BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales
 

EL PALIMPSESTO DE LA CIUDAD: CIUDAD EDUCADORA

Jahir Rodríguez Rodríguez

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (219 páginas, 833 KB) pulsando aquí

 

3.1.5 Ciudad y planificación prospectiva.

La planificación y los permanentes procesos de ordenación del territorio aluden a las estrategias territoriales que se deben tener en cuenta. La planificación esencialmente es un acto político, es una responsabilidad política y está asociada al concepto de proyecto político que incorpora un proceso de acumulación de poder a nivel territorial, mediante la descentralización -cesión de poder desde el centro- y mediante la creación de poder a través de la concertación como suma positiva entre los actores territoriales.

Entre proyecto político, estrategia y plan se establece una jerarquía en el sentido en el que el concepto más complejo contienen a los conceptos de menor complejidad y de este modo el sujeto de la planificación es, un sujeto múltiple, formado a la vez por actores de la economía, de la sociedad civil y del gobierno territorial.

El impulso dado a la planificación y gestión estratégica, como método capaz de sustentar el diseño de estrategias en un entorno crecientemente complejo e incierto, apoyado en la prospectiva y en la concertación público-privada, surge como uno de los rasgos más característicos del planeamiento territorial más reciente.

Este cambio se asocia a la redefinición del sujeto promotor del desarrollo territorial en su estilo -regiones-ciudades como cuasi-estados y cuasi-empresas-, en su base societal -concertación público-empresarial-social- y en su soporte geográfico -incorporando territorios discontinuos como regiones virtuales y redes de ciudades-.

Como se sabe, la planificación estratégica se desarrolla inicialmente en el campo de las empresas, y se incorpora en la forma más reciente a las prácticas de los gobiernos regionales y urbanos, como respuesta a los crecientes grados de complejidad e incertidumbre que caracterizan el contexto de la acción pública a favor del desarrollo local.

El objetivo de la planificación estratégica de la ciudad es orientar las decisiones y las acciones hacia los asuntos realmente importante para el organización del territorio, contribuyendo a concertar en ello las energías del sistema de actores locales o regionales.

Con este fin, la práctica de la planificación estratégica transcurre por una evaluación cuidadosa de las condiciones del entorno, por el análisis de las fortalezas y debilidades del territorio, la claridad de su misión y sus objetivos básicos y la identificación de los desafíos, amenazas y oportunidades emergentes de la relación actual y futura entre la organización y su entorno y el diseño de estrategias apropiadas en respuesta a dicho diagnóstico y prospectiva.

Corresponde resaltar que la definición del sujeto se plantea como un punto de partida básico para aplicar el enfoque estratégico a ciudades y regiones. No es lo mismo si el sujeto se limita al gobierno regional o urbano o institución, que si el sujeto se plantea como un territorio organizado o como una comunidad territorial. En el primer caso, el sujeto ya está dado con anterioridad a la adopción del enfoque estratégico. En el segundo, en cambio, la aplicación del enfoque estratégico incluye la construcción del sujeto como parte esencial de su trayectoria.

Otro aspecto importante de resaltar se refiere a la especificación de la misión que orienta el proceso de planificación estratégica desde un territorio. A los efectos de nuestro tema, la misión consiste en promover un cierto desarrollo. Pero el contexto contemporáneo, en el que ya no es posible identificar cualquier crecimiento o cualquier inserción global con un desarrollo valioso, los principios básicos del tipo de desarrollo buscado requiere una definición precisa y consensual. Es esta definición la que da sentido colectivo a la evaluación del entorno y de la organización; de allí que Boisier insista en la noción de proyecto político para referirse a las metas del desarrollo consensualmente asumidas (1). Una virtud del enfoque es que promueve y requieren este tipo de definiciones, obligando a la sociedad urbana o regional a contrastar visiones sobre lo que distintos sectores consideran "desarrollo".

En este sentido, la trayectoria de la planificación estratégica puede asumirse para territorios enfrentados a un nuevo ciclo, el carácter de una refundación cultural y socio-política.

El enfoque de planificación estratégica de las ciudades, en particular desde un territorio, requiere la explicación y manejo de conflictos acerca de las metas y estrategias de desarrollo. Los conflictos pueden referirse a los fines (qué); a los medios (cómo); a la filosofía (por qué); la localización (dónde); el tiempo (cuándo); y a los grupos que resultan beneficiados o perjudicados en la resolución de un asunto (quiénes). En todo caso la ciudad debe estar preparada para manejar el conflicto en el proceso. No hay que olvidar que en la construcción de consensos mediante la negociación de puntos de vista e intereses dispares es un componente sustantivo para el éxito de estrategias de desarrollo de la sociedad.

