BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

APUNTES DE TEORÍA Y POLÍTICA MONETARIA

Mario Alberto Gaviria Ríos

Puede bajarse el libro completo en DOC comprimido ZIP (137 páginas, 2.342 KB) pulsando aquí


 

3.   Una visión heterodoxa de la inflación aplicada al caso de economías como la colombiana.

Las visiones tradicionales sobre el origen de la inflación dejan de lado el análisis de las condiciones de heterogeneidad productiva que caracterizan a una economía como la colombiana:

- presencia de sectores económicos con ofertas flexibles y sectores con ofertas inflexibles,

- convivencia de estructuras monopólicas y competitivas,

- mercados con precios flexibles y otros con precios fijos.

Para tener en cuenta dicha heterogeneidad estructural es importante clasificar los bienes y servicios de una economía como la colombiana en cuatro grupos básicos:

a.   Alimentos sin procesar, cuya oferta doméstica es fija en el corto plazo. Si los bienes son comercializables[57], los precios domésticos (P) tienden a ser iguales a los internacionales (P*) expresados en moneda doméstica (P = P*.E. con E: tasa de cambio). Si son no comercializables, sus precios son flexibles y dependen de las condiciones de oferta y demanda.

b.   Arriendos, cuya oferta es fija en el corto plazo pero sus precios son fijos dado que el mercado no requiere “despejarse” totalmente y, además, los alquileres se fijan para períodos relativamente largos.

c.    Bienes manufacturados, entre los que se cuentan alimentos procesados. La oferta es flexible (dada la posibilidad de funcionar con capacidad ociosa) y, en el caso de los no comercializables, los precios tienden a ser fijos (establecidos por mark – up) dadas las condiciones de producción oligopólica. En los bienes comercializables los precios tienden a ser iguales a los internacionales.

d.   Servicios personales y públicos, que en su mayoría son no comercializables. Su producción ocurre en el momento mismo del consumo, por lo que la producción está condicionada por la demanda y es corriente que se presenten excesos de capacidad. Se puede afirmar que son servicios cuya oferta es flexible y los precios son fijos en el corto plazo.

A partir de esta clasificación se pueden definir como precios básicos, en el sentido de que se determinan en su mercado y sin referencia necesaria a otro precio, los siguientes:

i) la tasa de cambio (E) y los precios foráneos (P*), que constituyen los precios de referencia para los bienes domésticos comercializables;

ii) los precios de los alimentos sin procesar no comercializables;

iii) los arriendos y

iv) los salarios.

En el caso de los bienes y servicios no comercializables de oferta flexible, los precios se determinan con referencia  a los costos (ecuación No 12):

          (12)

                                                                                  

Donde,        Pi: precio del bien/servicio i

                   Z: mark – up

                  åaijPj: costo de las materias primas no comercializables utilizadas en la producción de i, con aij un coeficiente técnico.

 

Si se supone que las aij son producidas a su vez por sectores cuyos precios se fijan con base en los costos, entonces los Pi dependen sólo de los salarios y la tasa de cambio como precios básicos.

 

A partir de los elementos anteriores y en una economía con características heterogéneas como la colombiana, se pueden plantear como posibles detonantes de la inflación:

 

-      Los choques de oferta, entendidos como una caída exógena[58] de las cantidades producidas. Estos son característicos, aunque no exclusivos[59], de los sectores agrícolas no comercializables. 

 

-      Un cambio de productividad, que se manifiesta en modificaciones de los coeficientes técnicos a, b y c. Un aumento en uno de ellos, debido a un deterioro de la productividad, equivale a una elevación de costos que afecta el precio de los bienes no comercializables de oferta flexible. Este detonante debe diferenciarse del shock de oferta, en tanto puede ocurrir sin que varíen las cantidades producidas.

-      Los desequilibrios distributivos, que obedecen a pugnas distributivas entre trabajadores y empresarios por aumentar su participación en la distribución del ingreso. Esa lucha se manifiesta en variaciones de Z y/o W (salario nominal), sin estar compensados por un  aumento de la productividad, y afecta los precios de los sectores no comercializables de oferta flexible.

-      Los tirones de demanda, que afectan inicialmente los precios de los sectores no comercializables de oferta fija, pero si son significativos alcanzan a afectar también  a los sectores de oferta flexible y precio fijo no comercializables.

-      Los aumentos de la tasa de cambio y/o de los precios foráneos, que generan aumentos en los precios de los bienes comercializables, así como en los de los no comercializables de oferta flexible cuyos precios se mueven con los costos. Este detonante es más importante mientras más abierta sea la economía.

El principal mecanismo de propagación de estos detonantes de inflación hacía los demás sectores de la economía es la indización de precios, manifiesta en mecanismos como: la corrección monetaria, el ajuste periódico de los salarios y la defensa de la tasa de cambio real. Estos mecanismos de indización se encargan de perpetuar la inflación, al incorporarle comportamientos inerciales.

Finalmente, es claro que el enfoque anterior contrasta con la tradición neoclásica que ve siempre en la inflación un fenómeno monetario. Aunque dicha tradición no niega la importancia de los costos y de los mecanismos de indización en la determinación de los precios, considera que esto obedece a razones institucionales que reducen la libre competencia y que este tipo de presiones inflacionarias sólo se materializan cuando son validadas por un manejo monetario expansivo.


Volver al índice


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios