BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

LA RELACIÓN GLOBAL-LOCAL: SUS IMPLICANCIAS PRÁCTICAS PARA EL DISEÑO DE ESTRATEGIAS DE DESARROLLO

Carlos Barrios Napurí
Ulises Castro Álvarez
Lorena G. Coria
Mario González Arencibia
Remedios Martínez Verdú
Leopoldo Taddey Díez
 

 

 

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2. El Desarrollo Sustentable

La complejidad imbricada en el concepto de ambiente, se acentúa cuando se combina con la complejidad propia del proceso de desarrollo sustentable. A esta serie de imprecisiones debe sumarse las dificultades de operacionalizar el concepto en toda de una serie de variables (consensuadas) a la vez que medibles.

Las corrientes teóricas y marcos analíticos asociados al concepto de “desarrollo“ no se abordara en el presente artículo, dando paso a la presentación de los aportes en materia de desarrollo sustentable, atendiendo a la complejidad del concepto de “desarrollo” demanda una discusión en si misma.

2.1. Antecedentes en materia de desarrollo sustentable

El Desarrollo Sustentable es uno de los conceptos más importante concebido en los últimos años. Así lo demuestra el espacio ganado en investigaciones, estudios, debates y discusiones, que junto con las distintas aristas que configuran a la cuestión ambiental, ha ido ganando espacio en el eje de articulación desarrollo y ambiente.

Tal como señalan muchos autores, pese a la popularidad del concepto, la ambigüedad e inmensidad de la idea de desarrollo sustentable, hace que la conversión de voluntades en realidades concretas a menudo tropiece con dificultades insoslayables. (1)

La bibliografía disponible sobre desarrollo sustentable en el momento actual es abrumadora. Encontramos aproximaciones propuestas por diferentes sectores y desde las más variadas escuelas del pensamiento. Al menos setenta definiciones de desarrollo sustentable se encuentran en circulación (Trzyna, 1995). También encontramos intentos para reconciliar esta diversidad conceptual (Holmberg, 1992) aunque pueden anticiparse las dificultades para interconectar definiciones más vinculadas con la necesidad de “enverdecer• procesos y productos, comunes en las estrategia de mercadotecnica que han sabido interpretar las tendencias de grupos de consumidores con capacidad de compran, con otras que se arraigan en los principios de la ecología profunda, por poner sólo dos casos alejados entre si. (2)

En el siguiente cuadro se identifican los principales acontecimientos que han implicado un aporte a la configuración del término de desarrollo sustentable.

Año Definición y contexto de interpretación

1960 Se identifica el aporte desde las Ciencias Biológicas: En el contexto de recursos naturales renovables, la sustentabilidad estribada en aprovecharlos dentro de sus tasas anuales de reproducción (extracción) (Dixon y Fallon, 1989). La mirada de la sustentabilidad se ancla en el medio físico natural.

1962 Aparece el libro “Primavera silenciosa” a cargo de Rachel Carson. La divulgadora estadounidense cuestiona el uso de los pesticidas organoclorados en la agricultura. Al amparo de un extraordinario éxito editorial, lograron que el Departamento de Agricultura revisara su política pesticida y que el DDT fuera prohibido por la legislación estadounidense. El libro contribuye a la puesta en marcha de moderna conciencia ambiental a escala mundial.

1971 Reunión preparativa para la Conferencia de Estocolmo de 1972. Founex Suiza. Aparece el concepto de Ecodesarrollo.

1972 Club de Roma presenta el documento los Limites de Crecimiento preparado por Meadows y por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Allí se sostiene que la Naturaleza es limitada tanto en los recursos disponibles como en sus capacidades de amortiguar impactos ambientales. El mensaje era claro: no podría invocarse un crecimiento económico continuado ya que los recursos eran finitos. El informe fue atacado por los gobiernos y por los intelectuales ya que se invocaba la necesidad de mantener el proceso de desarrollo de la región, en especial en América Latina

Podemos considerar consecuencia directa de este acontecimiento internacional:

 La Declaración de Estocolmo, que consta de 26 principios.

 El Plan de Acción para el Medio Humano, con 109 recomendaciones para los estados.

 El establecimiento del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), creado el mes de diciembre de ese mismo año, y con sede en Nairobi (Kenia).

