parte de su tesis se basa en numerosa cartografía que muestra un Río Jordán que sería el Río de la Plata, por estar a la misma latitud que el Cabo de Agujas en Africa (35° S). También que el Río Cananor estaría cerca de los 50° S y sería por eso que se ha conservado el nombre en la Bahía Camarones.

Las demostraciones en base a la cartografía del Dr. Levellier, han sufrido un rudo golpe por los estudios del Vicealmirante D. Ernesto Basílico en su obra "El tercer viaje de Américo Vespucio" y los del Capitán de Corbeta Roberto Barreiro Meiro de España. Ellos han demostrado, casi simultáneamente, las inexactitudes de correlacionar en los mapas posteriores al viaje de Vespucio, de partes bien conocidas de África y América del Sur. Estas últimas resultan más alargadas hacia el S, cuanto mayor es la latitud, de manera que no hay correspondencia entre el Cabo de Agujas en África del Sur y el Río Jordán, que tiene una latitud de unos 23° S y no 35°. Lo mismo Cananor no pasa de 24° S. Estos dos trabajos son a mi juicio dos aportes muy novedosos y convincentes, que demostrarían que Vespucio no llegó a 50° S sobre nuestra costa patagónica. Veamos cómo se había realizado el descubrimiento de Vespucio, narrado por el mismo en su famosa "Lettera":

"Y tanto navegamos por ese viento (sirocco) que nos encontrábamos tan altos que el polo del mediodía se elevaba fuera de nuestro horizonte 52° y no veíamos las estrellas de la Osa Menor ni de la Mayor, estando alejados del puerto de donde partimos unas 500 leguas por el sirocco (SE). Esto fue el día 3 de Abril (1502). Este día se levantó en el mar una tormenta tan recia que nos hizo amainar del todo nuestras velas y corrimos a palo seco, con mucho viento que era el Lebeche (del SW), con olas grandísimas y el aire tormentoso, y era tanta la tempestad que toda la flota estaba en gran temor. Las noches eran muy largas que tuvimos una la del 7 de Abril que fue de 15 horas, porque el sol se encontraba al final de Aries y en esta región era invierno como puede calcular V.M.”

"En medio de esta tormenta avistamos el día 7 de Abril una nueva tierra de la cual recorrimos cerca de 20 leguas encontrando la costa brava, y no vimos en ella puerto alguno ni gente, creo porque era el frío tan intenso que ninguno de la flota se podía remediar ni soportarlo."

Como vemos esta descripción no corresponde a las Malvinas, llenas de puertos, cuyas costas no son "bravas" en toda extensión ni tienen isla de dimensión de 20 leguas (corresponde más bien a Georgias del Sur o aun inmenso témpano tubular, visto en medio de una espantosa tormenta. Un clima tan frío tampoco es normal en Malvinas.

Digamos entonces que Vespucio, de quien se discute si navegó nuestras costas o puso proa al mar abierto, si descubrió o no el Río de la Plata y la Costa Patagónica, Malvinas, Georgias del Sur o un témpano, describe una isla en términos que no corresponden a las Malvinas. Sólo la latitud de 50° S ó 52° S seria correcta.

En consecuencia creemos que es muy poco probable que Vespucio haya descubierto las Malvinas.

La segunda hipótesis señala al navegante francés Binot Palmier de Gonneville como su descubridor, en su viaje de 1503/1504.

La tercera siguiendo a varios autores atribuyen a la expedición de Magallanes el descubrimiento de las Malvinas. Esa suposición se basa en la cartografía inmediatamente posterior a la expedición; pero nada dicen de un descubrimiento semejante los famosos Diarios de Antonio de Pigafeta, el Piloto Albo, ni la relación de Maximiliano de Taancilvano las cuales pueden leerse en la "Colección de Documentos" de Navarrete y en otras ediciones. Son los únicos testimonios completos y contemporáneos del viaje.

Pudo haberse realizado el descubrimiento por alguna nave enviada a explorar por Magallanes o arrastrada cerca del estrecho por un vendaval del W. Teniendo en cuenta que una nave en esas circunstancias, faltaría por varios días o aún semanas y que descubiertas las islas no se registra, el hecho es muy inverosímil; pero puede haber ocurrido que Albo o Pigafeta no estuvieron en la nave y aunque resulte extraño, no registraron el hecho.

La cartografía en cambio parece apoyar la tesis del descubrimiento.

En las cartas de Diego de Ribero de 1529 aparece un grupo de islas que se denominaron "Sanson". Son ocho o nueve islas que podrían ser las Malvinas. Otras que se llaman de los Patos están muy cerca de la costa. Las Islas Sanson están bastante más al N (en = 49° S) que las Malvinas (51° S) y a poco más que a la mitad de la distancia a la costa.

Otra carta muy interesante es la que dio a conocer el profesor Manuel Destombes en 1938 y que se encontraba en Top Kapu Sarayi de Estambul, la cual fue llevada posteriormente a la Mezquita de los Aghalar en la misma ciudad.

En dicha carta, que se ha fechado en 1522/23, aparece sólo la costa N del Estrecho de Magallanes y al E de la boca del estrecho, a unas 56 leguas (180 millas) se encuentra una isla enorme, de casi 300 millas de largo. Las Malvinas están casi al E (085°) de la boca del Estrecho de Magallanes y a 81 leguas (de 5.920 metros). El ser una isla enorme le quita algo de valor a la suposición.

En cartas posteriores del Islario de Santa Cruz, Juan Bautista Agnese 1543/45, Martínez 1577 y Olives 1580 entre otras, aparecen las Islas "Sanson". Están siempre situadas muy al N y cerca de la costa. En 1590, las islas figuran en los planos de navegación de españoles e italianos.

El hecho de que las Malvinas hayan sido situadas en distancia muy cerca de la costa puede deberse a una errónea estimación de la longitud muy normal en el siglo XVI, o a que se las corrió deliberadamente al W para "asegurarse que caían" dentro de la zona española del Tratado de Tordesillas. Los españoles adulteraban islas y costas hacia el W y los portugueses hacia el E.

En consecuencia, aunque faltan relaciones documentales fehacientes del descubrimiento, la cartografía muestra como probable el descubrimiento de las Malvinas por algunas de las naves de la Expedición de Magallanes.

Varios historiadores señalan que las Malvinas fueron descubiertas por Esteban Gómez, piloto de la nave "San Antonio" (de la flota de Magallanes) quien luego de sublevarse el 1° de Noviembre de 1520 contra el Capitán General, emprendió el regreso a España, donde fue sometido a proceso el 6 de Mayo de 1521. Ratto ha supuesto que saliendo del estrecho rumbo al Cabo de Buena Esperanza, había descubierto las Malvinas en dos o tres singladuras. Esto no es cierto, el conocimiento de documentos del proceso que se le siguió demuestra que no puso rumbo al Cabo sino que lo hizo a Guinea, en la costa africana, navegando directamente a España y llegando a Sevilla el 6 de Mayo de 1521, No pasó en consecuencia cerca de Malvinas.

Lo que se sabe del proceso en declaraciones de los tripulantes, tampoco informa del descubrimiento de las islas.

Lo que hemos expuesto prueba casi con certeza, que Esteban Gómez no descubrió las islas en viaje de regreso a España; pero bien pudo ser el primero que transmitió el descubrimiento realizado por alguna de las naves de Magallanes.

Esteban Gómez, que realizó otras navegaciones, conoció en La Coruña a Diego de Ribero, el cartógrafo que en 1529 realizó el "Planisferio" donde aparecen las Islas Sansón. Lo prueba un documento del Archivo de Indias en el que se establece que Gómez al volver de América, cedió a Diego de Ribero un aborigen "lengua" (intérprete) llamado Diego, en el año1525 (listas que se sucedieron con ciertos indios - Archivo de Indias, Contaduría 427 N° 2).

Se probaría así que Diego de Ribero recibió de buena fuente las novedades del viaje de Magallanes, hasta su entrada al estrecho. Luego completaría su planisferio al regreso de la "Victoria" a España.

Asimismo se sñala como hipótesis considerar que el Capitán Pedro de Verá con su nave "Anunciada" de la expedición de Fray García Jofre de Loaysa en 1526 o que La nave "San Pedro" de la Expedición de Alcazaba en los primeros días de Enero de 1536 realizaron su descubrimiento.

Otra hipótesis expresa como probable el descubrimiento de las Islas Malvinas, por la nave "Incógnita" de la Expedición del Obispo de Plasencia el 4 de Febrero de 1540.

Esta expedición que zarpó de Sevilla el 12 de Enero de 1540, perdió su nave capitana en el Estrecho de Magallanes. Otra de sus naves, de la que poseemos un diario, consiguió luego de un temporal, que la sacó del estrecho, llegar a una tierra el 4 de Febrero de 1540, donde sus tripulantes permanecieron lo meses. De esta nave no se conoce ni el nombre ni quien era su comandante, Por eso se la denomina "Incógnita".

