Conclusiones y Recomendaciones:

Conclusiones:

Luego de haber realizado un amplio análisis del desempleo en el Ecuador y así mismo del subempleo. Se hace evidente que una reforma laboral; en materia de fijación de salarios, de negociación salarial y carga tributaria; es importante para lograr mejorar la productividad y la eficiencia. En el Ecuador dolarizado y abierto de hoy, un mercado laboral sano permitirá la generación de incentivos que a su vez viabilicen mejorar la productividad, sostener mejores niveles de salarios, incrementar las oportunidades de empleo, la disminución de la informalidad y una mayor capacidad de la economía para absorber los posibles choques naturales o del mercado mundial.

La salud de una economía depende en gran medida de la estructura del mercado de trabajo, de su institucionalidad, de sus regulaciones y del sistema impositivo. El marco institucional es la base donde funciona el mercado laboral y es el que determina los costos de transacción. Parte importante de este marco institucional son las regulaciones formales; es decir, las normas leyes y reglamentos. Cómo se vio en la descripción amplia que se hizo de las regulaciones del mercado de trabajo en Ecuador. El Código de Trabajo actual es de gran complejidad, lo que influencia en la creación de costos de transacción artificialmente altos para la contratación formal que se suman a los costos laborales correspondientes al salario. El pago de las 13era y 14ta remuneraciones, las vacaciones, el pago al seguro social, las obligaciones del empleador con el trabajador, el pago de indemnizaciones, etc. Son obligaciones que para ser cumplidas de manera cabal necesitan la asesoría especializada. La unificación salarial fue un paso adelante en la simplificación de la normativa laboral, pero siguen existiendo costos adicionales al salario que pueden aumentar aún más las distorsiones causadas por la fijación del mismo.

La ley brinda, además, beneficios importantes y protecciones a los trabajadores en busca de aumentar su bienestar. Destacan los contratos indefinidos, el pago de altas indemnizaciones y sobretodo la participación en las utilidades de la empresa (15%). La carga impositiva total que incluye el pago del impuesto a la renta y la repartición de utilidades, representan un total de 36% sobre las utilidades de las empresas. Esta carga, en comparación con los niveles regionales es muy alta (ver sección IV); y puede influenciar negativamente en los niveles de inversión, en la contratación formal o estable y en la generación de nuevos puestos de trabajo. Así, se puede ver que existe un problema importante en el régimen tributario y laboral ecuatoriano pues existen incentivos para el crecimiento del sector informal e incentivos negativos para la generación de nuevas plazas de trabajo (que cómo vimos dependen del nivel de stock de capital existente, es decir, de la inversión).

En el presente trabajo nos hemos ocupado principalmente de determinar el papel que desempeña en el mercado laboral ecuatoriano, las regulaciones y sobretodo la rigidez de salarios y los mecanismos de su negociación y fijación. Se logró explicar que la imposibilidad de absorber la mano de obra existente, por parte de la estructura económica del país; se debe a los pagos no atados a incentivos de la productividad y a una mala regulación que permite la persistencia de los choques negativos (como el de 1998-1999). En la sección V se probó que tanto el desempleo como el subempleo, en el periodo 1998-2006, se caracterizan por ser procesos no estacionarios, específicamente una caminata aleatoria con tendencia estocástica. Esto se conoce como histéresis.

Concluimos que las razones de esta propiedad probabilística de las series de tiempo se encuentra en el mecanismo de fijación salarial en el CONADES. Esto significa que se puede ver un fenómeno del tipo interno-externo en la fijación de salarios. Se pudo explicar que la existencia de un amplio sector informal desde esta estructura normativa. Pues, las característica de histéresis del mercado laboral ligado al problema de los internos-externos; lleva a que cuando se produce un choque negativo sobre la productividad y por ende la demanda de trabajo (1999), los salarios fijados por un número más pequeño de trabajadores formales (internos) se fijen a un nivel tan alto que no permiten que la mano de obra sea reabsorbida en el ciclo expansivo. Lo que permite un efecto de larga duración del choque sobre la productividad y sobre el empleo. Paralelamente, los altos costos para la firma asociados a un contrato estable hacen que estos prioricen la intermediación, la tercerización y además mecanismo fuera de la ley de subcontratación que dan lugar al surgimiento de un sector informal grande (casi la mitad de la PEA). Es decir, los trabajadores formales una vez que pierden su empleo tendrán bajas probabilidades de encontrar otro y quedándoles solamente la opción del sector informal.

