El consumo como una forma de distracción
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

ESBOZO SOBRE LA CONFIGURACIÓN DEL GUSTO EN EL HABITUS DE LOS TRABAJADORES MIGRANTES MEXICANOS EN ESTADOS UNIDOS

Ricardo Contreras Soto

 

 

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El consumo como una forma de distracción

La vida laboral es por lo general obligatoria, rutinaria por las acciones estandarizadas de los procesos, con poco o nulo margen de decisión por parte de los trabajadores, con un rígido esquema de disciplina bajo a las que se someten los trabajadores, etcétera, en la vida cotidiana en el centro existen otros espacios sociales que permiten la distracción, entre ellas encontramos los centros comerciales, donde es posible incursionar sin tantos impedimentos a los agentes, y curiosear sin necesidad de tener un permiso especial o conocer a alguien que autorice la presencia o el derecho de admisión. La diversidad de productos que existen, el lugar de la oferta de las diversas mercancías (y las promesas de ciertos consumos simbólicos). Las novedades generadas por la invención continua del centro, por pisos, departamentos o estantes, existe un “sistema de los objetos” en la acepción de Baudrillard donde se puede ubicar y concentrar ciertos intereses específicos de búsqueda, hay una especie de sintaxis del orden de los objetos, también hay una especie de semántica de ellos. Junto a las personas que lo atiende (sin distinciones) y está para servirle, como se despliega el imaginario de cada cosa que llame la atención: asociada alguna sensación propia, inducida o sugerida, sin inmediato compromiso de compra, ver a la gente (otros compradores) en tierra neutra (sin ventajas aparentes), esto lo hace que los centros comerciales sean un espacios social de distracción .

Lo que más le gustaba de Estados Unidos y fue lo primero que me comento fue las tiendas, porque le gustaba ver cosas nuevas que no había en México. (Entrevista 254).

En el recorrido del tiempo libre de la vida cotidiana hay una especie de voyeurismo como forma de placer, que se basa en mirar escenas o elementos eróticos, donde las mercancías y las asociaciones imaginarias, llamadas en la promesa de sus usos derivados o invocando a sus fuerzas el poder de su distinción, a partir de la obtención de esas mercancías, que despiertan diversas pretensiones, pasiones y deseos profundos, a manera de “seducciones” en sus convocaciones mediáticas, para estimular su adquisición, pero se interrumpe en el espacio abierto el filtro: poder – capacidad de compra. El migrante se conforma (recrea) muchas veces con solo ver las mercancías y pensar en las posibilidades de sus atributos mágicos, por el limite de sus capacidades económicas.

Pos ir a mirar las tiendas porque estaban muy surtidas muy bonitas y al cine y luego vamonos pa´la casa a dormir. (Entrevista 363),

Ir a las tiendas e ir de paseo al parque. (Entrevista 644).

Salir a pasear, ir a la tienda, al río. (Entrevista 739)

Pues lo que más me gustaba, era que había otro tipo de tiendas grandes, donde puedes ir a distraerte un poco o escoger más de lo que tu quieras o más de lo que te guste, que aquí no hay, es decir, aquí hay tienditas de tenis y allá son tiendas grandes, para que tu andes escogiendo de lo que tu quieras y hay mucha variedad de cosas para que tu puedas ver y escoger. (Entrevista 8).

Todo pues esta bonito, tiendas comerciales iba uno a pasar el tiempo también. (Entrevista 899).

… y me gustaba visitar las tiendas. (Entrevista 936).

Las tiendas son una referencia para la distracción, generan un efecto grato visitarlas.

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