Este posible descubrimiento ha sido muy bien tratado por Julius Goebel (hijo) en su libro clásico "The Struggle of de Falkland Islands" y por el Vicealmirante D. Ernesto Basílico, en su obra "La Armada del Obispo de Plasencia y el Descubrimiento de las Malvinas".

De este viaje existen dos relaciones, una es de la nave "Incógnita" y la segunda de otra de las dos naves que quedan luego de hundirse la "Capitana".

Se puede seguir por la primera relación (de la nave "Incógnita") que el 20 de Enero de 1540 embocó la entrada del Estrecho y el 22 se perdió la nave capitana. A las otras dos naves no las menciona pues se habían separado. Intenta socorrer a los náufragos de la Capitana, pero un temporal se lo impidió y el 27 de Enero vuelve a tomar la boca del Estrecho, pero no puede hacerlo. Tampoco lo logra el 29 y el 31 de Enero de 1540, reciben un fuerte viento SSE, que les quiebra la amarra (estaban fondeados) y deben bordejear.

El diario allí se interrumpe y el 4 de Febrero vieron tierra (es decir que navegaban en mar abierto) y aparecieron ocho o nueve islas "que en la carta están" (habrían creído que eran las "Sanson").

En esas islas y en una gran Bahía que llamó de las Zorras permanecen hasta el 3 de Diciembre de 1540, es decir por 10 meses en que salieron con buen tiempo del S y SW y rodearon la isla, donde "perdieron los berzas" (pequeños cañones) y luego el viento se hizo SW y "con él corrieron dos días a buscar la tierra del norte". El día 5 estaban en cuarenta y nueve y un sexto de grado de latitud S; es decir, unas 70 ó 75 millas al N de Malvinas.

La segunda relación explica que llegó una nao de la expedición que estuvo en la Isla del Santo Tomé y que allí halló una nao de las cuatro de la expedición del Obispo de Plasencia. A su bordo venían dos hombres de la "Incógnita" que relataron algo semejante a lo expuesto en la primera relación.

Resumiendo, el Dr. Julius Goebel (hijo) y el Almirante Basílico coinciden en afirmar que la nave "Incógnita" llegó a las Islas Malvinas, pero el Capitán de Fragata Héctor R. Ratto afirmó que la "Incógnita" había llegado al Canal Beagle, a quien pertenecían islas y bahía.

Del relato del Almirante Basílico se desprende una demostración muy convincente de que las islas son las Malvinas por las siguientes razones:

1) Que desde el 31 de Enero de 1540, siguiendo la primera relación, la "Incógnita" soporta, fondeada, un violento temporal del SSE que le cortó el cable del ancla y los arrastraba peligrosamente hacia tierra. Se produjo un recalmón y son arrojados fuera del estrecho. El viento debía ser del W o SW, pues del NW les hubiera permitido permanecer en el estrecho, dado que tenían reparo. La relación se interrumpe por cuatro días y el 4 de Febrero, por la mañana, vieron "ocho o nueve islas, que en la carta están". Siguen relatando su derrota por las islas que describen, coincidiendo ello con las Malvinas (canales limpios y muchas ensenadas), aunque hablan de montañas muy altas. El Almirante Basílico concluye que con el viento y la corriente debieron ser arrastrados al E - NE y debieron creer entonces que las islas eran las Islas Sansón de la carta de Diego Ribero.

2) Que el viento era del W - SW, pues corrían sin poder volver al estrecho y que la gran Bahía era la de San Julián en Malvinas, que es cerrada y un laberinto de islas donde encallaron.

3) Que el puerto donde encallaron lo llamaron "Puerto de las Zorras", "pues había muchas de ellas". Que las zorras (o zorros malvineros) eran abundantes en las islas, donde se los conoció con el nombre de "Warrah".

4) Que la relación dice que la tierra parecía ser punta de tierra firme de la que corre al S del estrecho (la "Terra Incógnita Australis") y está al E - W, con la boca del estrecho. Esto indica sin duda que estaban en Malvinas.