También se descompuso el desempleo en sus componentes de mayor interés –para el presente trabajo-. Se observó y se cuantificó la magnitud del desempleo friccional, estructural, estacional y el cíclico (de especial relevancia por la presencia de histéresis). Como conclusiones generales se observo que el desempleo natural en el período 2000-2006 se ha estabilizado en un punto más arriba (en promedio), que el desempleo natural en la década de los 90s (exceptuando 1999). El desempleo estructural causado por la fijación del salario nominal (y su efecto sobre el real), sobre el nivel de equilibrio; está en promedio en 1%. De esto se deduce que el desempleo natural es alto (entre 1998-2006 media=9.86%) lo que refuerza las conclusiones sobre la presencia de histéresis en la economía ecuatoriana.

La demanda de trabajo ha sufrido un desplazamiento negativo posterior al choque de 1999, que se muestra en el bajo valor del factor tecnológico en la función de producción estimada. Este factor en la regresión es considerado como una constante estructural, por facilidad y para poder estimar una función de producción de la economía ecuatoriana. Vemos que su participación cae abruptamente del período 1982-1999 al período 2000-2006. Sin embargo, si consideramos la posibilidad de que este factor –tecnológico- sea un término aleatorio veríamos a sus valores estimados como la media de la distribución de probabilidad. Lo importante es notar de nuevo la persistencia y el profundo efecto negativo en la economía ecuatoriana de la crisis de 1999. Esto se explica por la rigideces en los mercados nacionales que hacen muy vulnerable al Ecuador a los choques naturales o externos. Lo dicho es aún más grave en presencia de un régimen de tipo de cambio fijo como es la dolarización.

Finalmente se vio que la productividad del trabajo y el salario real han tenido una tendencia divergente desde 2000. Lo que resalta nuevamente la importancia de incluir un criterio de productividad en la fijación de salarios.

Recomendaciones:

Como recomendaciones para una reforma laboral, estableceremos cuatro pilares sobre los cuales mejorar la salud del mercado de trabajo y ayudar a un mejor desempeño de la economía ecuatoriana en general. El primero se referirá al proceso de negociación en el seno del CONADES, el segundo en la asociación de la productividad a la fijación de salarios, el tercero sobre la simplificación de la legislación laboral y el cuarto en una rebaja de la carga impositiva y en los costos asociados a los contratos formales. Estas reformas buscan como objetivos: Eliminar la histéresis del empleo y subempleo en el Ecuador; evitar el fenómeno internos-externos en la negociación de los salarios, reducir los costos de transacción para el mercado laboral y finalmente reducir el sector informal mediante la generación de nuevas plazas de trabajo y mayores incentivos para la contratación formal.

Se debe sustituir el CONADES como mecanismo de fijación de salarios, por un mecanismo que privilegie la negociación salarial directa entre empresas y trabajadores. Dándole un rol preponderante al contrato colectivo. Se ha probado que en juegos dinámicos repetidos la cooperación entre sindicatos y empresas es posible y puede llevar a una menor volatilidad del salario y del empleo106. Además, un proceso de este tipo, puede captar de mejor manera las diferencias entre las distintas ramas de la economía. Finalmente, si se establece un mecanismo flexible de repartición de utilidades ligado a metas de productividad puede darse lugar a círculos virtuosos, que al final tendrán efectos positivos sobre la contratación estable.

