LA DIVISIÓN TERRITORIAL
POLÍTICO-ADMINISTRATIVA CON BASE EN LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Fabricio Zanzzi
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1.10. Iniciativas de provincializaciones y cantonizaciones.
Proliferan los
intentos por provincializarse, cantonizarse y parroquializarse, por parte de
grupos de ciudadanos que
sienten que el estado ha desviado sus funciones y no ha resuelto los problemas
relacionados con infraestructura básica en sus áreas geográficas habitacionales.
Deciden, entonces que otros no van a resolver sus problemas porque no los
sufren. Deciden, entonces que deben administrarse por sí mismos, pero para
obtener los recursos intentarán subir al siguiente nivel del sistema
político-administrativo. No se los puede culpar por querer hacerlo si ya antes
se les hubiere permitido el mismo derecho a otros grupos de personas quizá con
menos razones pero sí con más conexiones políticas. La situación tiende a
empeorar si, además, las autoridades no los escuchan y, más aún, si el sistema
de justicia no actúa contra esos malos funcionarios.
En el caso ecuatoriano se pueden encontrar parroquias de solo 150 habitantes y,
también de 20mi1. Incluso, hay parroquias de casi 400 mil habitantes. Se
convierte, entonces, esto en una importante evidencia estadística de que no
existe, en la práctica, un criterio real para la parroquialización. El proceso
de cantonizaciones y provincializaciones es igual de contundente, pues presenta
desigualdades semejantes, guardando las proporciones debidas.
Continuando con el caso ecuatoriano, hay que destacar que los justificativos de
esta investigación y propuesta, que se exponen, han desembocado -incluso-en el
objetivo convergente de muchos ciudadanos de convocar a una Asamblea
Constituyente en la que se establezca una nueva división territorial
político-administrativa, debido a que los amplios niveles de insatisfacción
ciudadana han hecho que este tema sea
trascendental para nuestro convulsionado país, pues depende de esto que el
estado cumpla con garantizar la libertad del individuo, la tolerancia con las
minorías, la igualdad de todos ante la ley y la solidaridad con las personas
menos favorecidas (Los cortos de entendimiento, los débiles en exceso, los
discapacitados, los miembros de la tercera edad, los niños, Etc.), reduciendo al
mínimo posible la posibilidad de que se establezcan, de manera legal,
privilegios desde y hacia las ciudades más grandes y abusos o actos de
corrupción sistemáticos por parte de autoridades públicas del ámbito nacional.
En la actualidad, en Ecuador hay una grave situación de falta de atención por
parte de las autoridades hacia la población, lo que se vuelve evidente si se
analiza que sólo hay 19 cantones, en toda la República, con más de cien mil
habitantes, de ellos siete no son capitales de provincias y de estos últimos uno
comparte el río con la ciudad más grande del país con la cual mantiene una
relación de Ciudad Satélite altamente dependiente en lo laboral, y otro tiene
una gran inyección de recursos por cuanto en su territorio se encuentra una base
militar estadounidense; en los otros cinco cantones grupos de ciudadanos han
presentado sendas propuestas para sus respectivas provincializaciones (Caso
especial reviste Milagro cuyas iniciativas populares pro-provincialización datan
de 196323). Evidentemente, los ciudadanos de las ciudades medianas ecuatorianas
no están dispuestos a seguir soportando el centralismo nacional ni el de sus
actuales provincias. (En el punto 12, en el que se propone la División
Territorial político-administrativa con un esquema matemático simple aplicado a
todo el territorio nacional, cada una de las siete ciudades pasan a ser la
capital de un departamento.).
A continuación se muestra la ubicación de los cantones ecuatorianos con más de
cien mil habitantes, que no son capitales provinciales, en sus respectivas
actuales provincias:
Ésta situación es uno de los tantos conflictos horizontales que se le generan al
estado por su enormidad y falta de flexibilidad para la detección de necesidades
básicas insatisfechas de los grupos humanos menos favorecidos. El mismo problema
se repite en otros países de América Latina como Brasil en donde en los últimos
diez años se crearon más de mil municipios "muchos de los cuales pretendían
verse favorecidos por los recursos del Fondo de Participación de los
Municipios.", según Alvares (2000) 29.
En el caso colombiano, como lo expone Maldonado (2000)3° "Un reducido grupo de
grandes ciudades concentra buena parte de la población y de la actividad
económica, aunque hay numerosas ciudades intermedias como centros de importancia
regional.", tal como en el caso ecuatoriano en donde bien valiera hacerse la
pregunta: ¿Cómo se le pudiera quitar a Manta su importancia pesquera o a Milagro
su capitalidad en todas las iniciativas económicas que surgen de la micro región
conformada por más de diez cantones de cuatro provincias ubicados en la cuenca
baja del Río Guayas? ¿Cómo restarle importancia al sector turístico de Santa
Elena o a los brios agricola-comerciales que presenta Quevedo? ¿Cómo negar el
ímpetu comercial e industrial de Santo Domingo o la centralidad cultural de
Chone en el norte de Manabí? Como es natural, la tensión no puede disimularse
por mucho tiempo.
Las provincializaciones de estas ciudades ecuatorianas durante varios años ha
sido vista por los grupos de poder político de la Capital de la República como
algo muy folclórico y sin mayor trascendencia pues, como lo señalan Rivera y
otros (2005)31 al analizar en particular el proceso de descentralización en la
República de Costa Rica "El grueso de las colectividades locales, incluyendo, en
algunos casos, a sus mismos políticos y líderes comunales, se encuentra alejado
del debate sobre las posibilidades de la descentralización y su posible impacto
en la gestión de `lo local', y su `visión' de la problemática no tiene,
normalmente, posibilidades de ser
incorporada a la `agenda' política nacional." Sin embargo, es remarcable el
error cometido por los líderes políticos nacionales, pues en algún momento el
problema -que crece con un efecto "bola de nieve"- revienta.
Hoy en día el conocimiento está más a disposición del ciudadano que nunca, tanto
así que las leyes ecuatorianas más importantes y de casi la mayoría de los
países del orbe se encuentran publicadas en Internet, por lo que el individuo,
si se siente en desventaja, hará uso de ellas para resolver su problema, pues
ellas funcionan como instrumentos para lograr un cometido. Es inevitable. No es
posible monopolizar al conocimiento.