5) Que se habla de madera que sale del estrecho y son los troncos llevados desde el estrecho por la corriente del SW al NW (de Malvinas). Lo mencionaron sabios y marinos que visitaron las Malvinas, donde existe hoy la "Caleta de la Leña". Incluso hallaron un trozo de tabla que venía del estrecho adonde se nos perdió la nave capitana. Esta referencia es muy importante y sigue señalando que "toda esta tierra es rasa, sin ninguna arboleda y muy ventosa y demasiado fría, porque ocho meses del año siempre nieva" y los vientos son SW o NW, lo cual se ajusta exactamente a las Malvinas. También informan de la existencia de "turba muy sólida" cuya capa tiene entre dos y tres pies, lo cual ocurre en Malvinas. La vegetación descripta responde al pasto "Tussock" y otros arbustos de Malvinas y la fauna, de patos de tierra y mar (gansos) así como lobos marinos, también coincide. Se señalan muchas islas, el clima y la duración del verano a invierno, todo lo cual se ajusta a la descripción de las Malvinas.

6) Que la relación informa que zarparon el 24 de Noviembre y el 3 de Diciembre de 1540 dejaron las Malvinas con viento S y SW y el día 5, es decir dos días después, tomaron el sol "en cuarenta e nueve grados y un sexto (49° 10’S)". La expresión corrieron dos días a buscar tierra firme de parte del N, se refiere claramente a la que queda al N del Estrecho de Magallanes, opuesta a la "Terra Australis" que para ellos era la tierra firme del S (ver carta del Islario de Santa Cruz).

Esta posición para correr con el viento SW al largo de 180 millas de las Malvinas con velocidad de 3,7 nudos, es totalmente normal.

El Vicealmirante Basílico continúa con la segunda relación, según el relato de los dos tripulantes de la "Incógnita", sacado de una carta escrita a Lázaro Alemán desde Lisboa, de fecha 19 de Julio de 1541. En ella se dice muy sintéticamente que la "Incógnita" fue arrastrada "hacia la parte de España y entró a una bahía de más de sesenta leguas donde estuvieron diez meses". Se refiere que a sesenta leguas entran en esa bahía. Excepto una frase oscura de "tomaron la costa abajo", que explica el Almirante Basílico, el resto es coincidente con la primera relación, en general, en cuanto a la descripción de las islas. Lo de "costa abajo" es por suponer que es la costa firme austral, situada al S del estrecho.

El Dr. Julius Goebel (h) también concuerda en que la "Incógnita" llegó a Malvinas donde pasó esos meses antes de volver a España.

Todo es tan lógico, claro y convincente, que no se puede menos que concordar con las deducciones del Almirante Basílico. Sin embargo el Capitán de Fragata D. Héctor R. Ratto en su libro "Bordejeando", publicado en el Boletín del Centro Naval en 1927, expresa la opinión de que la "Incógnita" pasó por el Estrecho Le Maire y llegó al Beagle.

El Almirante Basílico señala varios errores de este trabajo, que fue uno de los primeros del Capitán Ratto, y cuando este gran historiador supone que un viento del NW los arroja hacia el S, señala que con ese viento pudieron permanecer en el estrecho. Hace constar que viniendo del N no puede ver la isla de los Estados desde el NNE y que la frase que ven las islas "que en la carta están", las mismas sólo podrían ser las Sansón que están mucho más al N. Indica luego lo dudoso de entrar en Bahía FIinders, como señala Ratto, e indica claramente otros errores de interpretación en forma muy clara y también algunas suposiciones que no correspondían. Opina también que las "ocho o nueve islas" que avistaron no pueden referirse a la Tierra del Fuego, como dice Ratto.

Ante una observación sobre pastos quemados en las Malvinas, que para Ratto no era posible por no tener habitantes, el Almirante Basílico señala que el origen del incendio pudo ser un rayo. Agregaremos que resulta imposible que estando en el Beagle, desde su boca oriental hasta Puerto Almanza, no hayan visto indios alcalufes o yamanas durante los diez meses que permanecieron en tierra. Las Malvinas era el único grupo de islas donde no había habitantes. Por otra parte pensamos que en las cercanías de Puerto Almanza (el Puerto de las Zorras según Ratto), hay árboles coníferos que se ven en las cercanías.

En consecuencia para nosotros es clarísimo lo que expresó Goebel (h) y más extensa y claramente el Vicealmirante Don Ernesto Basílico y que la "Incógnita" estuvo en las Malvinas.

Pasaremos ahora al "Islario" de Alonso de Santa Cruz, publicado en 1908 por Franz R. von Wiesser, en Insbruck, cuyos originales son dos códices de la Biblioteca Imperial de Viena.

