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DESARROLLO AGROINDUSTRIAL SOSTENIBLE: SUBREGIÓN CENTRO-SUR DE CALDAS

 

Carlos Humberto González Escobar

 

 

 

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4.6. Las Industrias de la Subregión y el Sector Agropecuario

La perspectiva de la ubicación geográfica no se reduce sólo a lo físico para establecer posibilidades de desarrollo, está sola variable no es determinante para la localización industrial. No es una condición indispensable para lograr grandes beneficios e impactos si a eso no se le agrega gestión y recursos de manera ordenada y coordinada, y sobre todo si no se constituyen apuestas a futuro coherentes, retadoras y estratégicas.

Se cierne sobre la industria y los empresarios un reto de complejas dimensiones, los actores sociales y empresariales estratégicos tienen obligación de comprometerse en una perspectiva de futuro de desarrollo sostenible de manera colectiva, y sobre ello lo mínimo es desarrollar un sistema productivo articulado, en eslabonamientos colaborativos, promoviendo la innovación y la integración de componentes tecnológicos a lo largo de la cadena de valor, que conduzcan a diferenciación en los productos y servicios y a generar ventaja competitiva empresarial y regional.

La capacidad de conexión de la industria y el sector agropecuario se denomina agroindustria, si se dan las condiciones en las cuales el sector agropecuario convierte sus sistemas productivos tradicionales, desde su producción básica de extraerle a la tierra productos naturales que se comercializan sin ningún valor agregado (“commodities”) ; el sector agropecuario es y será un permanente convidado de piedra con un sistema de producción en donde su más valioso aporte es suministrar materias primas básicas o insumos, sin una participación real y equitativa a lo largo de la cadena productiva; por esto se debe orientar la gestión de las áreas rurales en función de las dinámicas empresariales, al trabajo coordinado de productores, e incluso explorar posibilidades de montaje de biofactorias o plantas para el procesamiento de sus propias materias primas, o establecer alianzas estratégicas con empresarios industriales, el sector académico y el gobierno a fin de potenciar sinergias y recursos.

Una de las estrategias más comúnmente utilizadas es otorgando incentivos o estímulos financieros a los empresarios, por parte del gobierno, para que ayuden a crear entornos colaborativos (grupos de interés), establecer pactos empresariales o alianzas estratégicas. Se parte de la base que muchas de las decisiones empresariales se hacen de acuerdo con las demandas del mercado, como se trata de un mercado de libre oferta y demanda con baja intervención del sector público; pero en medio de la libertad del mercado se hace necesario la intervención pública con estrategias que comprometan al sector industrial a incorporar la sector rural y así potenciar su propio cluster; a trabajar en la cultura de la asociatividad (formación de capital social); a contribuir a que se integren al sistema los nuevos emprendedores rurales; a promover internamente la innovación, la creatividad y diseño de nuevos productos y servicios; a darle valor agregado a los que ya posee; o a establecer entornos colaborativos de aprendizaje y compartir información y conocimiento a los socios en la cadena de valor.

Ningún incentivo se puede desperdiciar, pero es importante estudiarlos con detenimiento, pues se hace necesario revisar si son convenientes, por ejemplo ¿cuál es su aporte real al desarrollo económico?, ¿Cuáles estímulos y de qué manera se implementarían en las localidades y en la subregión?, pero es más importante aún la actitud y compromiso por construir un propuesta colectiva de desarrollo, que el tratar de estimular a punta de decretos y regulaciones.

Algunos de los incentivos pueden ser exenciones (muy criticadas porque suelen ser usadas solo por el grueso de los empresarios e industriales precisamente con mayor músculo financiero y quienes menos lo necesitan), inversiones en infraestructura, incentivos monetarios, fiscales, técnicos, tecnológicos, incentivos morales y sociales.

De acuerdo con el estudio de identificación y subregionalización de los sectores estratégicos de Caldas, se estableció la organización de las actividades productivas por sectores de acuerdo con la matriz de localización sectorial (MLS), conformando los grupos en los cuadrantes como: Promisorios l, Determinantes, Promisorios ll y de Baja incidencia. El grafico ilustra sobre la concentración de actividades productivas Industriales, agroindustriales y netamente agrícolas que se ubican en el cuadrante dos como sectores Determinantes .

Es de anotar que dentro de los sectores de baja incidencia se ubican las flores, sin embargo, cuando se realiza sus potencialidades a futuro, es incluido como un sector estratégico para la subregión, y evidentemente lo confirma las altas posibilidades de exportación con la construcción del aeropuerto en Palestina y por las bondades naturales que tiene el suelo y el clima para su producción.