Como todo proceso de negociación, estará expuesto a desacuerdos y al rompimiento de los acuerdos por alguna de las dos partes. Se debe entonces establecer un organismo arbitraje, que trate los casos en conflicto y que decida sobre ciertas reglas preestablecidas para la fijación de los salarios. Estas serían: Establecer una base para el ajuste de los salarios, que considere los cambios en la productividad del trabajo, en la inflación proyectada y en los niveles de desempleo. Para esto se podrían utilizar los indicadores nacionales y sectoriales de productividad que genera el Banco Central del Ecuador. Sin embargo, es necesario, una medición más precisa de la productividad marginal y no sólo de la productividad media como se ha venido haciendo. Esto implica la necesidad de la estimación oficial del stock de capital de la economía, de la depreciación, del aporte del factor tecnológico al producto y sobre estos de la productividad marginal. Se debe incluir estas series como parte de las cuentas nacionales trimestrales para acceso del público y como insumo básico para el arbitraje salarial.

El fenómeno de los trabajadores internos-externos es mucho más difícil de solucionar. En especial debido a que un mecanismo de negociación salarial como el descrito anteriormente, puede dar lugar a que se reproduzca el fenómeno pero de manera más dispersa; es decir, sindicato por sindicato. Una opción sería la creación de una banda salarial, dentro de la cual se deberá negociar los contratos colectivos mencionados y cuyo piso será la referencia para los casos en los cuales sea imposible este tipo de negociación. La banda salarial fijaría su piso en base la productividad marginal del período anterior –que es el observable- y los cambios de la inflación futura. El techo estaría fijado bajo un criterio asociado a los niveles de desempleo total y sobre el crecimiento económico del período anterior. Esto ayudaría a eliminar la histéresis pues no permitirá que los salarios sean fijados artificialmente altos luego de un choque negativo, por efecto del poder sindical o por el menor número de internos que permanecen empleados. Así, luego de un choque negativo externo, el techo caerá en proporción al desempeño de la economía y no permitirá la persistencia de su efecto, es decir, la histéresis. Este mecanismo se debe decir, es compatible con los principios y normas constitucionales, pues permite la existencia de una remuneración mínima, promueve la productividad e incentiva el empleo estable y la participación justa en las utilidades.

La simplificación de la legislación en materia laboral es una reforma mucho más difícil de implementar pues las protecciones y beneficios otorgados a los trabajadores, tienen un aspecto, histórico-sociológico importante. Estos aspectos están fuera del universo de la presente investigación, pero funcionan como restricciones a los cambios que se pueden hacer en este ámbito; es decir, son normas formales surgidas de normas informales y por ende con profundas raíces en el marco institucional. Considerando esto, nos limitaremos a ciertas reformas básicas. Se debe eliminar el contrato indefinido porque afecta la estabilidad laboral en vez de garantizarla. Debido a los altos costos de indemnización asociados a este tipo de contratos. Se debe sustituir por un mecanismo flexible de negociación individual de los empleadores y empleados que fijen libremente el plazo del contrato, pero que no sea menor a un año y que considere ampliaciones automáticas como premio al desempeño individual. Se debe al mismo tiempo fijar un techo de indemnización menor al vigente. Esto implica que la duración de los contratos queda fuera de la negociación colectiva arriba descrita. El objetivo que se tienen con esta reforma, es estimular la contratación estable al cambiar los precios relativos asociados a la tercerización-intermediación y a los contratos laborables estables.

Finalmente, como ya se expuso se debería así mismo fijar un intervalo para la tasa de participación en las utilidades que sería del 10-15%. Esto no se trata de que los trabajadores reducir la participación de los trabajadores en las utilidades sino que, como se expuso anteriormente, busca ligar su reparto a metas de productividad establecidos dentro de los contratos colectivos. Finalmente, sería importante una rebaja del impuesto a la renta, para permitir un mayor incentivo a la inversión y por ende a la generación de nuevas plazas de trabajo.

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