Alonso de Santa Cruz confeccionó una obra que se conoce como el Islario de Alonso de Santa Cruz, editado en 1541, un año después del viaje de la Armada del Obispo de Plasencia y en información que señala como de esa expedición y establece:

"Pasado él Cabo del Estrecho torna a bolver la costa al sueste hasta dentro de una gran baya por casi quarenta leguas y desee la baya torna a bolver al noreste casi por cinquenta hasta un cabo que está junto a una baya dicha de las Yslas la cual está en medio de dos cabos y delante della dos Ysletas. Toda la costa dicha está llena de bayas grandes y pequeñas, la cual también descubrió el armada del Obispo de Plazencia, como arriba diximos; el cabo dicho, está sesenta leguas al es-nordeste de la boca del estrecho, pasado el qual y Baya de las Yslas torna a bolver la costa al sueste."

Como dice Julius Goebel (h), no se aclara bien que esto fuera descubierto por la "Incógnita", pero recordemos que la descripción refiere que las islas estaban sobre una tierra firme que el cartógrafo interpretó como la "Terra australis". Además allí menciona la Armada del Obispo de Plasencia, como la que ha proporcionado la información de la zona, Luego la información del cabo, las islas y la Bahía de los Zorros no puede ser de otra fuente que de la "Incógnita".

En la carta se puede observar, a partir de la boca del Estrecho de Magallanes y en la "Terra Australis Incógnita", una gran bahía que en su extremo derecho tiene un cabo con dos puntas y una bahía en el medio. Esta última es sin duda la "de las Zorras" y la acompañan dos pequeñas islas. El cabo, la bahía y las dos islas, son las Malvinas unidas a la "Terra Australis Incógnita" porque los tripulantes de la "Incógnita" supusieron que era "tierra firme" la que estaba al S. En el gráfico la distancia de la boca del Estrecho al cabo y las islas es de sólo 56 ó 58 leguas y en latitud que varía entre 50° y 51° S.

Si tenemos en cuenta todo lo expuesto, convengamos en que tiene plena justificación la teoría del Vicealmirante D. Ernesto Basílico de que este cabo de dos puntas con la bahía en el medio y las dos islas corresponden en conjunto a las Islas Malvinas.

En la costa de Tierra del Fuego y del Estrecho de Magallanes del Islario de Alonso de Santa Cruz, las islas y el cabo que representa a las Malvinas están desde el centro de la boca oriental del Estrecho de Magallanes, en los azimuts 076° y 085° (del N al E). Si no se hubiera considerado la declinación, es decir si fueran sólo "azimuts magnéticos" habría que sumarles la declinación aproximada del año 1540, igual a 7° E y esos valores serian respectivamente de 083° y 092°.

En cuanto a la distancia, la relación dice que es de 60 leguas, pero en la carta es un poco menos, 58 leguas (191,8 millas [ó 185,4 millas si tomamos la legua de 5,920 metros]).

Las islas, según su posición hoy bien conocida, tienen en realidad, desde la boca oriental del Estrecho de Magallanes, de 073° a 089° y la distancia es de 81 leguas (de 5,920 metros).

La posición dada en el "lslario" de las islas, es entonces bastante perfecta en azimuts desde el estrecho y muy aceptable en distancia.

En consecuencia el descubrimiento de las Malvinas por la "Incógnita" tiene una indiscutible certidumbre.

Nosotros lo aceptamos, pero reconocemos que algunos puntos de la argumentación pueden ser disentidos o no compartidos totalmente, pero, al fin y al cabo, es totalmente irrefutable negar su llegada a las islas.

Como hipótesis, mantenida por los ingleses, es la atribución del descubrimiento de las islas a John Davis en 1592, aunque éste no desembarcó y sus referencias fueron imprecisas. Por otra parte, las sitúa en forma muy errada. Usa las mismas palabras en inglés que las empleadas en el “Islario” de Santa Cruz, del cual seguramente las tomó.

Una última hipótesis atribuye el descubrimiento de las Malvinas por Hawkins en 1594, quien las bautiza con el nombre de Hawkins Maiden Land. Su relato se publicó 23 años después de su viaje y varios historiadores lo desestimaron. Burney y Chambers, autores ingleses, no autorizan tal suposición. Chambers indica que Hawkins se confundió con las costas patagónicas pues describe erróneamente las islas como de clima templado, habitadas y con grandes ríos.

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