BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales
 

 

EL PRESUPUESTO PARTICIPATIVO

Defendiendo lo público y construyendo ciudadanía.

La experiencia del departamento de Risaralda. Colombia

 Jahir Rodríguez Rodríguez

 

 

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3.3. La participación ciudadana.

"El poder de integración social que la solidaridad genera ha de poder afirmarse, a través de instituciones y espacios públicos democráticamente diversificados, contra los otros dos poderes, a saber, contra el dinero y contra el poder administrativo."(1)

HABERMAS, JÜRGEN

Un presupuesto fundamental que define la ciudadanía en el sistema político democrático es la construcción colectiva de la democracia en el espacio público.

La democracia es el "método de gobierno que se caracteriza por el consenso de los ciudadanos expresado en un sistema de libertades y a través del derecho efectivo a la participación popular en la adopción de decisiones políticas según la regla de mayoría"(2). Supone pues la existencia y participación de ciudadanas y ciudadanos libres.

Cabe indicar que la ciudadanía se expresa participando y la participación se produce en "lo público", entendido lo público como "todo espacio social no privado ni privatizable que tiene que ser compartido o compartible por todos los ciudadanos, y que se encuentra regulado por los mutuos derechos y obligaciones", señala un delegado del proceso en el municipio de Marsella.(3)

En este sentido, la democracia confiere a "lo público" una dimensión enriquecedora de la ciudadanía, pues es en estos espacios en los cuales las personas reconocen sus derechos, sus obligaciones y donde asumen su pertenencia a una comunidad. Igualmente, "lo público" alcanza una nueva dimensión como elemento constitutivo del ejercicio del poder y de las prácticas de gobierno.

Otro elemento a tener presente cuando hablamos de ciudadanía es "lo político". Este término comprende una serie de acepciones confluyentes.

En primer lugar, entendemos lo político como la capacidad de ejercer el poder y/o participar en su ejercicio. En segundo lugar, consiste en la gestión de todos los procesos y relaciones sociales e, igualmente, la gestión económica que abarca desde los intereses y necesidades domésticas -pasando por la administración de las mismas estrategias de sobrevivencia- hasta las empresariales.

En síntesis la ciudadanía se construye y materializa en el espacio público, a través del ejercicio de los derechos civiles, políticos y sociales, en el contexto de un sistema político democrático.

Desde esta perspectiva, en la carta de 1991, se declara la participación como un componente esencial en la construcción de la democracia en Colombia, la Constitución establece un conjunto importante de normas en lo relacionado con la intervención de los ciudadanos en la vida pública y en la gestión local.

La participación como hecho político y como un factor para fortalecer la gobernabilidad. En la carta constitucional del 91 el tema de la participación aparece en diferentes capítulos, por ejemplo:

En el Artículo Primero: “Colombia es un Estado Social de Derecho, organizado en forma de República Unitaria, Descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa, y pluralista...”

Articulo 2º: “Entre los fines esenciales del Estado se encuentra facilitar la participación de todos”.

Articulo 45. “El estado y la sociedad garantizan la participación de los jóvenes en las entidades públicas y privadas encargadas de su protección, educación y progreso”.

Articulo 49. “La organización de la salud se hará en forma descentralizada, por niveles de atención y con participación comunitaria”.

Articulo 68. “La comunidad tiene derecho a participar en la dirección de las instituciones educativas”.

Artículos 340, 344. La participación ciudadana en la evaluación de la gestión y resultados del plan de desarrollo.

En este orden de ideas, una de las características más importantes de los sistemas políticos es la de ofrecer mecanismos de interacción con sus constituyentes. Los sistemas democráticos descansan significativamente sobre la existencia de mecanismos de participación ciudadana. Cuanto mayor sea el nivel de participación ciudadana en los procesos políticos y sociales de un país, más democrático es un sistema.

El ejercicio de la democracia depende del rol de la sociedad y sus ciudadanos. Sin participación ciudadana, la democracia pierde su razón de ser, representatividad y legitimidad. El aumento gradual de las democracias recientes está vinculado a los procesos de liberalización política, así como a los intentos de extender la participación.

El principal factor que garantiza la participación es la garantía de su acceso; es decir, la inclusión social y política de los ciudadanos a poder tener la opción a decidir. La clave del alcance democrático está en que los ciudadanos e individuos tengan los medios a su alcance para participar en el proceso de toma de decisiones políticas.