Gráfico 6. Matriz de Localización de los Sectores Caldas

Gráfico 7. Sectores determinantes y promisorios de acuerdo con la MLS consolidada

Caracterización del sector Sectores

Sectores

Papel cartón e impresos

Sectores

Promisorios I 1. Otros productos alimenticios

Sectores

Promisorios II 1. Construcción

Fuente: CRECE

De estos sectores identificados como importantes para el desarrollo económico del Departamento de Caldas se hizo igualmente la selección de los sectores que tienen una connotación estratégica y que potencialmente a futuro deben ser estimulados y apoyados desde el gobierno regional, ellos son:

- Café sin tostar: el cual tiene como producto básico mucha influencia en la economía regional, es un producto exportador y genera empleo de mano de obra no calificada. De acuerdo con la MLS es un producto promisorio.

- Café transformado: importante por su valor agregado del producto básico de producción agrícola y su grado de arrastre en la producción y en el empleo. Es un sector determinante por su actividad exportadora. Sin embargo se le critica que su proceso de agregación es incipiente y no está jugando un papel trascendental en la dinamización de la economía regional, cuando tiene las posibilidades de hacerlo por tener toda la experiencia, conocimiento y dotaciones de infraestructura para generar un mayor valor agregado económico. La exportación de esa transformación mínima es aprovechada por otros países no productores como el Canadá, quienes sí se benefician de su exportación a los Estados Unidos.

- Maquinaría general: Por su producción destinada en gran proporción a la exportación.

- Carne y pescado: Por el consumo intermedio local y por ser fuente alimenticia de los hogares.

- Hotelería y restaurantes: Su impacto en la producción, el empleo y consumo local.

- Productos metálicos: Sector determinante por el aporte a la producción y las exportaciones, la diversificación del consumo intermedio local.

- Vidrios y otros no metálicos: Aporte a la producción, productividad, exportación a otros departamentos y diversificación del consumo intermedio de origen local.

- Calzado: Aporte a la producción, el empleo y diversificación del consumo intermedio de origen local.

- Cacao, (chocolate) y confitería: Importante por las exportaciones, sus insumos no son de la región, por lo que son importados de otros departamentos y países. La incidencia en la producción local y el empleo es relativamente baja.

- Prendas de vestir: Estratégico por las importaciones y consumo interno.

- Plátano: Producto del sector agropecuario que sobresale por su participación en el valor agregado y en el empleo.

- Otros productos alimenticios: Sector determinante por la producción, el peso de las exportaciones.

- Lácteos: Promisorio por su alta incidencia en la producción local, las exportaciones a otras regiones y el consumo intermedio.

- Azúcar (panela): Estratégico por su contribución al empleo, promisorio por el grado de arrastre de la producción local, y es determinante por la exportación a otras regiones.

- Flores: Alta participación en el sector agropecuario, pero con poco grado de arrastre en la producción. Productividad laboral y dinámica exportadora altas.

De acuerdo con estos resultados se identificó la localización de las actividades productivas en las subregiones, encontrándose que la mayoría de los sectores estratégicos identificados a partir de la matriz de localización sectorial, se concentran en la subregión centro-sur de Caldas.

Gráfico 8. Sectores determinantes y promisorios por subregión

Fuente: CRECE

Como puede observarse en esta matriz, de los 15 sectores identificados como estratégicos por el estudio del CRECE, 12 (doce) se encuentran ubicados dentro de la subregión centro–sur, esto equivale al 80% de los sectores. Con estos datos se confirma, en parte, los planteamientos que hace la teoría de la nueva geografía económica sobre localización productiva y de cierta manera constata la existencia de unas condiciones favorables a la estructuración de un sistema productivo local.

Desde el punto de vista de la concepción de distrito industrial y en especial en la categoría agroindustrial se dan algunos rasgos de actividades productivas e industrias establecidas, pero con la diferencia de que ni existe un sistema especializado y avanzado en innovación del territorio, ni existe una articulación productiva y empresarial de un sector específico que dinamice la economía subregional e incluso regional.

Como es evidente existe una variedad de sectores económicos y productivos con distintas estructuras, y que, en algunos casos, podría semejarse más a la organización de cadenas productivas, pero sin los enlaces y articulación de carácter vertical con insumos, servicios, subproductos y productos locales .

El otro elemento a aclarar es que dentro de los sectores estratégicos existen varias actividades productivas que no tienen ninguna relación con el tema agroindustrial y que, si tienen nexos, no se consideran a la luz del concepto como tal; como referencia se plantea que las agroindustrias se configuran cuando utilizan insumos propios del territorio y no de importaciones de materias primas agropecuarias de otras regiones o países, como el caso de la industria de chocolates y confites, es especial esta última que se provee de azúcar de caña, producto que la subregión no produce.

De los sectores estratégicos identificados, siete tienen relación con la producción agropecuaria del Departamento de Caldas, de los cuales dos no tienen un peso representativo en la subregión y son importantes para otras subregiones (caso de la carne en la subregión magdalena caldense, plátano subregión norte y la panela en la subregión occidente), es decir, hay cuatro sectores productivos de origen rural que tienen importancia sustantiva para la subregión: café sin tostar, flores, lácteos y otros productos alimenticios.

El análisis también debe hacerse sobre que dada su importancia en la economía subregional la producción de valor agregado que estos pueden generar se desperdicia por el hecho que, en su gran mayoría, no incorporan servicios, ni intangibles innovadores locales, se supedita a procesos simples dentro de la categoría de suministro de productos “commodities”, los cuales se diferencian solo por la marca, el territorio y sus dotaciones naturales, pero no existe ninguna ventaja competitiva desarrollada, lo que hace estos sectores bastante frágiles en un escenario competitivo y de cara a las negociaciones de tratados de libre comercio entre países, especialmente frente al TLC con los Estados Unidos. Este tratado tiene negociaciones cerradas en el tema industrial y con alguna falta de claridad en las negociaciones en el sector agropecuario, en donde la producción de los Estados Unidos es subsidiada y tiene ventajas evidentes en desarrollo tecnológico y productividad frente a las nuestras, que además tienen barreras no arancelarias (técnicas y sanitarias) para poder entrar a ese mercado.

El otro grupo de sectores estratégicos lo conforman industrias establecidas en la subregión, en un número identificado de siete sectores (café transformado; cacao, chocolate y confitería; prendas de vestir; calzado; vidrios y otros; metales comunes y maquinaria), de éstos, cinco son industrias diversas y sólo dos tienen relación con el sector agropecuario. Ya se ha aclarado las dificultades del sector cafetero y de las posibilidades que se tienen de generar un mayor valor agregado en los procesos productivos y con marcas propias que puedan incursionar en los mercados internacionales.

Quiere decir esto que si se trata de establecer condiciones de competitividad apostando desde estos sectores considerados estratégicos, la subregión debe establecer políticas y planes, adecuar las condiciones sociales e instituciones, y esquemas modernos de gestión para el desarrollo económico.

Al hacer una revisión a los programas y proyectos asignados para el año 2005, dentro de la secretaría de Agricultura de Caldas , se encontró, en primera instancia, que la organización del presupuesto tiene dos grandes componentes: el sector agrícola, pecuario y forestal y, el otro, el sector agroindustrial, aunque se nota a veces una mezcla de los proyectos entre uno y otro

El presupuesto asignado al componente agropecuario tiene un monto, para el año 2005, de $1.300’238.280, de los cuales el 84% fueron destinados al programa de fomento a la producción agropecuaria ($1.091’.246.658,00), fijando el 46% para la conformación de un Fondo de Reactivación Agropecuaria Distrital, denominado FORAD, son inicialmente $500’000.000 de pesos del presupuesto Departamental que unidos a otros $500’000.000 de cofinanciación con los presupuestos municipales, más anunciados $2.000’.000.000 de prestamos de FINAGRO; crean un fondo importante de $3.000’.000.000.

Ésta parece ser una estrategia para entregar recursos a pequeños productores y estimular la producción en Caldas, en donde radica el problema es en la orientación, gestión y sostenibilidad a largo plazo de estos recursos. En primera instancia su manejo operativo es complejo y las estructuras públicas como la gobernación, la asociación de municipios o las alcaldías, ni aún los fondos públicos tienen el esquema y la capacidad para darle un manejo eficiente y estratégico a esos recursos, dentro de la perspectiva que se pretende de desarrollo regional.

Las garantías no son claras para que estos recursos se roten y generen una renta suficiente para su sostenibilidad, su manejo diáfano y eficiente, la asignación esta basada en algunos criterios que le determina el plan de desarrollo y las estrategias que se pretenden ejecutar en las subregiones.

Una de las formas que puede conducir a generar capacidad de gestión es la de establecer organizaciones de carácter regional con autonomía, dentro de esquemas de gestión y gobierno modernos, que le permitan a la región estructurar sus apuestas de manera coherente con los asuntos de futuro identificados, evitando distorsiones, ineficiencias y que las rentas de estos recursos se retengan y acumulen en la región.

La otra pregunta sería, ¿es necesario colocar montos de recursos a esta serie de pequeñas actividades, o deberá pensarse en estructurar un sistema financiero con mayor capacidad para afrontar los retos de la competitividad y la apertura de mercados, y asignarlos a aquellos sectores estratégicos ya identificados, construir la infraestructura física y social que se requiere, dirigirlos a incorporar nuevas tecnologías y a modernizar sus sistemas productivos? Entre uno y otro enfoque hay una diferencia enorme.