Siguiendo a Loinger en el marco de la globalización y la reestructuración territorial de las ciudades, la prospectiva desde los territorios tiene ante sí un desafío de innovación cultural, y aun civilizatoria. En efecto, las ciudades están ahora mismo cuestionadas por la globalización, al igual que los territorios. Frente a esta crisis, la prospectiva se plantea como desafío central la reinvención del territorio, en tanto espacio de la relación social, de la identidad y del proyecto colectivo, bajo formas compatibles con el nuevo contexto global.(2)

En síntesis, la prospectiva territorial, como una etapa ineludible en la formulación de estrategias de desarrollo, juega un rol central en la definición de las nuevas articulaciones entre lo local o regional específico y lo global, y éstas a su vez con la ciudad, definición que trasciende la esfera económica -mercados, redes- para proyectarse en la dimensión de la cultura y las entidades de los ciudadanos.

Como lo afirma Friedman al destacar que estamos avanzando hacia un mundo no euclidiano, con muchas geografías de espacio-tiempo, y el reconocimiento de este hecho, nos obliga a pensar en modelos nuevos y más adecuados, o abandonar la planificación como tal.

La prospectiva es la herramienta central para el diseño estratégico. Su finalidad por lo tanto, no es predecir el futuro, sino explorar futuros posibles a efectos de clarificar decisiones y prioridades presentes. Además la prospectiva contribuye a la construcción del futuro que comienza con su imaginación técnica, social y política. Las estrategias territoriales requieren fundarse en estudios prospectivos realizados desde los territorios y para los territorios, abiertos a la comprensión de las dinámicas, restricciones y oportunidades globales.

Hace casi unos dos mil años, Séneca nos recordaba que "No hay vientos favorables para aquel que no sabe adónde quiere ir". Por ello, la acción estratégica que no tiene un objetivo asociado tampoco tiene sentido. La anticipación es quien ilumina y esclarece la acción, quien le da un sentido que encierra el doble contenido de la palabra sentido: dirección y significación. De este modo es como se comprende que los conceptos de prospectiva, de estrategia, de planificación, en la práctica, estén íntimamente relacionados. Cada uno llama a los otros y se mezcla con ellos. Así ocurre cuando hablamos de planificación estratégica, de management o de prospectiva estratégica.

Desde la prospectiva estratégica se sostiene que la estrategia no se enseña sino que se aprende; para ser fecundo, es decir: portador de futuro, la relación entre la prospectiva y la estrategia debe encarnarse dentro de la realidad cotidiana y dar lugar a una verdadera movilización de la inteligencia colectiva a través de la apropiación por todos los actores concernientes. Como diría Maurice Blondel: "El futuro no se prevé, se prepara".

El prospectologo Juanjo Gabiña sostiene que la prospectiva descansa sobre tres postulados: El futuro es como un espacio de libertad; el futuro es como un espacio de poder; y el futuro es como un espacio de voluntad(3) Bertrand de Jouvenel, escribía al respecto: "...al observar el pasado, la voluntad del hombre es vana, su libertad nula, su poder inexistente...el pasado es el lugar de los hechos sobre los que no se puede hacer nada, es al mismo tiempo el lugar de los hechos conocidos y consultados". Mientras que, por el contrario, "el futuro es para el hombre, en tanto que sujeto dotado de conocimiento y razón, espacio de incertidumbre, y en tanto que sujeto activo, espacio de libertad y de poder". La definición última de la prospectiva como ciencia que estudia el futuro al objeto de comprenderlo e intentar influir en él o, en su caso, intentar adaptarse anticipadamente en lugar de tener que sufrirlo, también coincide con los dichos postulados.

La prospectiva es también la ciencia de la esperanza donde el futuro es espacio de libertad que abonamos y preparamos desde ahora.


1. BOISIER, Sergio. La gestión de las regiones en el nuevo orden internacional: cuasi-estados y cuasi-empresas. Ilpes. Santiago de Chile. p 169 y ss.
2. Cfr. LOINGER, G. Construcción de territorio imaginados y políticas de desarrollo regional. Sociedad. París. 1994. p 23 y ss.
3. Cfr.GABIÑA, Juanjo. Conceptos básicos de la prospectiva. Prospektiker. Madrid. 1998. p 2 y ss.

Volver al índice de EL PALIMPSESTO DE LA CIUDAD: CIUDAD EDUCADORA

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios