Comunidades Productivas: Asociatividad y
Producción en el Territorio
Luis Ramón Valdez
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La cooperación de base comunitaria
La concepción comunitaria de la sociedad, cuyos rasgos persisten actualmente, en donde la cooperación y la solidaridad de tipo social poseen una dimensión relevante, facilita los procesos de cooperación productiva de pequeños productores urbanos o de las aglomeraciones o comunidades productivas rurales, esta la cooperación forma parte de la estrategia de supervivencia o de desarrollo, según sea el caso, sin que esto signifique la concienciación sobre la misma.
La cooperación que está presente de manera significativa en muchos de los conglomerados y comunidades productivas del país, aporta valores añadidos importantes en la coexistencia de las unidades productivas o empresas del territorio, sin que necesariamente este proceso de valorización pase por el mercado, o sea cuantificado en términos monetarios203; permitiendo la operación y sobrevivencia de las unidades individuales en coyunturas económicas adversas y/o francamente hostiles.
La cooperación no existe siempre como una estrategia específica, detallada, consciente por parte de las comunidades productivas, es un componente que no se define desde la unidad productiva, sino en las condiciones sociales e históricas, muy presentes en la ruralidad o suburbanidad dominicanas y que están marcadas en unas comunidades más que en otras.
En los conglomerados productivos la cooperación social imprime la lógica productiva a las fábricas por lo que la dimensión capitalista de estas se ve permeada por las relaciones sociales construídas. No obstante, existe una subversión de este proceso, una especie de confrontación, pues la lógica del capital regula la cooperación social a través de la intermediación y la circulación sometiendo la riqueza social producida. La lógica esencialmente no capitalista de muchas de las unidades productivas posibilita ese proceso de cooperación incorporada de las comunidades que subordina las unidades productivas a la voluntad del capital.
La existencia de una cooperación dada por factores sociales e históricos, su persistencia bajo nuevas formas en el contexto del modo capitalista dominante, resalta la importancia de estas formas de cooperación más allá de la dinámica impuesta por el capital. Convertir en una opción estratégica esta cooperación como un mecanismo de transformación social y económica de las comunidades, es un desafío a enfrentar.