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DESARROLLO AGROINDUSTRIAL SOSTENIBLE: SUBREGIÓN CENTRO-SUR DE CALDAS

 

Carlos Humberto González Escobar

 

 

 

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La Subregión Centro–Sur

Grafico 1. Representación en Porcentaje de la Extensión en Hectáreas

Fuente: Plan de desarrollo Caldas 100 años 2004 -2007

Su reseña histórica identifica la conformación de pequeños poblados a partir de la expedición de agricultores antioqueños en 1834, liderados por Fermín López y José Hurtado, quienes procedían de Salamina y se ubicaron en el cerro Sancancio.

La necesidad de una ruta de conexión con el río Magdalena los obligó a planear, desde la localidad de Neira, la expedición de los 20, de la cual fundaron, en 1848, el caserío de Manizales.

La concesión Aranzazu que poseía la propiedad sobre algunos terrenos hizo desplazar a varios grupos de colonos al otro lado del rió Chinchiná, en donde se estableció la Aldea de María (Hoy Villamaría), el 14 de abril de 1850.

El 20 de octubre de 1852 la Cámara Provincial del Cauca, los reconoce como la Aldea de María y les cede unos terrenos (12.000 fanegadas) entre los ríos Chinchiná y Campoalegre, en los cuales se fundan posteriormente los municipios de Chinchiná y Palestina.

Manizales es el centro principal de actividades administrativas y comerciales, se convierte en capital del Departamento de Caldas. El café y el empuje de sus empresarios, hacia 1929, le dan realce económico y financiero, y el desarrollo industrial .

Esta subregión está compuesta por pequeñas parcelas de tierra en el sector rural, tanto es así que el 80% de los propietarios tienen sus predios con menos de cinco hectáreas.

De acuerdo con las estimaciones del DANE, en el año 2005 la población de la subregión es de 576.736 habitantes, de los cuales 94.528 (16%) están en las zonas rurales y en las zonas urbanas 482.208 (84%), de los cuales en Manizales habitan 358.782 personas.

El Departamento de Caldas, de acuerdo con las proyecciones, tiene para el año 2005 aproximadamente 1’172.510 habitantes, de los cuales la subregión tiene el 49%. Esto equivale a decir que una sola subregión de las seis que tiene el Departamento concentra la mitad de su población y eso es una demostración del porque reviste importancia regional y le marca un derrotero a su actuación en el territorio.

Esta particularidad de concentración urbana hace que la ciudad capital sea un eje importante desde donde gravita la gestión pública y la planeación del desarrollo local y regional, y eso ha generado ciertas prevenciones en los actores políticos que ha impedido el establecer niveles de articulación y sinergias para potenciar la construcción de infraestructura física y social, y, en general, promover sinergias sociales e institucionales que con urgencia se requieren en la subregión.

Existe otra situación preocupante desde el punto de vista del abastecimiento de alimentos e insumos para el mundo urbano subregional y es que éste no es suministrado por la estructura productiva rural, sino que son traídos desde otras ciudades y regiones del país, según cifras de la Secretaría de Agricultura la Subregión consume un 60% de insumos en alimentos de otras fronteras.

La economía de la subregión, en su componente agrícola, está basada en café (26.991,8 hectáreas), plátano (9.412 has.), frutales (2.734 has.), papa (1.710 has.) y hortalizas (571,5 has.)

Las hectáreas de café sembradas en Caldas, según la encuesta nacional cafetera, son 91.421,5; de las cuales el 29,51% están situadas en la subregión (26.991,8 has.). La producción de café es la actividad económica del sector agrícola más importante, pero sus formas culturales afectan el ecosistema, pues las practicas de control y abono de los cultivos se realizan con agroquímicos.

La producción forestal ha empezado a tener importancia con el proyecto procuenca, el cual tiene como meta la siembra de 15.000 hectáreas a lo largo del rió Chinchiná en los próximos 10 años, y con la posibilidad de hacer captura de carbono. Para ello se ha establecido una figura denominada MFS . Conectado al proyecto se considera la restauración del paisaje como atractivo para impulsar otra serie de actividades sociales y productivas sostenibles, articulada a la cadena productiva de la madera se ha identificado como bosques, tierras cultivables, la regeneración natural del área, la agroforesteria y granjas de árboles. Derivadas de esto surgirán nuevas fuentes de ingresos como: trabajos de mantenimiento de los cultivos, para la preservación de la cuenca, el desarrollo de actividades turísticas y de recreación.

El proyecto tiene la posibilidad de capturar el carbono, dentro de la política de servicios de reducción de emisión de gases de efecto invernadero dentro del protocolo de Kyoto . Las transacciones de este mercado funciona a través de los certificados de reducción de emisiones (CRE); una evaluación sobre las posibilidades de generar ingresos adicionales mediante este mecanismo, concluyó que un proyecto de MDL no es financieramente viable en la actualidad, se requiere que los precios del CRE estén en US$7 o más y con tasas de interés del 10%.

Los precios actuales, de acuerdo con negociaciones en Europa, estarían en el orden de 4,7 euros la TCO2 (toneladas de CO2) . En mercados voluntarios en los que intervienen compañías de los Estados Unidos (que no ha firmado el protocolo de Kyoto) se maneja un mercado al por menor y con proyecciones a tres años, en el que los precios oscilan entre US$5 y US$10 por TCO2.