Al denominado sector agroindustrial en el plan operativo le asignaron en el año 2005 $3.873’.432.654, de los cuales el programa de consolidación cadenas productivas agroindustriales competitivas con visión subregional tiene asignados $3.339’916.493,00, que equivalen al 86% del presupuesto total de agroindustria, de éstos el 38% se destinaron a acompañar los procesos de la panela, desperdigados en trapiches comunitarios y unidades de producción pequeñas. La cadena de azúcar (panela) se identifica como un sector promisorio esencialmente en el occidente alto de Caldas, en donde según las cifras recientes se tiene un NBI más crítico y en donde se encuentran los mayores asentamientos indígenas .

Ese sector productivo aparece en la matriz insumo producto como sector secundario, por el proceso productivo de transformación básica, con el análisis de la MLS , la panela aparece en el primer cuadrante como promisorio l, por lo cual su participación en los agregados económicos es inferior al promedio, pero el peso del factor es destacable, por lo cual tiene un alto potencial para ayudar a dinamizar la economía. Pero la orientación estratégica para que este sector se convierta en determinante es lograr mejorar los niveles de agregación de valor tecnológico y de productividad e incursionar en mercados de alta demanda e ingreso y que pueda retribuir esos recursos a la economía local (es un producto con baja incidencia en apertura y dinámica exportadora) y el destino del consumo es en parte interno y una buena cantidad se envía a otras regiones del país. Se hace importante por ser generador de empleo local .

Pero aún dada esa importancia reconocida debe revisarse la inversión pública a futuro sobre estos sectores ya que su estructura de producción y sus sistemas de gestión son precarios y tienen poca capacidad para competir en los nuevos escenarios. Es un sector con muchas dificultades en la actualidad por la baja productividad, poca incorporación de tecnologías en la producción agraria, así como en el proceso de transformación, le falta ampliar la gama de productos y posicionarlos en una categoría superior en el mercado.

El sistema de organización y gestión de los centros de producción subregional y de los trapiches comunitarios son el camino expedito para su desaparición en el corto plazo como actividad productiva, su papel actual es el de contribuir al ingreso y la sobrevivencia de las familias, pero no parece que se tenga una estrategia para su fortalecimiento en el largo plazo.

Mientras se sigan aplazando decisiones importantes y los recursos se dilapiden en acciones puntuales y emergentes, y no atendiendo lo estratégico se perderán las oportunidades de establecer las condiciones competitivas que se requieren.

Existe un punto importante a considerar de esta asignación de recursos y es que para apalancar y gestionar recursos adicionales solo se asignaron $10’.000.017 (diez millones de pesos), con un presupuesto de cerca de los cuatro mil millones solo dejar un ínfimo recurso para cooperación, es seguir haciendo gestiones emergentes y de mantenimiento sin ninguna prospectiva de desarrollo.

De acuerdo a la lista de proyectos en ejecución y con relación a los sectores estratégicos identificados es palpable que estamos lejos de establecer las condiciones de fortalecer estos sectores y de una infraestructura complementaria del desarrollo agroindustrial.

En igual medida se diseño una agenda interna del Departamento de Caldas a solicitud de Planeación Nacional para identificar cuáles son los sectores a los cuales le apostará la región y sus necesidades de infraestructura e institucionalidad.

Revisando los sectores productivos para el desarrollo agroindustrial se retoma lo de cafés especiales, que son importantes indudablemente en su orientación productiva agraria y satisfacer condiciones sociales, vía mejores ingresos por un precio superior, como por las connotaciones ambientales; hasta su referencia y su promoción son muy válidas, pero se sigue estimulando el sector en su formación primaria sin ningún valor agregado estratégico, es decir que implique establecer plantas industriales o sistemas de producción local a partir del café y así se genere un verdadero distrito industrial o por lo menos se estructure el cluster del café en sus dimensiones verticales y horizontales .

Ninguna de las clasificaciones de estos productos apuntan a un desarrollo agroindustrial, parecería que se quedará en su componente de producción como “commodities”. El único que apunta a un nivel avanzado son los biocombustibles, pero ya se conoce que la planta, a partir de la caña de azúcar, que tanto se promovió en el gobierno pasado no se va a establecer por ahora en Caldas.

Considerado el sector agropecuario importante para la economía de Caldas las cifras sobre el empleo demuestran todo lo contrario, la mayor concentración de ocupados la tiene el comercio con el 28.9%, luego el sector servicios, 27.5% y la Industria, 18.1%. La agricultura solo genera el 3.2% del empleo. Contrario a la estructura de la ocupación del país en la cual la agricultura es primera con el 29.8% .

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