1972 Conferencia de las Naciones Unidas sobre medio ambiente Humano Estocolmo. Continúan los debates suscitados por el Informe del Club de Roma. Fue una conferencia con un fuerte tono conservacionista, en especial promovido por los países industrializados. Ello genero una fuerte critica desde los países en desarrollo ya que defendían la intensificación en el uso de los recursos naturales.

1980 La Estrategia Mundial para la Conservación:

«La conservación de los recursos vivos para el logro de un desarrollo sostenido», publicada en 1980, fue un primer esfuerzo conjunto, realizado por el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Unión Internacional para la Naturaleza (UICN) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), para orientar a todas las naciones del planeta hacia un desarrollo basado en la conservación de los recursos naturales renovables

1980 La Primera Estrategia Mundial para la Conservación, realizada por la IUCN con apoyo del Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), define al desarrollo sostenible como “la modificación de la biosfera y la aplicación de los recursos humanos, financieros, vivos e inanimados en aras de la satisfacción de las necesidades humanas y para mejorar la calidad de vida del hombre. Para que un desarrollo pueda ser sostenido, deberá tener en cuenta, además de los factores económicos, los de índole social y ecológica; deberá tener en cuenta la base de recursos vivos e inanimados, así como las ventajas e inconvenientes a corto y a largo plazo de otros tipos de acción.”

1981 Banco Mundial: el entonces presidente de la institución, A.W. Clausen, señalaba que un desarrollo sostenible debe permitir el crecimiento económico continuo, especialmente en el tercer mundo, aunque su postura se encontraba en franca contradicción con la invocada con el estudio del MIT del club de Roma.

1982 En «La carta de la tierra», 1982, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se afirma que cada forma de vida es única, por tanto merece respeto independientemente de su beneficio para el hombre

1983 La Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU estableció en 1983 la noción de desarrollo sustentable como necesidad política mundial frente al consumismo y capacidad depredación y deterioro ambiental de los países desarrollados, en correspondencia con el empobrecimiento continuado de los países depredados

1987 Comisión Brundtland de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (WCED) presento el estudio “Nuestro Futuro Común” donde se define el desarrollo sostenible como “el proceso destinado a satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer a su vez sus propias necesidades.” La ambigüedad del concepto permitió a conciliar las

diferencias entre los organismos multilaterales, los gobiernos nacionales y las organizaciones no gubernamentales. Nuestro futuro común reconoce las disparidades entre naciones y la forma como se acentúan con la crisis de la deuda de los países del tercer mundo. Al mismo tiempo, busca un terreno común donde plantear una política de consenso capaz de disolver las diferentes visiones e intereses de países, pueblos y grupos sociales que plasman el campo conflictivo del desarrollo sostenible.

Los autores consideran que el informe no plantea un cambio de rumbo sino por el contrario que refuerza el paradigma tradicional de desarrollo

1991 Segunda estrategia mundial de la conservación de la IUCN, conjuntamente con el PNUMA y el WWF (1991), es responsable del siguiente antecedente: documento “Cuidar la Tierra”. En el documento se define al desarrollo sustentable como la mejora en la “calidad de vida humana sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan”. Así, el producto de un desarrollo de este tipo es una “economía sostenible” entendiendo por esta a aquella que logra mantener la base de recursos naturales y puede continuar desarrollándose mediante la adaptación y mejores conocimientos, organizaron y eficiencia técnica, y una mayor sabiduría.

1991 Entre ellas se destaco la Agenda “Ya Wananchi” aprobada en el encuentro internacional “Raíces del Futuro” en diciembre de 1991. Allí se advertía que la cuestión esencial no era la preservación del ambiente en si mismo, sino como manejar los recursos naturales para alcanzar el más efectivo desarrollo sustentable en las esferas sociales, económicas y físicas.