El alcalde del municipio de Marsella indica, “…el buen gobierno es otro factor que facilita la participación ciudadana manteniendo estabilidad política, garantizando la transparencia y la existencia de un Estado de derecho que crea confianza entre los ciudadanos.”(4)

La participación más que un asunto de publicidad política electoral (generalmente es auspiciado por los aspirantes a ocupar cargos públicos por elección popular), debe pensarse como un estilo de vida del individuo que interioriza sus responsabilidades y derechos como habitante en un espacio que se comparte con otros, que es público, un espacio que es de todos y de nadie en particular.

En definitiva, existen muchísimas formas de participar, en la Constitución Política de Colombia de 1991 y sus correspondientes leyes y decretos reglamentarios, se puede hallar una amplia variedad de espacios, mecanismos, instancias que aseguran, en teoría, la presencia del individuo y de la sociedad en las diferentes organizaciones y funciones que corresponden a la Administración Pública y en todos los niveles de la organización, la planeación, la ejecución y el control.

Definir el término participación es una tarea compleja debido a la multiplicidad de elementos que ello implica, Germán Toro Zuluaga hace algunas precisiones en cuanto a este término que son las siguientes:

a. Es tomar parte o intervenir como ciudadano o como grupo organizado, en un proceso o acción social o política, que nos interese o nos afecte colectivamente. También es incidir con capacidad de decisión.

b. Puede también entenderse, como un proceso social que nos permite intercambiar argumentos y razones, aprender a negociar, construir un concepto propio de desarrollo y definir el destino colectivo.

c. Es la expresión de la soberanía popular, el significado de la democracia moderna. Por eso se señala que una sociedad es más democrática, entre más participación de sus integrantes exista. No solo en la esfera política, también en la vida social. Por ello se afirma, que un indicador de desarrollo democrático en el mundo de hoy es el número de sedes, diferentes a las sedes políticas, en las cuales se ejerce el derecho al voto; el aumento de los espacios en que el ciudadano puede ejercer su poder como lector; o la mayor o menor cantidad de espacios para el disenso.

d. Es un principio fundamental y un fin de la intervención del estado social de derecho. El Estado está para garantizar, promover y apoyar la participación de sus ciudadanos.

e. Es una manifestación de la riqueza de una sociedad, una expresión del Capital Social.

f. Participamos cuando estamos pendientes del funcionamiento de la administración, cuando opinamos, al presentar sugerencias o propuestas, cuando acude ante el funcionario solicitándole información, controlando los recursos y la gestión, al hacer reclamos o presentar quejas. También, cuando expresamos nuestros pensamientos para tomar decisiones.(5)

En definitiva, la sostenibilidad de la participación depende de la apropiación del proceso por los beneficiarios. A su vez, la perdurabilidad del consenso depende de la eficacia del proceso para solventar demandas. Es necesario que prosiga la conformación de la ciudadanía. La originalidad proceso en el Risaralda consiste en que no se han dado procesos similares de reinstalación – reinauguración de la ciudadanía, que devengan en conciliaciones del sistema político basados en ruptura de las barreras de la participación.

Estabilizar a la participación consiste en la “canalización” de las energías contenidas como voluntad ciudadana. La voluntad ciudadana debe convertirse en acto en la participación y no sólo por medio de la participación. Hay que evitar que la participación se agote en la insuficiencia de recursos. La “consolidación” del proceso es reconocer a la participación como un mecanismo del sistema político.

Desatar un proceso “marco” de participación como el que hemos vivido supone incorporar a la participación micro-social y asumir que es la mejor forma de potenciar el desarrollo social en un contexto de limitación de recursos.

La participación consiste también en “soltar amarras” a un desarrollo social bloqueado. Hay que romper la mutua limitación entre las variables que permanecen ancladas en los bajos índices de la pobreza. Rota esta limitación, el crecimiento de los indicadores se potenciaría en la relación entre ellos mismos, mejorando sus niveles de eficacia.

La “creatividad social” es un importantísimo activo del desarrollo. Los resultados producidos por una sociedad que se pone a trabajar en conjunto, son superiores, en la creación de beneficios y en la apropiación de ventajas del desarrollo social, a la suma de procesos puntuales de mayor inversión.

Las cifras en cuanto a la participación de la comunidad en esta primera etapa del proceso de Presupuesto Participativo en el departamento de Risaralda son alentadoras; en las plenarias realizadas en cada uno de los municipios hubo una asistencia aproximada de 12.837 personas que votaron por los programas de mayor interés y se eligieron cerca de 309 delegados que velan por la realización transparente de cada una de las etapas programadas.

TABLA: No 2. Potencial Electoral Frente a la Participación de la Comunidad Total y Porcentual. Número de Delegados. Presupuesto Participativo. Departamento de Risaralda. Vigencia 2003.

