BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

INFORME SOBRE NECESIDADES SOCIALES EN GUANAJUATO.

Elementos de reflexión para el rediseño curricular de las carreras económico – administrativas.

Coordinador: Ricardo Contreras Soto

 

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Habitantes por edad y sexo

Tabla 14.- Fuente: INEGI, perfil sociodemográfico XII Censo General de Población y Vivienda 2000. México. 2003

 

Lo étnico no es estable, está en permanente construcción, por lo tanto, es necesario tratar de entender las reconfiguraciones culturales para promover el cambio o refuncionalización de mitos y creencias que afectan la sexualidad de hombres y mujeres, poniendo muchas veces en riesgo su salud y vida. Las diferencias sexuales deben ser entendidas a partir del sentido que les otorgan los diversos contextos y circunstancias en que se desarrollan, lo que demanda un enfoque más relacional que tome en cuenta la multiplicidad de factores “extra-género” como la clase, etnia, raza, religión para determinar las asimetrías sexuales.

En el estado de Guanajuato residen 26,512 indígenas, de los cuales el 73%, se concentra principalmente en los siguientes 11 municipios: León con 5,540; San Luís de la Paz 2,804; Irapuato, 2,678; Celaya 2,657; Allende 1,671; Salamanca 885; Acámbaro 720; Guanajuato 710; Villagrán 534 y Comonfort con 517 indígenas.

Gráfico 1.- Fuente INEGI, Perfil Sociodemográfico XII Censo General de Población y Vivienda 2000, México, 2003.

 

Durante el 2000, la población de 5 años y más que habla alguna lengua indígena incluyendo a nativas y a originarios es de 10,689 personas, y representan el 0.26% del total de la población. El municipio de León concentra la mayor parte 22.7%; seguido de San Luís de la Paz, con 13.5%; Celaya con 10.5% e Irapuato con 9.6%, el resto de los municipios tienen una representación de menos de 5% del total de hablantes de lengua indígena.

En el Estado se registran 45 idiomas, siendo las 10 lenguas indígenas más habladas, el chichimeca jonaz 13%, otomí 9.53%, náhuatl 8.6%, mazahua 5.8%, purépecha 3.8%, mixteco 2.1%, zapoteco 2%, maya 1.37%, mixe 1.36% y totonaca 0.68%. Destaca que el principal idioma hablado en el municipio de León, Salamanca e Irapuato es el náhuatl, en Celaya, Allende y Tierra Blanca el otomí, y en San Luís de la Paz el chichimeca, que son los municipios con más concentración de población indígena. Mención particular son los municipios de San Luís de la Paz y Tierra Blanca que son donde se ubican regiones indígenas tradicionales.

De acuerdo con las estimaciones del Consejo Nacional de Población basadas en el censo del año 2000, había en México 11.9 millones de indígenas. Seis millones vivían en localidades con menos de 2 500 habitantes, 2.3 millones residían en localidades mixtas (2 500 a menos de 15 mil habitantes) y 3.6 millones se encontraban en localidades de

15 mil habitantes o más, de modo que:

- En las localidades rurales se concentra poco más de la mitad de la población indígena (50.7%),

- cerca de una quinta parte reside en localidades semiurbanas (19.5%), y

- poco menos de la tercera parte restante (29.8%) vive en las localidades urbanas.

Para ubicar a la población indígena se formaron cuatro estratos de localidades. En el primero, denominado localidades con presencia indígena predominante, se agrupan aquellos asentamientos con 70 por ciento o más de indígenas; en el siguiente estrato, con presencia indígena media, están aquellas donde entre 40 a menos de 70 por ciento de la población es indígena, las localidades de estos dos grupos se consideran indígenas; el tercero, denominado de presencia indígena escasa, incluye a las localidades con un porcentaje que va de 10 a menos de 40 por ciento de indígenas; y, por último, las localidades con presencia indígena dispersa o nula son aquellas con menos de diez por ciento de indígenas y engloba en las que no se contabilizó alguno. Así:

- 6.5 millones de indígenas (55.1%) viven en 29 633 localidades predominantemente indígenas,

- en 9 mil localidades de presencia indígena media viven 1.1 millones (9.2%),

- 1.7 millones (14.9%) viven en 28 mil localidades escasamente indígenas,

- en 132 mil localidades con presencia indígena dispersa o nula viven 2.4 millones (20.8%).

La población de las localidades de alta o muy alta marginación asciende a 7.1 millones de personas, de las cuales 90.8 por ciento son indígenas. La mayoría de los indígenas se encuentra en condiciones muy desfavorables y atrapados en el círculo de pobreza, marginación y rezago demográfico:

- 2.6 millones de indígenas viven en más de 14 mil localidades con muy alta marginación

- 3.8 millones residen en las más de 8 mil localidades de marginación alta,

- 802 mil se ubican en 807 localidades que registran grado medio de marginación,

- 330 mil indígenas están ubicados en 191 localidades con marginación baja, y

- alrededor de 4 500 viven en 67 localidades indígenas con un grado de marginación muy bajo.

La presencia indígena en las ciudades, así como el contacto que han logrado establecer con otras etnias y con la población no indígena han modificado su fisonomía. En el año 2000, 75 de las 364 ciudades con las que contaba el país registraron más de diez mil indígenas, y en seis de ellas había más de 100 mil.

Una forma de respuesta de las comunidades oprimidas consiste en aislarse del conjunto de la sociedad que las oprime. A veces se apoyan en una cultura diferenciada, y pueden hacerlo de una forma introspectiva negativa.

Otra respuesta de los grupos indígenas es adoptar el comportamiento estereotipado que el prejuicio espera de ellos. En la práctica, esta respuesta puede hacerse realidad y atrapar a las víctimas en el estereotipo que han asumido conscientemente. Algunas víctimas de la desigualdad social oprimen a su vez a las personas que consideran inferiores. Los grupos oprimidos también contribuyen a mantener el statu quo. Con frecuencia resulta difícil que los grupos oprimidos cooperen los unos con los otros en pro de un interés común y superior. Una cosa es atribuir culpa, que puede hacerse con razón, pero no se hallará solución a estos problemas mientras las comunidades en cuestión reproduzcan y contribuyan a mantener complicadas distinciones de creencias y de condición social.

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