1992 Al amparo del Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, animado por el suizo Stephan Schmidheiny, se lanzo “Cambiando el Rumbo: (Changing Course): Una perspectiva global del empresariado para el desarrollo y el medio ambiente (obra publicada en México por el Fondo de Cultura Económica en 1992) Allí se presento una propuesta de sustentabilidad basada en un “sistema de mercados abiertos y competitivos en los cuales los precios reflejan tanto los costos del medio ambiente como los de otros recursos” (Schmidheiny, 1992). Presentan una serie de estudios de caso sobre manejo industrial, liderazgo, sociedad, acciones, financiamiento, producción limpia, productos limpios y uso de recursos sostenibles. Encontraron que, con respecto a lo ambiental, no había una meta definida, y se preguntaban porqué las prácticas ambientales corporativas tienen que cambiar en lugar de ver que cambios son necesarios y como deben de alcanzarse. Su visión era la de que en un futuro el mundo de los negocios liderara más que siguiera, las regulaciones ambientales y las fuerzas de mercado hacia una economía global sostenible.

1992 La Cumbre de Río (o Cumbre de la Tierra. Durante la cumbre se trataron los temas de medio ambiente y desarrollo sostenible. Como resultado de la Cumbre de Río se generaron los siguientes documentos: Agenda 21, la Declaración de Principios Forestales, la Convención para un Marco de las Naciones Unidas en Cambio Climático, la Convención de las Naciones Unidas sobre la diversidad biológica y la Declaración de Río sobre Medioambiente y Desarrollo- Río-92, institucionalizó conceptos como “desarrollo sostenible”, y principios como “el que contamina paga”, el de “precaución” y la “internalización de las externalidades”, que habían quedado contemplados en la Agenda 21 y la Carta de la Tierra. En todas las declaraciones se mantuvo un apego al desarrollo material el crecimiento económico continuo

2002 El Manifiesto por la Vida “ Por una Ética para la Sustentabilidad” elaborado en el marco del Simposio sobre Ética y Desarrollo Sustentable que tuvo lugar en Bogotá a mediados del 2002, se plantea en el punto Nro. 4 que “El concepto de sustentabilidad se funda en el reconocimiento de los límites y potenciales de la naturaleza, así como la complejidad ambiental, inspirando una nueva comprensión del mundo para enfrentar los desafíos de la humanidad en el tercer milenio. El concepto de sustentabilidad promueve una nueva alianza naturaleza-cultura fundando una nueva economía, reorientando los potenciales de la ciencia y la tecnología, y construyendo una nueva cultura política fundada en una ética de la sustentabilidad –en valores, creencias, sentimientos y saberes– que renuevan los sentidos existenciales, los mundos de vida y las formas de habitar el planeta Tierra.” Es uno de los documentos que plantea la diferencia entre el discurso del desarrollo sostenible el desarrollo sustentable.

2002 Cumbre Mundial sobre desarrollo sostenible Johannesburgo. En líneas generales no logro avances significativos en comparación con la cumbre de Rio 92. El escenario político era complejo, EE UU se negaba a asumir compromisos efectivos, la UE tuvo un compromiso “leve” y América Latina se encontraba sumergida en una crisis económica que limito su participación. A través de nueve capítulos (GUIMARÃES, 2002), el documento hace un balance del desempeño económico y de las principales tendencias del desarrollo social en los años noventa, de la dinámica demográfica, de la situación ambiental y de la vulnerabilidad socio ambiental de la región. En seguida, se analiza la evolución de las políticas públicas ambientales y de desarrollo sostenible, del marco internacional y del papel de la región en una alianza global para culminar con un conjunto de propuestas de acción futura.

Elaboración propia en base a:

GUIMARAES, Roberto (2001) La sostenibilidad del desarrollo entre Rio-92 y Johannesburgo 2002: éramos felices y no sabíamos. Ambient. soc. n.9 Campinas jul./dic. 2001| LEFF, Enrique. Globalización, Racionalidad Ambiental y Desarrollo Sustentable http://www.union.org.mx/guia/poblacionyambiente/globalizacion.htm|GUDYNAS, Eduardo (2002) Ecología, economía y ética del desarrollo sustentable. Ediciones Marina Vilte.||PRO-NATURALEZA. 1997. La Conservación y el Desarrollo Sostenible: Conceptos Clave. Ed. Pro-Naturaleza. Lima-Perú. 25 p. | MEJIA, M. 1997. Agricultura para la vida. Movimientos alternativos frente a la agricultura química. Un enfoque desde sistemas populares colombianos. UNISARC. Cali, Colombia. 252 p. | Articulo Inédito: En busca del desarrollo sostenible. Aproximaciones al enfoque. Unidad de comunicación e información. CIED

Los antecedentes como pueden verse datan desde la década del 50. En sintonía con el sesgo biologisista que reinaba en la cuestión ambiental la sustentabilidad se circunscribía a una cuestión de balance de energía y materia en los sistemas naturales. A medida que la cuestión social fue penetrando en lo ambiental, el desarrollo sustentable se vio obligado a incorporar las dimensiones socio económicas culturales.

El lector identificará en la revisión de los antecedentes la existencia de dos términos “Sostenible” y “Sustentable”. Básicamente, la existencia de estas dos nociones es producto de la traducción de el termino del ingles “sustainable” a sostenible. No obstante, los avances y planteos desde las corrientes ambientalistas latinoamericanas han establecido diferencias entre los dos términos.

La noción de sostenibilidad responde a la clásica definición Brundtland de 1987 de es decir aquel “que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades para las generaciones futuras”. La definición se encuentra enmarcada en un contexto donde se vincula el crecimiento económico con el uso de los recursos naturales.

El discurso del "desarrollo sostenible" parte de una idea equívoca. Las políticas del desarrollo sostenible buscan armonizar el proceso económico con la conservación de la naturaleza favoreciendo un balance entre la satisfacción de necesidades actuales y las de las generaciones futuras. Sin embargo, pretende realizar sus objetivos revitalizando el viejo mito desarrollista, promoviendo la falacia de un crecimiento económico sostenible sobre la naturaleza limitada del planeta. Mas la crítica a esta noción del desarrollo sostenible no invalida la verdad y el sentido del concepto de sustentabilidad para orientar la construcción de una nueva racionalidad social y productiva. (3)

Por su parte la noción de sustentabilidad, plantea una concepción más enriquecedora que supera la mirada temporal de la variable económica. Las corrientes latinoamericanas reconocen en el concepto de sustentabilidad/sostenibilidad una posición ética, es decir una manera de posicionarse frente a la vida y a los distintos elementos del ambiente. Así, empieza a aparecer imbricado el concepto de “Sustentabilidad” y “Desarrollo sustentable” con el concepto de “Ética de la sustentabilidad.“ Concibiéndose a éste último como fundamento del primero. (4)

Enrique Leff señalaba que la Ética del desarrollo sustentable, es más que un “juego de armonización” de éticas y racionalidades implícitas en el discurso del “desarrollo sostenible” (del mercado, del Estado, de la ciudadanía) y de la inclusión del ethos de las diferentes culturas, implica la necesidad de conjugar un conjunto de principios básicos dentro de una ética del bien común y de la sustentabilidad.” (5)

El concepto de desarrollo sustentable partiría de un concepto de ambiente que a su vez permite ir más allá de “un balance entre crecimiento económico y conservación de la naturaleza, la posibilidad de movilizar el potencial ecotecnológico, la creatividad cultural y la participación social para construir estilos diversos de un desarrollo sustentable, igualitario, descentralizado y autogestionario, capaz de satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones, respetando su diversidad cultural y mejorando su calidad de vida. Ello implica la transformación de los procesos productivos los valores sociales y las relaciones de poder para construir una nueva racionalidad productiva con la gestión participativa de la ciudadanía.” (6)

Así, lo sostenible y lo sustentable, dejan de ser equivalentes.


1. Uno de ellos es: FONT, Nuria y Joan Subirats (2000) Local y Sostenible. Barcelona. España.
2. GONZALEZ GAUDIANO, Edgar (1998) Un enfoque antiesencialista, Centro y Periferia de la Educación Ambiental. Mundi Prensa. México. (Pág.27)
3. PNUMA (2002) Manifiesto por la vida “Por una ética para la sustentabilidad”.
4. LEFF, Enrique. Ética por la Vida. Elogio de la Voluntad de Poder
5. Se recomienda la lectura de PNUMA (2002) Manifiesto por la vida “Por una ética para la sustentabilidad”. Primera versión presentada ante la Séptima Reunión del Comité Intersesional del foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe. San Pablo. Brasil
6. GUDYNAS, Eduardo (2002) Ecología, economía ética del Desarrollo Sustentable. Ediciones Marina Vilte. Confederación de Trabajadores de la Educación Argentina. Buenos Aires. Argentina. (Pág.309)
 

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