El proyecto tiene varias particularidades que lo hacen interesante desde el punto de vista de la financiación, su impacto social y económico, así como la trascendencia que reviste como apuesta sostenible. Es así como con el apoyo de la FAO y diversas fuentes de financiación se inicio la reforestación de tierras que han estado destinadas a siembra de papa, café y ganado; el propósito es establecer un corredor biológico.

El desarrollo industrial del departamento de Caldas también se concentra en esta subregión, su potencial son empresas procesadoras de alimentos, derivados del café, licores, gelatina, helados, champiñones, confites, conservas, lácteos, harinas, chocolates y cárnicos.

Cuadro 1. La composición de las empresas en la Subregión, año 1999

Fuente: Cámara de Comercio de Manizales, Departamento de promoción y Desarrollo, Investigaciones Económicas.

Las actividades industriales están muy centradas en el eje Manizales, Villamaría y Chinchiná; pero, especialmente Manizales contribuye con un número representativo de la industria actual. El municipio de Villamaría tiene un nivel de participación interesante en el campo Industrial, mientras Chinchiná lo tiene en el sector comercial.

Desde la óptica de la planeación, el gobierno departamental abrió unos espacios en las subregiones para adelantar un proceso de identificación y concertación de prioridades sobre políticas y programas estratégicos de desarrollo. Dentro de los propósitos de ésta clase de eventos se pretende avanzar en el proceso de construcción de región, llegar a cierto nivel de acuerdos y el trabajo conjunto de las administraciones locales.

Ese proceso por subregiones es el soporte del Plan de Desarrollo del Departamento 2004–2007, que en su apuesta al sector agrícola pretende impulsar las cadenas productivas, la producción y comercialización de cafés especiales.

Con relación al desarrollo agroindustrial el impulso en su concepción en la categoría de los denominados Distritos Agroindustriales la dio el gobierno anterior, y en la propuesta del actual se enfoca a consolidar cadenas agroindustriales bajo criterios de competitividad, equidad social y sustentabilidad ambiental y ecológica.

En este punto, el proceso actualmente debe obtener una evaluación de las inversiones, si existen estudios de factibilidad que los sustenten y cuál es la capacidad real de gestión y administración de las infraestructuras construidas. La realidad de los hechos es que se ha perdido tiempo y posiblemente recursos valiosos en la conformación de las cadenas productivas identificadas en las subregiones.

Con relación al tema institucional se propone, desde el plan de desarrollo departamental, fortalecer las relaciones del sector, articular la producción primaria a la transformación industrial y por esta vía los distritos agroindustriales. Para ello se establece como metas, la consolidación de seis redes institucionales e implementar un sistema de gestión de los distritos agroindustriales.

Sobre este aspecto se requiere un análisis más profundo, por las implicaciones que el enfoque dado a la concepción de la estructura y la gestión de los Distritos Agroindustriales en Caldas ha generado, pues su forma de organización se centra en la administración pública (el gobierno departamental concentra el poder, la dirección política y el manejo de los distritos), ha tomado un sesgo voluntarista de los participantes, con un sentido más de la representación de sus instituciones en comités de trabajo y que le da un carácter de tarea complementaria. Derivado de esto, la vinculación del sector privado, los pequeños productores y aún la academia se hace de manera parcial y limitada a los requerimientos y al enfoque que le marca la administración departamental.

Del seguimiento, desde el año 1993 hasta el año 2002, al producto interno bruto del departamento de Caldas el mayor peso y representatividad en las cifras lo tiene el sector agropecuario con un promedio del 22% (Ramírez, 2005, 122), a pesar de la crisis cafetera es evidente que su cultivo aún es representativo para la economía regional, razón por la cual es tan altamente sensible a los cambios en los precios del producto, a las condiciones en el ingreso y la situación social tanto del productor, como de la estructura productiva de la cadena.

En ese mismo periodo se muestra al sector industrial con una participación en promedio del PIB del 12.51%, que tiene un significado preocupante en la medida que no se ha avanzado en el proceso de valor agregado en la producción y que el modelo económico sigue dependiendo de los bienes del sector primario.

El sector agropecuario de Caldas está compuesto en un 54.27% por la producción de café, confirmación de la dependencia tanto del sector como de su economía sobre este producto. La participación del componente pecuario (bovinos) es del orden de 20.73% y de otros productos agrícolas diferentes al café del 18%, en los que se resalta plátano, cítricos, papa y tomate chonto.

La crisis del café se refleja en la cifras sobre su participación en los ingresos por las exportaciones de la región, mientras que para el año 1994 era del 76%, para el año 2002 era solo del 49%.

En coherencia con el comportamiento mundial de los productos agropecuarios de buenos precios en los mercados internacionales, para el año 2004 el repunte en el crecimiento en las ventas del sector agrícola fue del 58.8% y con relación a las exportaciones fue notable el incremento con un 79.5%. Los esfuerzos por la comercialización de productos alternativos al café, como es el caso del plátano y las flores han podido incidir en ello, es también interesante la producción de espárragos en la subregión y su comercialización en fresco.

Desde la perspectiva de la cadena productiva del café y su componente de valor agregado industrial no se ha cambiado el modelo de gestión y producción en la región y el País, esto se explica a partir de los datos reportados de las exportaciones al mercado de los Estados Unidos. El primer país exportador de café tostado y molido a ese mercado es Canadá (46.6%) sin ser productor, es receptor de la exportación de café y allí se procesa y mezcla, lo cual le genera una ganancia a la industria de ese país; mientras que la característica de la exportación de Colombia es café en trilla (Ramírez, 2005, 144).

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