El origen del habla
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¡GUA!, EL INSOSPECHADO ORIGEN DEL LENGUAJE

Alfonso Klauer

 

 

 

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¿El origen del lenguaje?

¿El origen del habla?

Por "habla" se entiende la facultad o capacidad de hablar 290, la capacidad de emitir sonidos con significado. Lenguaje, en cambio, es el sistema o conjunto de sonidos articulados con que el ser humano se comunica. El habla, diremos, es instrumento del lenguaje, y éste de la comunicación. Pero ni el habla es el único instrumento del lenguaje, ni éste el único de la comunicación.

Un sistema gestual sustituye al habla, en el caso de los sordomudos.

Y un sistema gestual complementa al lenguaje en la comunicación entre la mayor parte de los seres humanos en el planeta. Sin articular palabra alguna, incluso solo con sutiles movimientos faciales, un ser humano puede manifestar a otro su alegría, tristeza, molestia, rabia, amor, odio, etc. Igualmente frecuentes son los gestos para indicar aprobación o desaprobación, para indicar distancias, tamaños, expresar saludo, etc.

Roger Lewin, en Evolución humana, nos recuerda que Gordon Howes postuló la idea de que los gestos de las manos precedieron a la aparición del lenguaje hablado como forma de comunicación 291.

Por su parte, Herbert Georges Wells, en su Breve historia del mundo, indica que «el primer lenguaje humano debió ser una colección escasa de nombres que podía completarse con signos y gestos» 292.

¿Pero cuál habría sido esa "escasa colección de nombres"? ¿O cuáles habrían sido por lo menos algunos de ellos, algunos de los primeros en ser pronunciados en la remota antigüedad? Que sepamos, hasta hoy no se ha dada respuesta a esas interrogantes. Y hay quienes, como Ataliva Amengual, por ejemplo, sostienen que «los orígenes [del lenguaje] están perdidos para nosotros por lo menos desde el punto de vista fenomenal» 293. «…el hecho de tener un origen tan remoto hace difícil que se pueda esperar ninguna solución al problema de cómo surgió» 294, agrega otro autor.

Sin embargo, «indagar los orígenes del lenguaje nunca ha dejado de ser la aspiración última de todo filósofo y lingüista» 295. De allí que la cuestión filogenética o de los orígenes del lenguaje haya sido debatida apasionadamente durante el siglo XVIII por filósofos como Rousseau y Diderot, entre otros 296. Georges Mounin nos recuerda que, no obstante, ya antes de la aparición de la teoría darwinista, la inexistencia de cualquier forma de consenso aceptable obligó a los estudiosos a olvidar el tema, y que en 1866 la Societé de Linguistique de París prohibió las comunicaciones referentes al origen del lenguaje 297.

Pero el debate felizmente ha quedado reabierto. En gran medida el mérito le cupo a Noam Chomsky cuando, en 1957, con Syntactic Structures, revolucionó el campo de la lingüística planteando su novedosa y controvertida teoría sobre el origen del lenguaje. Por su parte, la New York Academy of Sciences celebró en 1975 un simposio extraor198 Alfonso Klauer dinario sobre Orígenes y evolución del lenguaje y del habla. Y periódicamente la Language Origins Society ha celebrado reuniones sobre el tema 298.

Sin embargo, las distintas hipótesis que sobre el origen del habla y el lenguaje han sido formuladas, solo han planteado las probables razones que impulsaron su aparición. Edward Lee Thorndike, en The Origins of language, resumió cuatro que, planteadas hasta las primeras décadas del siglo pasado, estimó las más destacables. Sin embargo, siguiendo a Révész (1940) y Diamond (1974), Juan de Dios Luque Durán nos ofrece una síntesis más amplia 299: a) Teoría bíblica: Dios concedió al hombre el don de la palabra.

b) Teoría guau–guau ("wow–wow"): teoría onomatopéyica que explica el origen del lenguaje por imitación de los sonidos naturales.

Darwin por ejemplo «sugirió que los gritos de los animales se convirtieron poco a poco en lenguaje humano» 300.

Pero, dice Chomsky, «la sugerencia de Darwin estuvo bien en su momento, pero no creo que nadie se la crea hoy día» 301.

c) Teoría pooh–pooh: formulada por Max Müller, y según la cual, el lenguaje tuvo su origen en los gritos o interjecciones del animal humano.

d) Teoría de ding–dong: plantea que hay relación entre sonido y sentido, cada sustancia tiene un sonido peculiar. Las campanas, por ejemplo, hacen ding–dong.

e) Teoría yo–he–ho (o hip–hip–hoo): planteada por Noiré, según la cual el lenguaje se originó en actos de trabajo. «El habla tendría que ver con el utensilio, con su diseño y con su uso», ha dicho en ese sentido Xaviero Ballester.

f) Teoría gestual: los gestos precederían al lenguaje hablado.

La necesidad de comunicar la ubicación de las fuentes de agua y alimentación en los extensos hábitats de África, «habría contribuido a desarrollar sistemas para explicar la distancia espacial y temporal?», por ejemplo.

g) Teoría del gesto bucal: formulada por Piaget, y según la cual los gestos, que en un principio se hacían con la mano, fueron copiados inconscientemente con movimientos o posiciones de la boca, lengua o labios.

El común denominador de todas esas teorías es que el habla y/o el lenguaje no aparecieron en y con el hombre. Sino que éste adquirió la capacidad del habla a partir de su entorno. Se les llama así, genéricamente, teorías nativistas.

Noam Chomsky, en cambio, planteó una teoría innativista: «la adquisición del lenguaje es parte de la estructura natural o innata del cerebro humano, y cualquier manifestación del lenguaje incluye una estructura profunda basada en reglas y mecanismos universales, es decir, comunes a todos los hablantes». «Chomsky plantea la teoría de que el niño tiene una programación genética para el aprendizaje de su lengua materna...» .

En fin, no hay en la teoría pista alguna que nos conduzca a resolver las incógnitas que habíamos planteado. Sin saber cuáles habrían sido las primeras palabras emitidas a partir de la capacidad de hablar, sabemos sin embargo por Carlos Prieto que, hasta el siglo XVI, el hombre había logrado desarrolladar casi 15 mil lenguas en todo el mundo 306.

Y también sabemos que ha desarrollado en ellas una riqueza fonética impresionante. Porque en efecto, analizando solo las lenguas actualmente en uso, se ha identificado 558 consonantes, 260 vocales y 51 diptongos.

Hannia Hoffmann y Eric F. Díaz Serrano, en Lenguaje y Homo Sapiens, sostienen que «las lenguas y las culturas de todas las comunidades (…) poseen elaboraciones de un "común denominador" heredado ».

Por su parte, Roman Jakobson recoge de J. H. Greenberg, G.Osgood y J. Jenkins (Memorandun Concerning Language Universals), la siguiente afirmación: «...en su infinita diversidad, todas las lenguas están como si fueran cortadas por el mismo patrón.Y él agrega: «podemos ver cómo surgen ‘uniformidades de alcance universal’, siempre nuevas, imprevistas, pero perfectamente discernibles, y nos complacemos en reconocer que las lenguas del mundo pueden ser ya estudiadas como variantes múltiples de un único tema onmicomprensivo: el lenguaje humano».

Carlos Prieto sostiene a su turno que «cada vez cobra más interés esa teoría de que podríamos descender de una lengua primigenia».

En ese mismo sentido, Castro y Toro nos recuerdan que Bickerton (1990) y Calvin y Bickerton (2000) sostienen la hipótesis de que la evolución del lenguaje se produjo en dos etapas 311: – al principio habría surgido un protolenguaje en el que las palabras no tienen una organización sintáctica y se comportan como etiquetas con las que designar conceptos no verbales existentes en la men-te del individuo, y, posteriormente, – se habría desarrollado un lenguaje auténtico con reglas sintácticas definidas.

Al principio, dice González–Espresati, «solo se habría contado con la fonología junto al léxico». Y, tomando datos proporcionados por Bickerton (1996), dice que es probable que la morfología y la sintaxis, como sistemas complejos, hayan aparecido 8 mil o 7 mil años aC. «La emergencia del protolenguaje tuvo como presión de selección la necesidad de transmitir información sobre la presencia de fuentes de alimentación y de alertar a las crías sobre peligros potenciales...

Se trata de poner nombre a conceptos como un tipo de alimento –miel– o un determinado predador –leopardo– que están presentes en la mente del individuo».

Vayamos pues a nuestras hipótesis en torno a un posible protolenguaje común denominador de todas las lenguas.

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