MUNICIPIO

POTENCIAL ELECTORAL (6)

PARTICIPACIÓN

# VOTOS

% PARTICIPACION

# DELEGADOS

Total Risaralda

265789

12837

4.82

309

Apia

9478

3001

32

38

Balboa

5682

549

9.7

13

Belén de Umbría

16454

2402

14.6

29

Dosquebradas

95493

516

0.54

18

Guática

9102

543

6.0

17

La Celia

5421

869

16.1

21

La Virginia

23777

382

1.6

19

Marsella

13575

800

6.0

42

Mistrató

7880

863

11.0

31

Pueblo Rico

6014

520

8.64

34

Quinchía

17302

980

5.66

13

Santa Rosa

43731

510

1.16

14

Santuario

11880

902

7.6

20


 

FUENTE. Secretaria de Planeación departamental. 2003

Es necesario aclarar que el potencial electoral total se realizó sin adicionar el de la ciudad de Pereira debido a que esta no realizó el proceso; por otro lado, aunque el potencial electoral es una cifra con la cuál se pueden hacer comparaciones, en el caso de presupuesto participativo debe manejarse con cuidado debido a que en municipios como Marsella y La Virginia los electores pueden ser de 16 años en adelante y por tal razón no están contabilizados dentro de esta cifra, en tanto que en Dosquebradas, el proceso solamente se realizó en algunos barrios.

En este orden de ideas, los municipios cuya participación en el presupuesto participativo presentaron frente al potencial electoral es superior al 10% son Apia (32%), Belén de Umbría (14.6%), La Celia (16.1%) y Mistrató (11%).

Los municipios con una relación potencial electoral vs participación está entre el 5% y el 10% son Balboa (9.7%), Guática y Marsella con el 6%, Pueblo Rico (8.6%), Quinchía (5.6%) y Santuario (7.6%).

Los municipios que presentan una relación entre potencial electoral y participación inferior al 5% son Dosquebradas (0.54%), La Virginia (1.6%) y Santa Rosa (1.16%).

En definitiva, el desafío de un modelo de desarrollo que pretenda armonizar lo económico, lo social y lo ambiental requiere de estructuras de gobierno aptas para abordar esta complejidad, a la vez que una activa participación ciudadana en las cuestiones públicas. La participación de la sociedad civil en las decisiones sobre el desarrollo es fundamental para lograr soluciones duraderas y viables.

La vida democrática moderna requiere de un rol cada vez más activo de la población. Se necesita de la participación de los miembros de la comunidad. La idea de que los gobernados sólo actúan cuando se trata de elegir y luego, valga la redundancia, son gobernados por otros sin que exista posibilidad alguna de interactuar con los gobernantes, ha quedado agotada. Ahora, al concepto de democracia representativa se le agrega la calificación de participativa.

La participación transforma al sistema democrático, le da otro dinamismo, le concede un canal de relación permanente entre los gobernantes y los gobernados. La actuación conjunta permite que las decisiones sean más razonadas, que sean el producto de un mayor consenso, que se conozcan mejor los problemas que aquejan a una sociedad y que se busquen de manera mancomunada las posibles soluciones.

La participación permite que se transparente la actuación del gobierno, evitando de manera efectiva gran parte de los comportamientos corruptos. Asimismo, ante la aparición de conductas reprochables facilita la asunción de responsabilidades y eventualmente la aplicación de sanciones.

Para avanzar en la construcción de una democracia participativa y directa, es necesario garantizar a los ciudadanos un marco institucional que posibilite el ejercicio efectivo de la participación en las cuestiones públicas.


1. Véase: Habermas, Jürgen "¿Qué significa hoy el socialismo? Revolución recuperadora y necesidad de revisión de la izquierda”, en Blackburn, Robin (Edit.) Después de la caída. El fracaso del comunismo y el futuro del socialismo, CRÍTICA, Barcelona, España, 1993; Pág. 72.

2. SALAZAR, Ruth N, Coordinadora municipal del proceso de presupuesto participativo en el Municipio de Dosquebradas. Entrevista. Mayo. 2003

3. OSORIO, Diego. Delegado de la comunidad en el municipio de Marsella. Entrevista. Junio. 2003.

4. RIVERA, Alberto. Alcalde del Municipio de Marsella Risaralda. Entrevista concedida al equipo de trabajo de la sistematización. Junio 2003.

5. TORO ZULÚAGA, Germán. Manual para la participación ciudadana. Segunda Edición. ESAP. Pereira, Colombia. 1999. p.15.

6. ARANGO GAVIRIA, Oscar. Elecciones en el cambio del milenio: Cuatro estudios de caso. Corporación Alma Mater. Pereira. 2001. p. 53.  

 

 

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