BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

Comunidades Productivas: Asociatividad y Producción en el Territorio
 

Luis Ramón Valdez

 

 

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (207 páginas, 820 kb) pulsando aquí

 

 

Cooperación en el Territorio.

La República Dominicana delimita su territorio a partir de 1844 cuando empieza a gestarse la futura nación, sin embargo, es a partir de 1865 cuando en ésta empieza a conformarse una identidad que la configura como tal169. El perfil económico productivo del territorio recién independizado que conforma República Dominicana, se fundamentó en la ganadería extensiva, el corte de madera, el cultivo comercial de tabaco (luego cacao y café) y una industria centrada en la explotación azucarera170. Todo esto va imponiendo una dinámica territorial que va entrando en contradicción con las formas de organización y propiedad del territorio que existían con anterioridad, en la medida en que las formas capitalistas van entrando y haciéndose dominantes en la economía dominicana.

La expansión del mercado agrícola mundial se da en el marco de la etapa de expansión del comercio internacional, este comercio internacional aunque tenía una correspondencia fundamentalmente norte-norte, influenciaba los países periféricos que actuaban básicamente como proveedores de productos primarios e insumos poco transformados al trasladarse capitales desde los países centrales171, esto genera el nacimiento de nuevas relaciones de producción fundamentadas en la relación capital trabajo y una compleja división del trabajo hacia lo interno de los territorios.

La conexión de República Dominicana con el mercado mundial se dió para la segunda mitad del siglo XIX, a través de dos espacios diferenciados, pero que corresponden a las formas más dinámicas que había asumido el capital en la media isla: la conexión europea que comprendió al eje Santiago-Puerto Plata a través del tabaco y el café, y la conexión con Estados Unidos vía Santo Domingo a través de la comercialización del azúcar de caña. En un contexto en donde ya la comercialización de la madera venía en declive172.

La aparición de la producción industrial en la joven República Dominicana significa la generalización del trabajo asalariado bajo las formas más diversas, desarrollándose nuevas formas de pago en especie y otras formas de dinero (vales y fichas) para uso de de los trabajadores173, especialmente de la industria azucarera, industria que va erigiéndose en dominante en la economía dominicana.

Esta presencia del capitalismo industrial llega de manera tardía como ha ocurrido en el resto de los países latinoamericanos y en forma periférica y reactiva; como consecuencia, el modelo de capitalismo de corte periférico que se va instalando en el territorio genera un crecimiento desigual y elitista; pero en connivencia con formas de organización no capitalistas que continuaron vigentes durante todo ese período y posteriormente. En estas formas no capitalistas predominaban modalidades de producción e intercambio basados en la cooperación y la solidaridad a lo interno de las economías fundamentalmente rurales174, junto a la propiedad comunal de la tierra175.

Estas formas no capitalistas continúan manifestándose hasta nuestros días, de forma cada vez más escasa y aunque en algunos lugares ya han desaparecido; sobreviven no obstante otras formas menos visibles, pero presentes en las actividades productivas que se realizan en los espacios económicos rurales, en labores agrícolas y en labores productivas artesanales o proto industriales176.

Es importante señalar que en los inicios de la segunda mitad del siglo XIX “no existía en el país una categoría social de asalariado…. [Aunque] circunstancialmente se compraba fuerza de trabajo” 177 El desarrollo de la industria azucarera, la penetración del capital de origen cubano-norteamericano178 provocó la transformación de las formas de relacionarse de los sujetos con el territorio y con la propiedad, ya que el capital subvierte las formas preexistentes. Los centrales azucareros se desarrollaron como los espacios industriales dominantes combinando la industrialización moderna de la época con técnicas de bajo costo y de fácil implementación, todo eso dió origen a un cambio en el concepto de territorio de los pobladores y en la definición de los rasgos esenciales de la nueva ruralidad con la aparición del obrero agrícola junto al trabajo asalariado. Este impacto había sido más limitado en el caso del capital europeo con énfasis en la esfera comercial, con una penetración diferente en la configuración social: “El desarrollo independiente del capital como capital comercial, equivale a la no sumisión de la producción al capital a base de una formación social de producción ajena e independiente de él. El desarrollo independiente del capital comercial se halla pues, en razón inversa al desarrollo económico de la sociedad”179. Esto ayuda a comprender porqué las formas del capital fundamentalmente europeo se desarrollaban con una dinámica independiente e influían de manera marginal sobre el proceso de producción en su conjunto. En el Cibao el proceso de mercantilización era más desarrollado que en otras partes, y era el lugar donde se concentraba en términos esenciales la burguesía mercantil, que constituían una región básica en lo referente a la expresión de la pequeña propiedad campesina como forma de la propiedad territorial vinculada a la burguesía comercial-mercantil. El capital comercial no transforma en su esencia las relaciones de producción preexistentes.

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios