BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

DIEZ LECCIONES SOBRE LOS PRECIOS EN CUBA

Silvio David Gutiérrez Pérez

 

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Elementos para la historia de los precios en Cuba. 1era Etapa del control de los precios en Cuba.

En los primeros años de la revolución se heredó el control de los precios característico de los países capitalistas, limitado a algunos productos y servicios fundamentales para la actividad económica y que no desajustara al sistema, como eran la gasolina y la electricidad.

La primera etapa del control de los precios se inicia propiamente con las medidas adoptadas para el racionamiento de algunos productos agrícolas, primero en Ciudad de la Habana y después en el resto del país, en los primeros meses de 1960. Los productos y servicios con precios controlados fueron creciendo en la medida que las dificultades económicas se incrementaron, como resultado de la implementación del bloqueo económico por estados Unidos y las acciones directas e indirectas contra la economía cubana.

Ya desde esa época el Estado había comenzado a vender a muy bajos precios a las personas más necesitadas algunos de los bienes malversados que habían incautado a la burguesía. Otras medidas como las leyes sobre el alquiler de la vivienda, la rebaja de las tarifas de la electricidad demostraban el carácter de control social de la producción que caracterizaba al nuevo régimen.

En estos primeros años de la Revolución no existía una autoridad con poder centralizado que normara el funcionamiento de los precios, en general se trabajo de forma aislada. La necesidad de ajustar los precios vigentes requirieron la creación de un sistema unificado aprobándose en marzo de 1963 la “Ley General de Precios” en la que determinaron los fundamentos principales para la formación de precios en Cuba que concebía una política única de precios en la economía cubana, el establecimiento de precios fijos para los medios de producción y bienes de consumo y la vinculación de los precios con las tareas de los planes de desarrollo de la economía nacional.

Un momento importante fue la ofensiva revolucionaria del año 1968, donde pasaron a propiedad social una gran cantidad de establecimientos, sobre todo de distribución y servicios a la población que a partir de ese año comenzaron a regirse por lo establecido por el gobierno.

Con esta medida se elimina casi en su totalidad el comercio privado y por tanto los precios a la población en casi su totalidad comienzan a ser aprobados por el Estado. Para atender esta actividad, así como para extender el comercio a las áreas rurales carentes de él, fueron creadas primeramente las oficinas de comercialización del INRA, las que dieron paso más tarde al Ministerio del Comercio Interior, constituido en 1961.

A partir de esta fecha se conforma un fuerte sector estatal socialista, tanto en la actividad productiva como de comercio que distingue cualitativamente la economía del país y permite acciones mas profundas en la actividad de precios.

La alternativa al racionamiento era una subida exorbitante de los precios, que habría puesto los artículos esenciales fuera del alcance de las familias de bajos ingresos. La revolución ha seguido la política invariable de no afectar a las familias de menores ingresos con una elevación de los precios de los artículos esenciales. De esta forma, se han congelado los precios de productos o servicios que, como la carne, la leche, pan, azúcar, huevos, arroz, grasas, papas, medicinas, transporte urbano y otros se han multiplicado varias veces en los países capitalistas, durante los años 50 y 60, en medio de la ola de inflación.

Desde los primeros momentos el incipiente MINCIN creó un equipo, aún pequeño de inspectores que atendió la verificación de los precios establecidos centralmente.

Junto con las medidas adoptadas en materia de política económica y de las cuales los asuntos de precios ocuparon un importante papel se desarrolló al inicio de esta etapa, aproximadamente entre los años 1960 y 1965, una interesante polémica sobre los sistemas de dirección a utilizar en le país que lideró el comandante Ernesto Che Guevara.

Una de las observaciones que realizaba el Che y que partía de reconocer el carácter mercantil de la producción socialista se refería a que “ La ley del valor y el plan son dos términos ligados por una contradicción y su solución, la planificación centralizada es el modo de ser de la sociedad socialista, su categoría definitoria y el punto en que las conciencia del hombre alcanza, por fin, a sintetizar y dirigir la economía hacia su meta, la plena liberación del ser humano en el marco de la sociedad comunista,” tomo 8 pag 25.

Posteriormente, como se conoce, se adoptó un sistema de dirección de la economía que presuponía la eliminación de las relaciones de cobro y pago entre las empresas y por tanto, la limitación de la acción de las relaciones mercantiles.

En los primeros años de los 70 aparecen varios artículos en varias revistas de carácter económico que retoman el tema de la formación de precios, pero insistiendo en la necesidad de control centralizado y su adecuada determinación, como parte, del perfeccionamiento de los balances de recursos intersectoriales que próximamente se iniciaban.

Una característica de esta etapa es que en el plano teórico se fueron creando las bases para que en la próxima etapa se consolidara la acción del Estado en el control de los precios. También primó la improvisación, la voluntad de beneficiar a los más pobres e iniciar el control de la actividad de precios, tanto en su formación como en su inspección, como vía de lograr más eficazmente este objetivo. En los primeros años nacen los elementos esenciales de lo que posteriormente sería el control de los precios en Cuba.

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